—Entonces, ¿qué me dices? —pregunta Venco, su mirada llena de seriedad—. ¿Te casas conmigo mañana mismo?Me quedo con la boca abierta, sorprendida por su proposición.—No juegues con eso, por favor —digo, mi voz llena de emoción—. No es algo que se pueda tomar a la ligera.Venco se acerca a mí, su rostro serio.—No estoy jugando —dice—. En verdad, quiero convertirte en mi esposa. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.Me siento abrumada por sus palabras, y mi corazón late con emoción.—Venco, tenemos muchos problemas —digo, mi voz llena de preocupación—. Muchos. Tu hermano es el mayor de todos, es tu peor enemigo, y no creo que una boda en este momento sea lo más adecuado.Venco me toma la mano, su apretón suave pero firme.—No me importa lo que piense tu padre —dice—. No me importa lo que piense nadie. Lo que me importa es lo que siento por ti, y lo que siento es que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.Me siento conmovida por sus palabras, y mi corazón lat
Sigo a la mujer, mi corazón latiendo con emoción y curiosidad. Ella corre con rapidez y sigilo, y yo la sigo de cerca, tratando de no perderla de vista. La mujer se detiene frente a una puerta que parece normal, pero cuando la abre, revela un pasaje secreto que se extiende en la oscuridad. Mi instinto me dice que debo seguir a esta mujer, que puede ser un enemigo que Morax mandó para investigar. Me imprimo velocidad a mis pies y corro detrás de ella, mi respiración agitada por el esfuerzo.La mujer corre con rapidez a través del pasaje secreto, y yo la sigo de cerca, tratando de no perderla de vista. El pasaje es estrecho y oscuro, y yo tengo que estar atenta para no tropezar con nada. La mujer se detiene de repente y se vuelve hacia mí. Por un momento, nuestros ojos se encuentran, y yo puedo ver la sorpresa y la curiosidad en su mirada. Pero luego, ella se da la vuelta y sigue corriendo, y yo la sigo de cerca. Mi corazón late con emoción y curiosidad. ¿Quién es esta mujer? ¿Qué está
Me encuentro parada en el balcón de mi habitación, mirando a la nada, perdida en mis pensamientos. La brisa suave me acaricia el rostro, pero no logra distraerme de mis preocupaciones. De repente, escucho la voz de mi padre detrás de mí.—Buenos días, Xylara —dice, su voz cálida y familiar.Me doy la vuelta y sonrío débilmente.—Buenos días, padre —respondo.Mi padre se acerca a mí y se detiene a mi lado, mirando hacia el horizonte.—Necesitamos hablar —dice, su voz seria.Me siento un poco incómoda, preguntándome qué es lo que quiere hablar.—¿Sobre qué? —pregunto.Mi padre se vuelve hacia mí y me mira con una expresión seria.—Sobre Venco y Morax —dice. —¿Ya has pensado en ayudar a Venco a atrapar a Morax?Asiento con la cabeza.—Sí, ya está decidido —digo. —Voy a colaborar esta vez.Mi padre asiente con la cabeza, una sonrisa de orgullo en su rostro.—Me siento muy orgulloso de ti, Xylara —dice. —Eres una líder nata. Y pronto, cuando te cases...Me interrumpo, sintiendo una oleada
—¿Qué es lo que tienes que decirme sobre Morax? —pregunto a Ryker, mi voz firme.Ryker me mira con una expresión de desdén.—Mi Alfa me envió para ponerte al tanto del plan que tenemos para atraparlo —dice. —Y ya supuestamente vas a ser la carnada.Me siento un poco ofendida por su tono.—No seas imbécil, no seré la carnada —digo, mi voz elevada. —De nada, simplemente voy a colaborar.Ryker se encoge de hombros.—Prácticamente es lo mismo —dice, su voz llena de sarcasmo.Me siento un poco confundida por su actitud.—¿Por qué me hablas de esa manera? —pregunto, mi voz ligeramente irritada. —¿Qué te he hecho para que me trates con tanto desprecio?Ryker me mira con una expresión de indiferencia.—No te he hecho nada —dice. —Simplemente te estoy diciendo la verdad. Eres una herramienta para nosotros, una forma de atrapar a Morax.Me siento un poco herida por sus palabras.—No soy una herramienta —digo, mi voz firme. —Soy una persona, con pensamientos y sentimientos. Y no voy a dejar que
