Me acerco al alfa de la manada Bosque Oscuro, con la confianza y la autoridad de mi hermano gemelo Morax. Mi mirada es fría y desafiante, y mi voz es baja y amenazante.—Thrain, entregame a la prisionera —le digo, sin preámbulos ni cortesías.El alfa, Thrain, me mira con una expresión pensativa, y luego me responde:—Morax, primero debemos hablar. Hay cosas que debemos discutir antes de que te entregue a la prisionera.Me encojo de hombros, impaciente.—¿Sobre qué? —le pregunto, mi voz ligeramente irritada.Thrain se levanta de su asiento y me hace un gesto para que lo siga.—Por favor, Morax, acompáñame a mi oficina. Allí podemos hablar tranquilamente de cosas que le conciernen a todos.Lo sigo, mi mirada escaneando el entorno, buscando cualquier señal de peligro o debilidad. Mi mente está enfocada en mi misión: rescatar a Ocaso y llevarla a salvo.—Vamos, Thrain —le digo, mi voz impaciente—No tengo todo el día para perder el tiempo en conversaciones inútiles.—Morax, necesito saber
PROLOGOMe desperté sobresaltada por la algarabía que llenaba el aire. Gritos, murmullos, desespero..Olor a sangre, a muerto y desolacion.Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba a la ventana para ver qué estaba pasando. ¿Qué está sucediendo? Pensé con el corazón en la garganta.La imagen me devasto y era como si me atrevesaran una estaca en el centro de mi pecho.Mi manada, mi pueblo, estaba siendo atacado. La escena era caótica, con figuras oscuras corriendo y gritando por todas partes.Sangre, gritos, caos. mi cabeza iba a explotar mientras absorbía la imagen que me desgarraba por dentro.Mi mente se llenó de pánico mientras corría hacia la puerta, mi único pensamiento era llegar a mis hermanitos gemelos. Tengo que protegerlosLa mansión estaba siendo invadida, podía escuchar los gritos y el ruido de espadas chocando contra las paredes.Intenté correr más rápido, pero un consejero me atrapó por detrás, cubriendo mi boca con su mano. lo conocia, sabia quien era, pero aun a
Estoy en medio de la selva, rodeada de árboles altos y densos. El sol filtra a través de las hojas, iluminando el claro donde estoy entrenando. Mi corazón late con fuerza mientras me enfrento a mis oponentes, un grupo de lobos hombres que me superan en número.Soy una loba ahora, después de 5 años de entrenamiento y dolor. La tragedia que sufrió mi familia me hizo buscar refugio en mi lado salvaje, y ahora soy una guerrera poderosa.Mi instructor, un lobo hombre llamado Thorne, me observa desde la sombra. Me ha estado entrenando durante meses, enseñándome técnicas de combate y estrategia.—¡Vamos, Ocaso! —grita Thorne—. ¡Muestra lo que has aprendido!Me lanzo hacia adelante, mis garras extendidas. Los lobos hombres se dispersan, intentando rodearme. Pero estoy lista. Me muevo con rapidez, esquivando sus ataques y contraatacando con fuerza.Uno de ellos se acerca demasiado, y lo derribo con un golpe de mi zarpada. Otro intenta morderme el cuello, pero lo esquivo y le doy un golpe en el
Después de cinco días de viaje, el carruaje en el que voy se detiene en la cima de una colina. El conductor, un hombre experimentado y callado, se vuelve hacia mí y dice:—Princesa, hemos llegado.Miro hacia afuera y mi respiración se detiene. Ante mí se extiende un reino espectacular, como si saliera de un cuento de hadas. El sol brilla sobre las estructuras de mármol y oro, haciendo que resplandezcan como joyas.La manada se extiende en el valle debajo de nosotros, rodeado por un río cristalino que serpentea a través de la ciudad. Una cascada impresionante cae desde una altura impresionante, creando un velo de agua que se desvanece en la bruma.Las columnas de las estructuras se elevan hacia el cielo, adornadas con intrincados diseños persas. Los arcos y cúpulas de las estructuras brillan con azulejos de cerámica azul y verde, creando un efecto de mosaico impresionante.En el centro del reino, un palacio majestuoso se alza sobre una colina, rodeado por jardines y fuentes. La arquite
