Máximo D’Angelo
Respire profundo y me detuve a mirar cómo había quedado el patio de la casa, todo estaba entre manteles blancos y detalles azules, por inercia toque mi corbata, pero recordé que Aimé ya la había anudado, ese sentimiento de familiaridad azoto mi corazón, a pesar de todo lo que había pasado tenerla a ella era como tener un pedazo de mi madre entre nosotros, más que nada era porque de esa forma se comportaba ella con nosotros, era como una madre.
Nos aconsejaba, reprendió cuando se debía, felicitaba y consentía cuando podía, nos trataba igual que a nuestros hermanos pequeños, sonrió al recordar las últimas vacaciones familiares, fue una de las mejores que hemos tenido.
La llamada de mi padre me distrae, me avisa que ya están en el aeropuerto, pero es la organizadora quien me busca y comienza a hacer pasar a los invitados a tom
Todo sucedió como se había pensado, luego de que el padre nos pidiera el sí, pasamos a firmar nuestra acta de matrimonio y luego vino el tan afamado “puede besar a la novia” seguido de los aplausos y un par de juegos artificiales que estallan en forma de corazón.Salimos del lugar y nos adentramos en la casa, en donde subimos hasta nuestra habitación, sabía que ella tenía mucho que decir por esta locura que había preparado, pero en cambio a penas entramos al lugar busco mis labios, me atrapo en un apasionado beso y no dude en responder.La abertura de su vestido me daba casi un acceso completo a sus hermosas piernas, mi morena era fuego en ese momento, y ¡por dios! Como lo agradecía, la tomé en brazos y la lleve hasta la cama, aprisione su pequeño cuerpo entre mis brazos y ágilmente desabrocho mi camisa y saco mi corbata, mientras una de sus rodillas masajeaba mi erecc
– Saben quién fue ¿con quién lo investigaste? – pregunté enseguida – esto es … - me metí bajo la regadera mientras la veía lavar su cuerpo con cuidado de no mojar su cabello - ¿estás bien? ¿Te sientes bien? – cambié mis preguntas, porque mi preocupación principal era ella.– Estoy bien, Aimé me ayudo y tu padre se comportó como todo un hombre – que suerte tenerlos – hace algunos días me comencé a sentir perseguida, hoy tuve el valor de comentárselo a ella y enseguida me puso seguridad y a nuestra hija, hablamos con Eros, pero él está muerto … - mi mente retrocedió algunos años y de pronto vi a mi mujer en una camilla, solté el aire y me quedé viéndola.– ¿está muerto? – pregunté y se quedó en silencio - ¿est&a
Nos quedamos en silencio mientras veíamos a nuestras mujeres compartir en una mesa más allá, ellas hablaban animadamente, mi padre y Aimé no se veían en ninguna parte, podía casi adivinar que estaban en sus cosas, desde que se casaron no pierden el tiempo, mi padre cada que puede le da una sorpresa a su mujer, de una manera sorprendente y no desaprovecha fechas, antes los envidiaba, pero luego me di cuenta de que cada pareja tiene su forma especial de demostrarse su amor.En nuestro caso, a mí y a mi moreno nos encantaba viajar, recorrer diferentes lugares si era necesario, pero viajar por siquiera un mes al año.Una canción lenta comenzó a sonar y apenas los primeros versos se escucharon me puse de pie y saqué a Kira a bailar pronto mis hermanos y sus parejas nos siguieron, mi padre no se demoró en aparecer a nuestro lado, y finalmente nuestros amigos y el resto de nuestros invitados.<
Al poeta tóxico qué prefiere el vino y la cerveza, antes de mi sidra y Whisky, pero que concordamos en el tequila, y vemos allí uno de los grandes placeres de la vida. Dia Mond, 2021.SinopsisUna mujer llena de misterios que desea ser libre. Un empresario frustrado, a la cabeza del legado familiar. Y una noche en Las Vegas que cruzar&aacut