Me quedo paralizada mientras Ryker se acerca a mí, su mirada intensa y seductora. No debería estar permitiendo que esto suceda, pero no puedo evitar sentir una atracción hacia él que me hace sentir confundida y vulnerable.Sus labios se posan sobre los míos, y siento un escalofrío recorrer mi espalda. La sensación es intensa, como si mi cuerpo estuviera despertando de un largo sueño. Me siento abrumada por una oleada de emociones que no sé cómo procesar.Ryker profundiza el beso, y yo me siento perdida en la sensación. Es como si mi cuerpo estuviera respondiendo a él de manera automática, sin que mi mente pueda intervenir. Me siento como si estuviera flotando en un mar de sensaciones, sin poder encontrar un punto de referencia.Lo que me sorprende es que la sensación no es tan diferente a la que siento cuando Morax me toca. La misma intensidad, la misma pasión, la misma sensación de perder el control. Me siento confundida y un poco asustada, porque no sé qué significa eso.¿Por qué Ry
—Sígueme—digo con desagrado.—Claro—el imbécil se pone de pie—con permiso.Le dice a mis padres.—Propio.Me siento incómoda mientras camino delante de Ryker, llevándolo a la habitación que ocupará. Puedo sentir su mirada en mi espalda, y no puedo evitar pensar que está mirando mi trasero. Me siento un poco avergonzada y frustrada, no quiero que me mire de esa manera.Trato de mantener la calma y no dejar que mi incomodidad se note. Camino con pasos firmes y seguros, tratando de mantener la distancia entre nosotros. Pero puedo sentir su presencia detrás de mí, y su mirada me hace sentir como si estuviera desnuda.Llegamos a la habitación y me detengo frente a la puerta. Me vuelvo hacia Ryker y trato de sonreír de manera natural.—Esta es su habitación —le digo, tratando de mantener la calma. —Espero que se sienta cómodo aquí.—Me sentiré cómodo si tú duermes conmigo —me dice, sonriendo de manera pícara.—No seas idiota, eso nunca más va a volver a pasar —le respondo, tratando de mante
Me siento en una de las rocas más altas, desde donde puedo ver toda mi manada. El viento me acaricia el pelo y me trae el olor a hierba fresca y a tierra húmeda. Me siento orgullosa de ser la hija única de mi familia, y de que toda la responsabilidad de manejar la manada recaiga en mí.Me siento en la roca, mirando a mi manada, y pienso en mi padre. Siempre me ha entrenado para ser una buena líder, para tomar decisiones sabias y proteger a mi familia. Me ha enseñado a ser fuerte y valiente, y a nunca rendirme. Pero mientras pienso en mi futuro como líder, mi mente comienza a divagar hacia el tema del matrimonio. Sé que es algo que debo considerar, ya que es una parte importante de la vida de una líder de manada. Pero la idea de casarme con alguien que no sea Morax es impensable. Morax es el único hombre que he amado, el único que ha logrado hacer que mi corazón lata con emoción.Me acuerdo de un día en que mi padre me llevó a un lugar tranquilo en el bosque, lejos de la manada. Me sen
Me siento en la roca, mirando hacia el horizonte, con Ryker sentado a mi lado. El silencio entre nosotros es cómodo, pero puedo sentir la tensión subyacente. De repente, Ryker rompe el silencio.—Lo que pasó entre nosotros debes olvidarlo —le digo, tratando de sonar firme y decidida. —por tu bien y por el mío.Pero Ryker no parece estar de acuerdo, pero necesito que lo haga y no le de importancia, para yo tampoco dársela mas de lo que merece.—Primero quiero empezar diciéndote que lamento mi actitud y las cosas que te dije en la noche —me dice, su voz llena de arrepentimiento.Me vuelvo hacia él, mirándolo con escepticismo.—Lamentas llamarme una zorra —le digo, mi voz dura y sarcástica.Ryker suspira, un suspiro arrepentido, y asiente con la cabeza.—Sí, no debí tratarte de esa manera —me dice, su voz llena de remordimiento.Me encoge de hombros, tratando de parecer indiferente.—Es lo que piensas de mí, y está bien, lo acepto —le digo. —De todas formas, tu opinión sobre mí no me int