Estoy sentada en la cama, mirando la puerta con desconfianza, cuando Lyrarea entra en la habitación. Su actitud es sospechosa, y me pregunto qué es lo que quiere.—¿Qué haces aquí? —le pregunto, intentando mantener la calma.—Quiero ayudarte —responde ella, su voz suave.Me río, incrédula.—La única forma de ayudarme es si me ayudas a escapar —le digo, mirándola fijamente.Lyrarea se pone nerviosa, y mira hacia la puerta como si temiera que alguien la estuviera escuchando.—Me da miedo... mi padre... —dice, su voz baja.Me acerco a ella, mi voz firme.—¿Y tú permites que tu padre haga este tipo de cosas con tu manada? ¿Que se alíe con un desgraciado, un asesino en masa, para cumplir con sus deseos más aberrantes? —le pregunto, intentando hacer que se dé cuenta de la realidad.Lyrarea se encoge de hombros.—Mi padre siempre ha sido un hombre muy ambicioso... la mayoría de las manadas lo apoyan... —dice, su voz débil.Me río, amargamente.—Lo apoyan porque es el alfa, pero si no lo fuer
Me encuentro en el bosque, rodeado de árboles altos y sombríos. Mi lobo, uno de mis hombres más confiables, acaba de llegar con información sobre Ocaso.Me encuentro en el bosque, rodeado de árboles altos y sombríos. Han buscado el rastro de Ocaso, y nos ha llevado a la manada del Bosque Oscuro. Estoy guardando lejos de la manada, en el bosque, a la espera de tener más información.Pienso que no puedo actuar impulsivamente, no puedo permitir que mi deseo de salvar a Ocaso me nuble la mente. La manada del Bosque Oscuro me traicionó una vez, y no voy a cometer el mismo error de nuevo. Necesito saber qué están planeando, y qué papel juega Ocaso en todo esto.Mi estrategia es esperar y observar, recopilar toda la información posible antes de actuar. Es un juego de paciencia, pero sé que es necesario. Debo ser cuidadoso y calculador si quiero salvar a Ocaso y proteger a mi manada. La espera es difícil, pero sé que es necesaria.– ¿Qué has sabido? – le pregunto, mi voz baja y urgente.Mi lo
Me acerco al alfa de la manada Bosque Oscuro, con la confianza y la autoridad de mi hermano gemelo Morax. Mi mirada es fría y desafiante, y mi voz es baja y amenazante.—Thrain, entregame a la prisionera —le digo, sin preámbulos ni cortesías.El alfa, Thrain, me mira con una expresión pensativa, y luego me responde:—Morax, primero debemos hablar. Hay cosas que debemos discutir antes de que te entregue a la prisionera.Me encojo de hombros, impaciente.—¿Sobre qué? —le pregunto, mi voz ligeramente irritada.Thrain se levanta de su asiento y me hace un gesto para que lo siga.—Por favor, Morax, acompáñame a mi oficina. Allí podemos hablar tranquilamente de cosas que le conciernen a todos.Lo sigo, mi mirada escaneando el entorno, buscando cualquier señal de peligro o debilidad. Mi mente está enfocada en mi misión: rescatar a Ocaso y llevarla a salvo.—Vamos, Thrain —le digo, mi voz impaciente—No tengo todo el día para perder el tiempo en conversaciones inútiles.—Morax, necesito saber
PROLOGOMe desperté sobresaltada por la algarabía que llenaba el aire. Gritos, murmullos, desespero..Olor a sangre, a muerto y desolacion.Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba a la ventana para ver qué estaba pasando. ¿Qué está sucediendo? Pensé con el corazón en la garganta.La imagen me devasto y era como si me atrevesaran una estaca en el centro de mi pecho.Mi manada, mi pueblo, estaba siendo atacado. La escena era caótica, con figuras oscuras corriendo y gritando por todas partes.Sangre, gritos, caos. mi cabeza iba a explotar mientras absorbía la imagen que me desgarraba por dentro.Mi mente se llenó de pánico mientras corría hacia la puerta, mi único pensamiento era llegar a mis hermanitos gemelos. Tengo que protegerlosLa mansión estaba siendo invadida, podía escuchar los gritos y el ruido de espadas chocando contra las paredes.Intenté correr más rápido, pero un consejero me atrapó por detrás, cubriendo mi boca con su mano. lo conocia, sabia quien era, pero aun a
