Me refugio en esta cueva, escapando de la lluvia torrencial que azota el exterior, y Venco está a mi lado, su presencia cálida y reconfortante. Mientras yo me sacudo el agua de la ropa, él se afana en encender una fogata, sus movimientos precisos y seguros, lo que me hace sentir segura y protegida. La llama crece, iluminando la cueva con una luz cálida y dorada, y Venco se quita la camisa, quedando solo vestido de la cintura para abajo, lo que me permite admirar su torso desnudo, una obra de arte con músculos definidos y tensos. Me siento atraída hacia él, mi corazón late más rápido, y siento una conexión intensa entre nosotros.La cueva es un espacio íntimo y acogedor, con sombras que danzan en las paredes mientras la llama crepita y chispea, creando un ambiente cálido y relajante. El aire está cargado de humedad y el olor a tierra mojada, lo que me hace sentir conectada con la naturaleza. Me siento segura aquí, protegida de la tormenta que ruge fuera. Venco se sienta a mi lado, su p
Su cuerpo desnudo esta sobre el mío y mis manos acarician su espalda descubierta. Musculosa, tensa mientras me besa el cuello y baja lentamente centrándose en mis tetas. Chupa una, después la otra y las sensaciones que despierta con su boca caliente me pierden no se a dónde, pero gemidos que nunca antes había soltado salen por parte de mi garganta.—Venco—musito ya muerde mi pezón, mientras magrea mis tetas con suavidad pero con fuerza al mismo tiempo.El tacto de Venco es una experiencia única y emocionante. Sus manos son grandes y fuertes, pero su tacto es suave y delicado, como si estuviera acariciando mi piel con una pluma. Cuando me toca, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Sus manos se deslizan sobre mi piel con una suavidad que me hace sentir como si estuviera flotando en una nube. Me toca con una seguridad y una confianza que me hace sentir segura y protegida.Cuando sus manos se posan en mis piernas, siento un calor que se extiende desde mis muslos hasta mis pies. Sus de
El dolor de la primera vez me hace enterrarle las uñas en su espalda mientras su miembro va entrando a mi lentamente porque es cuidadoso pero eso no evita el dolor que me consume hasta que lo tengo completamente adentro.Se queda quieto con la siguiente estocada que me saca un gruñido cuando entra completamente en mí.—Tranquila—besa mi cara mientras se queda quieto esperando a que me adapte a su verga.—Duele.—Ya pasara.Comienza a moverse lentamente, mientras voy sintiendo poco a poco como el dolor le da paso a una sensación maravillosa que me hace buscarle los labios. Lo beso instintivamente, metiendo mi lengua en su cavidad en lo que Venco aumenta las estocadas placenteras que me ponen a gemir contra sus labios.Me siento consumida por el deseo, y su cuerpo se desliza dentro de mí con facilidad. Me quedo inmóvil, disfrutando de la sensación. Él acaricia mis senos, y mis pezones se erizan aún más. Me toca con suavidad, y luego con más intensidad, haciéndome gemir de placer. Estoy
De rodillas sobre la piedra le hago sexo oral probando por primera vez su falo. No se como hacerlo, solo me dejo llevar agarrando su polla mientras la introduzco en mi cavidad. Esta de pie, yo de rodillas y llevo hasta lo mas hondo de mi garganta como instinto su polla que me provoca la arcada que controlo.Sabe delicios, es grueso con venas alrededor las cuales palpitan ocasionado que chupe con mucha mas ímpetu.—Marquena—gruñe Venco tomando mi cabeza y me folla la boca como lo ha hecho tantas veces con mi vagina.Hoy ha sido un día perfecto. Me desperté en el bosque, rodeada de la belleza de la naturaleza, y con Venco a mi lado. Después de una noche de pasión y conexión, decidimos quedarnos en el bosque y disfrutar del día. Encontramos un pequeño lago escondido entre los árboles, y no pudimos resistir la tentación de ducharnos y jugar en sus aguas cristalinas. El sol brillaba sobre nosotros, calentando nuestra piel y llenándonos de energía.Después de nuestro baño, nos tendimos en l
