Han pasado unos días maravillosos junto a Ocaso. Días en los que hemos compartido momentos inolvidables, risas, lágrimas y, sobre todo, amor. Hemos hecho el amor por primera vez, y ha sido un momento mágico. Ella se entregó a mí con una pasión y una sinceridad que me han dejado sin aliento. Me acuerdo de cómo su cuerpo reaccionó a mis caricias, a mis besos. Cómo su piel se estremeció bajo mis dedos, cómo sus labios se abrieron para recibir los míos. Fue como si nuestro amor hubiera sido liberado, como si hubiéramos encontrado el camino hacia la felicidad.Ahora, mientras le acaricio la espalda, siento cómo su cuerpo se relaja, cómo su respiración se vuelve más lenta. Le gusta cómo la toco, cómo la acaricio. Su piel es suave, cálida, y parece reaccionar a cada una de mis caricias. Me encanta cómo ronronea cuando la beso, cuando la acaricio. Es como si su cuerpo estuviera hecho para mí, como si fuéramos dos piezas de un rompecabezas que finalmente han encontrado su lugar.Pero lo que má
La vida está llena de momentos críticos que pueden cambiar el curso de nuestro destino. Un simple giro en el camino puede llevarnos a un futuro completamente diferente.Las decisiones que tomamos en un momento de incertidumbre pueden tener consecuencias que nos acompañan durante años. Un sí o un no, un paso adelante o un paso atrás, pueden ser la diferencia entre un camino de éxito o uno de fracaso. Las situaciones inesperadas pueden surgir en cualquier momento, y es en esos momentos cuando debemos tomar decisiones que pueden cambiar el curso de nuestra vida. Un accidente, una enfermedad, una pérdida, pueden ser el catalizador para un cambio radical en nuestra vida.Pero también hay momentos en que debemos tomar decisiones que pueden llevarnos a un futuro mejor. Un nuevo empleo, una nueva relación, un nuevo hogar, pueden ser el comienzo de un capítulo nuevo y emocionante en nuestra vida.En última instancia, la vida es un viaje lleno de giros y vueltas, y es en esos momentos de incert
—No sé de qué tenemos que hablar a solas —dice Xylara, dándome la espalda.Tiene razón, pero esto no se trata de las dos, simplemente tengo que hacer lo que sea para protegernos.—Xylara, sabes perfectamente de qué tenemos que hablar —le digo—. No somos amigas, lo sé. Pero tenemos un problema en común.Xylara se vuelve hacia mí, su rostro tenso y su voz llena de desafío.—¿Qué problema? —pregunta.Me miro a ella con seriedad.—Morax —le digo—. Él es el problema. Y sabes que no solo es un problema para ti, sino también para mí.Xylara me mira con ira y dolor.—Eso es tu problema —dice—. Morax te quiere matar a ti, no a mi.Me acerco a ella, mi voz firme pero suave.—No, Xylara —le digo—. Morax es un problema para ambas. Y si no trabajamos juntas para detenerlo, nos destruirá a ambas.Xylara me mira con escepticismo, pero puedo ver la duda en sus ojos. Sabe que tengo razón, pero no quiere admitirlo.—Tú y yo trabajando juntas —dice Xylara, su voz llena de desdén—. Eso nunca. Y menos des
Me paro frente a la ventana, mirando hacia el exterior con una expresión pensativa. Xylara se sienta en una silla, observándome con una mezcla de curiosidad y desconfianza.—Es decir que los rumores eran ciertos —dice Xylara, su voz llena de acusación.No me vuelvo hacia ella, sigo mirando hacia el exterior.—Que escuchaste exactamente, Xylara—respondo, mi voz suave y calmada.Xylara se inclina hacia adelante, su rostro tenso.—Hay rumores de que tú liberaste a Morax para que matara a Venco —dice Xylara, su voz llena de incredulidad—. Y así, tú podrías vengar la muerte de toda tu manada.Me vuelvo hacia Xylara, mi rostro sereno.—Los rumores tienen algo de verdad —digo—. Solo que la diferencia es que yo pensaba que Venco era Morax. No tenía ni idea de que eran gemelos.Xylara me mira con sorpresa.—¿Por qué huiste? —pregunta Xylara.Me vuelvo hacia la ventana de nuevo, mirando hacia el exterior.—Había hecho muchas cosas —digo—. Y cuando descubrí la verdad... y Venco también descubrió
