Estoy sentado en la sala con Thane, Orion, Kaid y Cait. Ya hemos discutido nuestra estrategia para enfrentar a Morax, pero todavía hay algunas dudas.—Crees que eso funcionará? —pregunta Cait, su voz llena de escepticismo.—No tenemos otra opción —respondo, tratando de mantener la calma—. Es nuestro mejor plan.—Pero ¿no sería mejor ir a buscarlo y enfrentarlo directamente? —pregunta Thane, su voz llena de confianza.—Eso llevaría mucho tiempo —explico—. Morax se mueve constantemente, es difícil de rastrear. Y si lo encontramos, no sabemos qué tipo de trampa nos tendrá preparada.—Pero ¿qué pasa si nuestra... distracción no funciona? —pregunta Orion, su voz llena de dudas.—Tenemos que confiar en que sí funcionará —respondo, tratando de mantener la confianza—. No tenemos otra opción.—Pero ¿qué hay de los riesgos? —pregunta Kaid, su voz llena de preocupación—. ¿Qué pasa si Morax descubre nuestro plan?—Tenemos que estar preparados para cualquier cosa —respondo, tratando de mantener la
Recuerdo aquellos días en la cueva con Ocaso como si fueran ayer. Estábamos alejados de todo, solo nosotros dos, y era como si el tiempo se hubiera detenido. La forma en que ella se movía, con una gracia y una elegancia que me dejaban sin aliento, era algo que me fascinaba.Mientras la miraba, sus ojos brillaban con una pasión y una intensidad que me hacían sentir vivo. Y cuando se entregó a mí, fue con un abandono y una pasión que me dejaron sin palabras. Fue como si se hubiera dejado llevar por el momento, sin preocuparse por nada más que por la conexión que compartíamos.En ese instante, su cuerpo se arqueaba bajo el mío, y sus labios se curvaban en una sonrisa de placer. Su voz se quebraba en un susurro de éxtasis, y su cuerpo se estremecía con cada caricia. La conexión entre nosotros era tan intensa que parecía que nada más importaba.Ese momento se ha grabado en mi memoria para siempre, y es algo que no puedo olvidar. Fue un momento de conexión, de pasión, de entrega, y me hizo
La atraigo hacia mí, mi boca reclamando la suya mientras la guío hacia la pared. Su pierna se apoya en mi brazo, y mi mano se desliza bajo su falda, sintiendo la suavidad de su piel. La calidez de su cuerpo me envuelve, y su aroma me intoxica. Intenta apartarse, pero mi fuerza y mi pasión la mantienen cerca.Mi lengua explora su boca, y sus manos se crispan en mi pecho. Mi piel se estremece bajo su tacto, y mis músculos se tensan. Su contacto me enciende, y mi deseo por ella se intensifica.Ocaso es irresistible, y desde el momento en que la conocí, supe que estaba perdido. Su presencia me ha conquistado, y ahora es una parte integral de mi ser. En este momento, nada más importa que ella y yo, unidos en este abrazo apasionado.—Venco mi amor, no podemos seguir—la suelto, rompiéndole la camisa que deja libre el sostén de encaje morado que tiene puesto.Elevo la ceja antes de mirarla y embozar una leve sonrisa que la hace separar los labios en busca de aire.—Te deseo y tu a mí, no te p
Estoy acostada junto a Venco, sintiendo su calor y su presencia. Recuerdo la noche anterior, cómo mi cuerpo se rindió a su pasión, cómo me hizo sentir viva, deseada y amada. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que mi cuerpo aún está relajado, recordando la intensidad de la noche. Mientras pienso en esto, recuerdo cómo intenté levantarme e ir a mi habitación, pero mi cuerpo no me respondió. Me río para mis adentros, recordando la sensación de exhausta, de haber dado todo de mí. Sin embargo, esa sensación de agotamiento ahora se siente gratificante, ya que sé que fue el resultado de una noche inolvidable.Siento su mano en mi cintura, su dedo trazando círculos suaves en mi piel. Me estremezco, recordando la noche anterior, cómo me hizo sentir. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que su toque me hace sentir segura, protegida y amada. Pienso en cómo me siento ahora, en cómo Venco me hace sentir. Es como si hubiera despertado algo dentro de mí, algo que no sabía que existía. Me siento viva, me