Han pasado unos días maravillosos junto a Ocaso. Días en los que hemos compartido momentos inolvidables, risas, lágrimas y, sobre todo, amor. Hemos hecho el amor por primera vez, y ha sido un momento mágico. Ella se entregó a mí con una pasión y una sinceridad que me han dejado sin aliento. Me acuerdo de cómo su cuerpo reaccionó a mis caricias, a mis besos. Cómo su piel se estremeció bajo mis dedos, cómo sus labios se abrieron para recibir los míos. Fue como si nuestro amor hubiera sido liberado, como si hubiéramos encontrado el camino hacia la felicidad.Ahora, mientras le acaricio la espalda, siento cómo su cuerpo se relaja, cómo su respiración se vuelve más lenta. Le gusta cómo la toco, cómo la acaricio. Su piel es suave, cálida, y parece reaccionar a cada una de mis caricias. Me encanta cómo ronronea cuando la beso, cuando la acaricio. Es como si su cuerpo estuviera hecho para mí, como si fuéramos dos piezas de un rompecabezas que finalmente han encontrado su lugar.Pero lo que má
La vida está llena de momentos críticos que pueden cambiar el curso de nuestro destino. Un simple giro en el camino puede llevarnos a un futuro completamente diferente.Las decisiones que tomamos en un momento de incertidumbre pueden tener consecuencias que nos acompañan durante años. Un sí o un no, un paso adelante o un paso atrás, pueden ser la diferencia entre un camino de éxito o uno de fracaso. Las situaciones inesperadas pueden surgir en cualquier momento, y es en esos momentos cuando debemos tomar decisiones que pueden cambiar el curso de nuestra vida. Un accidente, una enfermedad, una pérdida, pueden ser el catalizador para un cambio radical en nuestra vida.Pero también hay momentos en que debemos tomar decisiones que pueden llevarnos a un futuro mejor. Un nuevo empleo, una nueva relación, un nuevo hogar, pueden ser el comienzo de un capítulo nuevo y emocionante en nuestra vida.En última instancia, la vida es un viaje lleno de giros y vueltas, y es en esos momentos de incert
—No sé de qué tenemos que hablar a solas —dice Xylara, dándome la espalda.Tiene razón, pero esto no se trata de las dos, simplemente tengo que hacer lo que sea para protegernos.—Xylara, sabes perfectamente de qué tenemos que hablar —le digo—. No somos amigas, lo sé. Pero tenemos un problema en común.Xylara se vuelve hacia mí, su rostro tenso y su voz llena de desafío.—¿Qué problema? —pregunta.Me miro a ella con seriedad.—Morax —le digo—. Él es el problema. Y sabes que no solo es un problema para ti, sino también para mí.Xylara me mira con ira y dolor.—Eso es tu problema —dice—. Morax te quiere matar a ti, no a mi.Me acerco a ella, mi voz firme pero suave.—No, Xylara —le digo—. Morax es un problema para ambas. Y si no trabajamos juntas para detenerlo, nos destruirá a ambas.Xylara me mira con escepticismo, pero puedo ver la duda en sus ojos. Sabe que tengo razón, pero no quiere admitirlo.—Tú y yo trabajando juntas —dice Xylara, su voz llena de desdén—. Eso nunca. Y menos des
Me paro frente a la ventana, mirando hacia el exterior con una expresión pensativa. Xylara se sienta en una silla, observándome con una mezcla de curiosidad y desconfianza.—Es decir que los rumores eran ciertos —dice Xylara, su voz llena de acusación.No me vuelvo hacia ella, sigo mirando hacia el exterior.—Que escuchaste exactamente, Xylara—respondo, mi voz suave y calmada.Xylara se inclina hacia adelante, su rostro tenso.—Hay rumores de que tú liberaste a Morax para que matara a Venco —dice Xylara, su voz llena de incredulidad—. Y así, tú podrías vengar la muerte de toda tu manada.Me vuelvo hacia Xylara, mi rostro sereno.—Los rumores tienen algo de verdad —digo—. Solo que la diferencia es que yo pensaba que Venco era Morax. No tenía ni idea de que eran gemelos.Xylara me mira con sorpresa.—¿Por qué huiste? —pregunta Xylara.Me vuelvo hacia la ventana de nuevo, mirando hacia el exterior.—Había hecho muchas cosas —digo—. Y cuando descubrí la verdad... y Venco también descubrió