Júpiter Amato — ¿estás bien? – preguntó mi padre cuando entré a su despacho sin tocar, no fui capaz de contestar, él solo me invitó a sentarme. — Estoy preocupado – se me quedó viendo – abuela Fiorella no está bien, si ella faltara … — Yo me pondré a la cabeza de la casa familiar – dijo como adivinando mi petición, sacándome un gran peso de encima, dejándome respirar tranquilo, sin sentirme obligado o atado a cumplir con las tradiciones familiares – pero ¿sabes que eso no te dejará exentó de la tradición familiar? – me deje caer prácticamente en una de las sillas en frente de él – es un peso que hasta a mí me duele, sigue doliendo – su mirada perdida en una foto de mi madre, se puedo ver el dolor latente, la culpa que pesaba sobre sus hombros. Solté un suspiro – no seas como yo, no te pierdas en una infame tradición que nada más ha traído desgracia a esta familia – me quedé pensando en sus palabras, pero había sacrificado mucho para llegar a este punto, no podía dejar todo de lado,
Júpiter Amato Camine hasta la tumba de mi madre, allí deje un ramo de flores, ella amaba toda flor blanca, habían pasado dos años desde que todo cambió, un muy buen cambio, el desarrollo de mi familia había crecido, nos habíamos expandido como empresa y ya la tan alabada empresa familiar no solo se dedicaba a la venta de las armas o transporte de estas, ahora teníamos diferentes rubros, desde un hotel hasta algunas boutiques, al gusto de tía Verona y mi padre. Me retiré del lugar tan pronto como algunos empleados comenzaron a aparecer, era muy temprano y a nadie le había dicho que haría, pero era de suponerse que al verme las personas que mantenían la casa limpia, informaran a mi padre de mi presencia allí, entre en mi carro y conduje hasta el cementerio, un trabajador me dio las llaves del mausoleo familiar, allí deje otro par de flores, mi abuela había celebrado dos años de su muerte hacía poco y no estuve en su misa. Los negocios en Europa y Asia me habían mantenido muy ocupado e
Esmeralda Me levanto sintiendo un gran vacío en mi interior, escucho que llaman a la puerta, son mis colegas que viene a avisarme que todo está listo, pido un momento para darme un baño y luego vestirme, tomó el cuadro con la fotografía de tía Gloria, dejo un beso en el pequeño altar que tengo con la foto de mi difunta abuela y salgo de la habitación. Hace poco se cumplieron dos años desde mi llegada hasta este lugar, y a su vez, perdí a la segunda persona que me acompañaba, sentir que con partida de tía Gloria había quedado totalmente sola, era una mentira, pero sí decir que me sentía sola se quedaba corta con el gran sentimiento que cargaba en ese momento. Suspiré cuando vi en la entrada del pequeño departamento que rentaba a varias señoras y chicas con las que trabajaba, ellas eran mi única compañía, todas se acercaban a darme su pésame para luego salir de allí y encaminarnos hasta el cementerio en el que sepultará a la mujer que me enseñó muchas cosas, a quien debo agradecer est
Esmeralda Estaba anonadad, no creo poder resistir lo que mi ahora compañera de cuarto había resistido, ese tipo prácticamente la había marcada, solté el aire de mis pulmones y trate de dormir, cosa que se me había hecho casi imposible, de pronto vi que ella se movía, estaba peleando con alguien, sollozaba y balbuceaba, me apresure a despertarla y calmarla por unos minutos. — Es estúpido, no entiendo por qué todo persiste en mi mente – dijo después de unos minutos de silencio – solo estuve en esa casa un par de días. — Pero en tu casa viviste más de 18 años, y ellos tampoco fueron muy buenos contigo – se quedó en silencio – puede que no lo piense ahora, puede que incluso aun estés agradecida por tus padres, pero debes asumirlo – vi una lágrima brillante recorrer su mejilla – ellos te vendieron. — Y al mejor postor, lo sé – limpio rápidamente su lágrima – pero aun así es difícil – mi móvil sonó en ese preciso momento, provocando que las dos nos sobresaltáramos, me senté en la cama y