Estoy en medio de la selva, rodeada de árboles altos y densos. El sol filtra a través de las hojas, iluminando el claro donde estoy entrenando. Mi corazón late con fuerza mientras me enfrento a mis oponentes, un grupo de lobos hombres que me superan en número.Soy una loba ahora, después de 5 años de entrenamiento y dolor. La tragedia que sufrió mi familia me hizo buscar refugio en mi lado salvaje, y ahora soy una guerrera poderosa.Mi instructor, un lobo hombre llamado Thorne, me observa desde la sombra. Me ha estado entrenando durante meses, enseñándome técnicas de combate y estrategia.—¡Vamos, Ocaso! —grita Thorne—. ¡Muestra lo que has aprendido!Me lanzo hacia adelante, mis garras extendidas. Los lobos hombres se dispersan, intentando rodearme. Pero estoy lista. Me muevo con rapidez, esquivando sus ataques y contraatacando con fuerza.Uno de ellos se acerca demasiado, y lo derribo con un golpe de mi zarpada. Otro intenta morderme el cuello, pero lo esquivo y le doy un golpe en el
Después de cinco días de viaje, el carruaje en el que voy se detiene en la cima de una colina. El conductor, un hombre experimentado y callado, se vuelve hacia mí y dice:—Princesa, hemos llegado.Miro hacia afuera y mi respiración se detiene. Ante mí se extiende un reino espectacular, como si saliera de un cuento de hadas. El sol brilla sobre las estructuras de mármol y oro, haciendo que resplandezcan como joyas.La manada se extiende en el valle debajo de nosotros, rodeado por un río cristalino que serpentea a través de la ciudad. Una cascada impresionante cae desde una altura impresionante, creando un velo de agua que se desvanece en la bruma.Las columnas de las estructuras se elevan hacia el cielo, adornadas con intrincados diseños persas. Los arcos y cúpulas de las estructuras brillan con azulejos de cerámica azul y verde, creando un efecto de mosaico impresionante.En el centro del reino, un palacio majestuoso se alza sobre una colina, rodeado por jardines y fuentes. La arquite
Estoy en mi habitación, preparándome para la ceremonia. Tengo 300 años de edad y he reinado sobre las tierras Kraelion-Valthorne durante la mayor parte de mi vida. Mi consejo de ancianos me ha estado presionando para que me case y tenga un heredero, ya que consideran que es hora de que asegure la continuidad de mi linaje.Pero yo no estoy interesado. Mi mente está concentrada en adquirir más poder, fama y riquezas. Quiero expandir nuestros dominios y consolidar mi posición como el rey más poderoso del reino. No tengo tiempo para pensar en matrimonios y hijos.Y sin embargo, aquí estoy, preparándome para recibir a la candidata número 16. Es agotador. Han pasado meses desde que comenzaron a llegar las candidatas, y ninguna de ellas ha logrado captar mi atención. No entiendo por qué el consejo insiste en que me case con alguna de ellas.Ocaso….Es el nombre de la candidata a ser mi esposa y madre de mi hijo.Me pregunté quién sería esta mujer que llevaba un nombre tan peculiar. ¿Sería un
Siento su cuerpo presionando el mío, su calor envolviéndome. Su aroma masculino es intenso, casi abrumador. Y entonces, siento algo duro contra mi pierna, su erección firme y urgente.Mi corazón late con fuerza, mi respiración se vuelve agitada. Me siento débil, mis rodillas flojas bajo su presión. Su mano se cierra alrededor de mi velo, listo para levantarlo.Pero no quiero que lo haga. No quiero que descubra mi rostro, no quiero que pierda el misterio que me rodea. Así que me resisto, mi cuerpo tenso bajo el suyo.Siento su deseo, su necesidad de descubrirme. Pero no cederé. Quiero mantenerlo intrigado, quiero mantenerlo deseando más. Y parece que está funcionando.Su respiración es agitada, su corazón late con fuerza. Está desesperado, duro y excitado. Y yo siento una satisfacción secreta, sabiendo que estoy logrando lo que quiero.Mi cuerpo responde al suyo, mi calor aumentando su pasión. Pero no dejaré que me domine. No dejaré que me descubra. Aún no.— Por favor, no —digo, trata