—Entonces, ¿qué me dices? —pregunta Venco, su mirada llena de seriedad—. ¿Te casas conmigo mañana mismo?Me quedo con la boca abierta, sorprendida por su proposición.—No juegues con eso, por favor —digo, mi voz llena de emoción—. No es algo que se pueda tomar a la ligera.Venco se acerca a mí, su rostro serio.—No estoy jugando —dice—. En verdad, quiero convertirte en mi esposa. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.Me siento abrumada por sus palabras, y mi corazón late con emoción.—Venco, tenemos muchos problemas —digo, mi voz llena de preocupación—. Muchos. Tu hermano es el mayor de todos, es tu peor enemigo, y no creo que una boda en este momento sea lo más adecuado.Venco me toma la mano, su apretón suave pero firme.—No me importa lo que piense tu padre —dice—. No me importa lo que piense nadie. Lo que me importa es lo que siento por ti, y lo que siento es que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.Me siento conmovida por sus palabras, y mi corazón lat
Sigo a la mujer, mi corazón latiendo con emoción y curiosidad. Ella corre con rapidez y sigilo, y yo la sigo de cerca, tratando de no perderla de vista. La mujer se detiene frente a una puerta que parece normal, pero cuando la abre, revela un pasaje secreto que se extiende en la oscuridad. Mi instinto me dice que debo seguir a esta mujer, que puede ser un enemigo que Morax mandó para investigar. Me imprimo velocidad a mis pies y corro detrás de ella, mi respiración agitada por el esfuerzo.La mujer corre con rapidez a través del pasaje secreto, y yo la sigo de cerca, tratando de no perderla de vista. El pasaje es estrecho y oscuro, y yo tengo que estar atenta para no tropezar con nada. La mujer se detiene de repente y se vuelve hacia mí. Por un momento, nuestros ojos se encuentran, y yo puedo ver la sorpresa y la curiosidad en su mirada. Pero luego, ella se da la vuelta y sigue corriendo, y yo la sigo de cerca. Mi corazón late con emoción y curiosidad. ¿Quién es esta mujer? ¿Qué está
Me encuentro parada en el balcón de mi habitación, mirando a la nada, perdida en mis pensamientos. La brisa suave me acaricia el rostro, pero no logra distraerme de mis preocupaciones. De repente, escucho la voz de mi padre detrás de mí.—Buenos días, Xylara —dice, su voz cálida y familiar.Me doy la vuelta y sonrío débilmente.—Buenos días, padre —respondo.Mi padre se acerca a mí y se detiene a mi lado, mirando hacia el horizonte.—Necesitamos hablar —dice, su voz seria.Me siento un poco incómoda, preguntándome qué es lo que quiere hablar.—¿Sobre qué? —pregunto.Mi padre se vuelve hacia mí y me mira con una expresión seria.—Sobre Venco y Morax —dice. —¿Ya has pensado en ayudar a Venco a atrapar a Morax?Asiento con la cabeza.—Sí, ya está decidido —digo. —Voy a colaborar esta vez.Mi padre asiente con la cabeza, una sonrisa de orgullo en su rostro.—Me siento muy orgulloso de ti, Xylara —dice. —Eres una líder nata. Y pronto, cuando te cases...Me interrumpo, sintiendo una oleada
—¿Qué es lo que tienes que decirme sobre Morax? —pregunto a Ryker, mi voz firme.Ryker me mira con una expresión de desdén.—Mi Alfa me envió para ponerte al tanto del plan que tenemos para atraparlo —dice. —Y ya supuestamente vas a ser la carnada.Me siento un poco ofendida por su tono.—No seas imbécil, no seré la carnada —digo, mi voz elevada. —De nada, simplemente voy a colaborar.Ryker se encoge de hombros.—Prácticamente es lo mismo —dice, su voz llena de sarcasmo.Me siento un poco confundida por su actitud.—¿Por qué me hablas de esa manera? —pregunto, mi voz ligeramente irritada. —¿Qué te he hecho para que me trates con tanto desprecio?Ryker me mira con una expresión de indiferencia.—No te he hecho nada —dice. —Simplemente te estoy diciendo la verdad. Eres una herramienta para nosotros, una forma de atrapar a Morax.Me siento un poco herida por sus palabras.—No soy una herramienta —digo, mi voz firme. —Soy una persona, con pensamientos y sentimientos. Y no voy a dejar que