Me acerco a la manada con Venco a mi lado, y de inmediato siento la mirada de todos sobre nosotros. Me siento abrumada, como si el peso de la desaprobación colectiva estuviera sobre mis hombros. Me siento cohibida, incómoda por lo que hice, y las miradas recriminatorias que me juzgan no ayudan a mejorar mi estado de ánimo. Entiendo que tienen razón en juzgarme, pero no puedo evitar sentirme herida por la forma en que me miran. Es como si ya no fuera parte de la manada, como si hubiera perdido mi lugar entre ellos. La sensación de rechazo es dolorosa, y me siento vulnerable y sola.Instintivamente, aprieto la mano de Venco, buscando consuelo y apoyo. Pero aunque él no me suelta, no puedo evitar sentir que ya no soy la misma para la manada. La forma en que me miran, la forma en que me tratan, todo parece haber cambiado. Y eso me pone muy mal. Me siento como si estuviera caminando sobre un terreno inestable, sin saber qué pasará a continuación.—¿Por qué estás tan ansiosa? —me pregunta,
Entro en la habitación de la madre de Venco, y el silencio es palpable. La mujer está sentada en una silla, con un crochet en la mano, trabajando en un proyecto de costura. No me mira, no me saluda, simplemente me ignora. Me siento incómoda por un momento, pero decido no dejar que el silencio me intimide. Me acerco a la silla que está frente a ella y me siento, respirando profundamente antes de hablar.La madre de Venco sigue trabajando en su crochet, sin levantar la mirada hacia mí. El silencio es tan incómodo que puedo sentir cómo el aire parece pesar sobre nosotros. Pero no me rindo. Estoy decidida a hablar con ella, a tratar de encontrar una manera de comunicarnos. Respiro profundamente de nuevo, preparándome para hablar. La madre de Venco sigue ignorándome, pero yo sé que no puedo dejar que eso me detenga.Me tomo un momento para respirar profundamente antes de hablar. La madre de Venco sigue trabajando en su crochet, sin levantar la mirada hacia mí.—Quiero pedirte perdón —le di
Estoy sentado en la sala con Thane, Orion, Kaid y Cait. Ya hemos discutido nuestra estrategia para enfrentar a Morax, pero todavía hay algunas dudas.—Crees que eso funcionará? —pregunta Cait, su voz llena de escepticismo.—No tenemos otra opción —respondo, tratando de mantener la calma—. Es nuestro mejor plan.—Pero ¿no sería mejor ir a buscarlo y enfrentarlo directamente? —pregunta Thane, su voz llena de confianza.—Eso llevaría mucho tiempo —explico—. Morax se mueve constantemente, es difícil de rastrear. Y si lo encontramos, no sabemos qué tipo de trampa nos tendrá preparada.—Pero ¿qué pasa si nuestra... distracción no funciona? —pregunta Orion, su voz llena de dudas.—Tenemos que confiar en que sí funcionará —respondo, tratando de mantener la confianza—. No tenemos otra opción.—Pero ¿qué hay de los riesgos? —pregunta Kaid, su voz llena de preocupación—. ¿Qué pasa si Morax descubre nuestro plan?—Tenemos que estar preparados para cualquier cosa —respondo, tratando de mantener la
Recuerdo aquellos días en la cueva con Ocaso como si fueran ayer. Estábamos alejados de todo, solo nosotros dos, y era como si el tiempo se hubiera detenido. La forma en que ella se movía, con una gracia y una elegancia que me dejaban sin aliento, era algo que me fascinaba.Mientras la miraba, sus ojos brillaban con una pasión y una intensidad que me hacían sentir vivo. Y cuando se entregó a mí, fue con un abandono y una pasión que me dejaron sin palabras. Fue como si se hubiera dejado llevar por el momento, sin preocuparse por nada más que por la conexión que compartíamos.En ese instante, su cuerpo se arqueaba bajo el mío, y sus labios se curvaban en una sonrisa de placer. Su voz se quebraba en un susurro de éxtasis, y su cuerpo se estremecía con cada caricia. La conexión entre nosotros era tan intensa que parecía que nada más importaba.Ese momento se ha grabado en mi memoria para siempre, y es algo que no puedo olvidar. Fue un momento de conexión, de pasión, de entrega, y me hizo