—¿Se puede saber qué haces tú aquí? —Luck estaba atónito. No podía creer que la mujer con la que había pasado la noche más excitante desde hacía mucho tiempo, fuera nada más y nada menos que la representante de Dina Casiragi.
Miles de ideas atravesaron por su mente, que no lo ayudaban a pensar de manera racional.
¿Pero qué racionalidad podía tener aquello?
Estaba furioso. Una vez más fue víctima de una mujer trepadora, que hacia hasta lo imposible por conseguir su objetivo, sin siquiera importarle su propio matrimonio.
¡Por Dios! Megan era la peor mujer que se cruzó en su camino. Peor que Vanesa.
Con esa carita de ángel, esos labios que no tenían nada que envidiarle a la mismísima Afrodita y ese sensual cuerpo, esa timidez con la que lo sedujo, la desesperación en sus besos, la urgencia en sus
La lluvia caía de manera incesante.El aeropuerto estaba infestado de turistas que aguardaban su vuelo, ya que el término de la temporada veraniega hacía que estos volviesen a sus lugares de origen.Una semana había pasado desde su colisión con aquella mujer que consideró era especial nada más al conocerla.Desde su último encuentro y la discusión de la que fueron participes en el restaurante, no había podido sacarla de sus pensamientos.Para bien o para mal, Megan Casiragi seguía ocupando de manera insistente su mente.Durante esos días, se habían comunicado desde DINAMO ENTRERPRISE para informarle sobre la junta que había convocado la actual presidenta de la empresa. Tenía planeado enviar directamente a Adrián, él ya tenía todas las directivas a seguir, pero fueron claros al indicarle que su presencia era un requerim
La noche había caído sin darse cuenta.Trataba de no pensar en demasía en nada que no fuera su trabajo. Esos ojos azules venían a su mente cada vez que no ocupaba su tiempo, por lo que decidió ir a su casa, tomarse una copa de vino en la tina con sales que le relajen su cuerpo bastante tenso por todo lo había pasado desde que conoció a aquel hombre.Abrió la puerta del penthouse que compartía con Derek y bufó.Era un lugar demasiado lujoso para su gusto, pero a su esposo le encantaba las excentricidades.Ingresó lentamente examinando el salón. Esperaba que a Derek no se le hubiera ocurrido nuevamente sorprenderla de la manera tan estúpida que lo hizo, el día que llegó de su viaje, hace apenas una semana.Una semana atrás…Había tenido un vuelo bastante tedioso y esta
El día de la reunión en la empresa de modas había llegado. Luck asistió con su abogado y quedó satisfecho con los balances actuales y el proyecto que venía en camino: el lanzamiento de una nueva colección.Más allá de querer sacar provecho vendiendo sus acciones, no pudo negar que las ganancias que le daría el conservarlas, eran mayores a largo plazo.Adrián le había recomendado que solicitara una oficina propia en la empresa y que por lo menos, una vez por semana acudan ambos para revisar los avances en cuanto a costos y ganancias que daría aquella nueva colección.En varios momentos de la reunión, se vio tentado en mirar más de lo debido a Megan, y varias veces se sorprendió al notar que ella hacia lo mismo.Se llevó una grata impresión al escucharla con tanta seguridad y tanto conocimiento sobre todo aquello, tanto en mat
Ambos, rápidamente se separaron y entre prisas se acomodaron lo más que pudieron sus prendas.Megan tenía parcialmente desabotonada la blusa y Luck; el saco arrugado y el pelo revuelto.Volvieron a tocar y ambos se miraron con temor.Al no oír respuesta, el visitante abrió lentamente la puerta.Megan entró en pánico, ya que no quería que los empleados corrieran rumores sobre ellos. No era por Derek, sino por ella misma, y aunque quisiera negarlo, por Luck. No quería manchar su imagen de esa manera ni que pensaran cualquier tontería respecto a ellos. Aunque todo lo que pensasen fuera plenamente certero.—OH, OH —escucharon de la persona que sin más se adentró en la oficina—. Creo que interrumpí algo caliente —dijo, mirándolos con los ojos muy abiertos del asombro que le provocó encontrarse a esos dos de una manera demasiad
Megan se separó de manera brusca ante el contacto repentino de Derek. La había tomado por sorpresa y realmente, no se sentía a gusto con aquella situación.Después de haber estado con Luck, haberlo besado y dejado que el hiciera con ella lo que el tiempo le había permitido, no se sentía muy bien besando a su esposo.Quería pensar que era la culpa de estar haciendo lo mismo que el hizo en innumerables ocasiones, pero la realidad le estaba mostrando un panorama demasiado diferente al que le hubiera gustado.La verdad de a poco se dejaba ver, y aunque con ella le mostrara a Megan el poco sentido común que había en todo aquello, no había decidido aun si hacerle caso a la razón o los impulsos que le demandaban su cuerpo, y apostaba a que pronto, también su corazón se vería involucrado si no acababa con todo de una vez.—Derek, necesito que acabemos de
Era una mañana bastante soleada para ser otoño. El cielo parecía querer mostrarle su sonrisa y con ello afirmarle que sería un gran día, y realmente, esperaba que fuera así.Estaba demasiado ansioso y no era para menos. Después de muchos días, volvería a verla y eso lo ponía de un humor bastante bueno.Era el día que habían acordado con Adrián acudir a la empresa para revisar algunos documentos y el avance del proyecto. Ingresaron al edificio, al mismo tiempo que un mensajero entraba con un gigante ramo de rosas rojas.—A alguien le alegrarán el día —menciono Adrián señalando el ramo de rosas—. O tal vez sea una disculpa por un engaño —ironizó.Luck asintió con una sonrisa.—¿Sería muy inapropiado enviarle rosas a Megan? —preguntó.—Demasiado
El restaurante Bellini estaba medianamente concurrido por lo que el ambiente resultaba de lo más relajado, muy contrario al humor que llevaba consigo Luck, después de salir de DINAMO ENTERPRISE hecho furia por aquella portada de revista.No estaba de humor para encontrarse con Bianca; una reconocida modelo, cara de la casa de modas de Dina Casiragi y amiga íntima de Derek.Cuando ingresó al local, ella ya lo esperaba en una mesa retirada de miradas ajenas. Se puso de pie y con un beso en la mejilla, recibió a Luck.Se encontraba bebiendo un vino español que pidió al camarero también le sirviera. Cuando este se hubo retirado, Luck no pudo contenerse.—Debe ser algo importante para que insistieras tanto en verme.Bianca afirmó con un leve movimiento de cabeza.—¿Quieres ordenar primero? —inquirió—. La pasta aquí es exquisita.
Una semana después…—¿Me has llamado, Dina? —Megan ingresó al despacho de su jefa y esta le indicó que tomara asiento.—Tenemos un urgencia y necesito que te ocupes del asunto —dijo sin rodeos su todavía suegra.—¿Qué sucede?—Debes viajar a Milán y revisar el stock de las telas que deben enviarse al taller de la sucursal.—No hay problema; le pediré a mi secretaría que lo prepare todo y saldré mañana mismo —Megan se puso de pie para marcharse y prepararlo todo, pero Dina la detuvo.—No hace falta que te ocupes de nada, querida. Solo de llevar el catálogo de telas y constatar que esté todo en orden para no retrasar la producción. ¡Ah! Y de preparar un pequeño equipaje porque sales esta misma tarde a Milán.—N