Estoy en mi habitación, preparándome para la ceremonia. Tengo 300 años de edad y he reinado sobre las tierras Kraelion-Valthorne durante la mayor parte de mi vida. Mi consejo de ancianos me ha estado presionando para que me case y tenga un heredero, ya que consideran que es hora de que asegure la continuidad de mi linaje.Pero yo no estoy interesado. Mi mente está concentrada en adquirir más poder, fama y riquezas. Quiero expandir nuestros dominios y consolidar mi posición como el rey más poderoso del reino. No tengo tiempo para pensar en matrimonios y hijos.Y sin embargo, aquí estoy, preparándome para recibir a la candidata número 16. Es agotador. Han pasado meses desde que comenzaron a llegar las candidatas, y ninguna de ellas ha logrado captar mi atención. No entiendo por qué el consejo insiste en que me case con alguna de ellas.Ocaso….Es el nombre de la candidata a ser mi esposa y madre de mi hijo.Me pregunté quién sería esta mujer que llevaba un nombre tan peculiar. ¿Sería un
Siento su cuerpo presionando el mío, su calor envolviéndome. Su aroma masculino es intenso, casi abrumador. Y entonces, siento algo duro contra mi pierna, su erección firme y urgente.Mi corazón late con fuerza, mi respiración se vuelve agitada. Me siento débil, mis rodillas flojas bajo su presión. Su mano se cierra alrededor de mi velo, listo para levantarlo.Pero no quiero que lo haga. No quiero que descubra mi rostro, no quiero que pierda el misterio que me rodea. Así que me resisto, mi cuerpo tenso bajo el suyo.Siento su deseo, su necesidad de descubrirme. Pero no cederé. Quiero mantenerlo intrigado, quiero mantenerlo deseando más. Y parece que está funcionando.Su respiración es agitada, su corazón late con fuerza. Está desesperado, duro y excitado. Y yo siento una satisfacción secreta, sabiendo que estoy logrando lo que quiero.Mi cuerpo responde al suyo, mi calor aumentando su pasión. Pero no dejaré que me domine. No dejaré que me descubra. Aún no.— Por favor, no —digo, trata
Agito mi mano alrededor de mi polla. Acaba de irse a sus aposentos y la dureza en mi pantalón me obliga hacer esto. Buscar placer por mi mismo mientras me imagino su rostro.Me tiene loco, me tiene intrigado, pero mas me tiene es excitado. Su forma de hablar es muy diferente a las demás chicas que han venido a que las escoja como mi esposa.—Ocaso—que lindo y extraño nombre.Muevo mas mi mano, las venas de mi polla están infladas, inflamadas y se contraen, imagino que es ella quien me tiene agarrado.Mientras me toco, siento cómo mi corazón late con fuerza, como si estuviera corriendo una maratón. Mi respiración es agitada, y mi piel está cubierta de sudor. Me apoyo en la pared para buscar estabilidad, sintiendo cómo mis músculos se tensan bajo mi piel. Mi mente es un torbellino de sensaciones, y en el centro de ellas está su rostro, que no he visto, pero que imagino perfectamente. Me pregunto qué aspecto tendrá, qué color de ojos, qué forma de boca. La intriga me consume, y mi cuerpo
—Ocaso—su nombre sale en un susurro.—Buenas noches Alfa.Estoy parado en la mitad de la sala, sumergido en el silencio y la oscuridad. La única luz proviene de una lámpara detrás de la cortina que separa la habitación, y que proyecta la silueta de Ocaso en la tela.Mi mirada se fija en la cortina, como si pudiera traspasarla y alcanzar a Ocaso. La silueta de ella se vuelve más definida, y puedo distinguir la curva de sus hombros, la línea de su cintura y la forma de sus piernas.Mi cuerpo reacciona involuntariamente, mi corazón late con fuerza y mi respiración se vuelve agitada. Mi erección crece, y siento un calor que se extiende por todo mi cuerpo. Mi mente se llena de pensamientos de posesión y pasión, y mi instinto de lobo se despierta, ansioso por reclamar a mi pareja.El silencio es casi palpable, y puedo sentir la tensión en el aire. Mi deseo por Ocaso se vuelve casi incontrolable, y debo hacer un esfuerzo consciente para no lanzarme hacia ella y tomarla en mis brazos.La corti