El día de la reunión en la empresa de modas había llegado. Luck asistió con su abogado y quedó satisfecho con los balances actuales y el proyecto que venía en camino: el lanzamiento de una nueva colección.
Más allá de querer sacar provecho vendiendo sus acciones, no pudo negar que las ganancias que le daría el conservarlas, eran mayores a largo plazo.
Adrián le había recomendado que solicitara una oficina propia en la empresa y que por lo menos, una vez por semana acudan ambos para revisar los avances en cuanto a costos y ganancias que daría aquella nueva colección.
En varios momentos de la reunión, se vio tentado en mirar más de lo debido a Megan, y varias veces se sorprendió al notar que ella hacia lo mismo.
Se llevó una grata impresión al escucharla con tanta seguridad y tanto conocimiento sobre todo aquello, tanto en mat
Ambos, rápidamente se separaron y entre prisas se acomodaron lo más que pudieron sus prendas.Megan tenía parcialmente desabotonada la blusa y Luck; el saco arrugado y el pelo revuelto.Volvieron a tocar y ambos se miraron con temor.Al no oír respuesta, el visitante abrió lentamente la puerta.Megan entró en pánico, ya que no quería que los empleados corrieran rumores sobre ellos. No era por Derek, sino por ella misma, y aunque quisiera negarlo, por Luck. No quería manchar su imagen de esa manera ni que pensaran cualquier tontería respecto a ellos. Aunque todo lo que pensasen fuera plenamente certero.—OH, OH —escucharon de la persona que sin más se adentró en la oficina—. Creo que interrumpí algo caliente —dijo, mirándolos con los ojos muy abiertos del asombro que le provocó encontrarse a esos dos de una manera demasiad
Megan se separó de manera brusca ante el contacto repentino de Derek. La había tomado por sorpresa y realmente, no se sentía a gusto con aquella situación.Después de haber estado con Luck, haberlo besado y dejado que el hiciera con ella lo que el tiempo le había permitido, no se sentía muy bien besando a su esposo.Quería pensar que era la culpa de estar haciendo lo mismo que el hizo en innumerables ocasiones, pero la realidad le estaba mostrando un panorama demasiado diferente al que le hubiera gustado.La verdad de a poco se dejaba ver, y aunque con ella le mostrara a Megan el poco sentido común que había en todo aquello, no había decidido aun si hacerle caso a la razón o los impulsos que le demandaban su cuerpo, y apostaba a que pronto, también su corazón se vería involucrado si no acababa con todo de una vez.—Derek, necesito que acabemos de
Era una mañana bastante soleada para ser otoño. El cielo parecía querer mostrarle su sonrisa y con ello afirmarle que sería un gran día, y realmente, esperaba que fuera así.Estaba demasiado ansioso y no era para menos. Después de muchos días, volvería a verla y eso lo ponía de un humor bastante bueno.Era el día que habían acordado con Adrián acudir a la empresa para revisar algunos documentos y el avance del proyecto. Ingresaron al edificio, al mismo tiempo que un mensajero entraba con un gigante ramo de rosas rojas.—A alguien le alegrarán el día —menciono Adrián señalando el ramo de rosas—. O tal vez sea una disculpa por un engaño —ironizó.Luck asintió con una sonrisa.—¿Sería muy inapropiado enviarle rosas a Megan? —preguntó.—Demasiado
El restaurante Bellini estaba medianamente concurrido por lo que el ambiente resultaba de lo más relajado, muy contrario al humor que llevaba consigo Luck, después de salir de DINAMO ENTERPRISE hecho furia por aquella portada de revista.No estaba de humor para encontrarse con Bianca; una reconocida modelo, cara de la casa de modas de Dina Casiragi y amiga íntima de Derek.Cuando ingresó al local, ella ya lo esperaba en una mesa retirada de miradas ajenas. Se puso de pie y con un beso en la mejilla, recibió a Luck.Se encontraba bebiendo un vino español que pidió al camarero también le sirviera. Cuando este se hubo retirado, Luck no pudo contenerse.—Debe ser algo importante para que insistieras tanto en verme.Bianca afirmó con un leve movimiento de cabeza.—¿Quieres ordenar primero? —inquirió—. La pasta aquí es exquisita.
Una semana después…—¿Me has llamado, Dina? —Megan ingresó al despacho de su jefa y esta le indicó que tomara asiento.—Tenemos un urgencia y necesito que te ocupes del asunto —dijo sin rodeos su todavía suegra.—¿Qué sucede?—Debes viajar a Milán y revisar el stock de las telas que deben enviarse al taller de la sucursal.—No hay problema; le pediré a mi secretaría que lo prepare todo y saldré mañana mismo —Megan se puso de pie para marcharse y prepararlo todo, pero Dina la detuvo.—No hace falta que te ocupes de nada, querida. Solo de llevar el catálogo de telas y constatar que esté todo en orden para no retrasar la producción. ¡Ah! Y de preparar un pequeño equipaje porque sales esta misma tarde a Milán.—N
Despacio, Luck succionó los labios de ella con delicadeza. Luego se apartó lento, tomó la nuca de Megan y la obligó a reposar su frente sobre la suya.Ambos respiraban pesadamente, manteniendo los ojos cerrados.Luck tragó grueso y se relamió la boca, insatisfecho con aquel beso tan inocente.—No puedo… —susurró ella y él suspiró.—Pero sé que también lo quieres… no te atrevas a negarlo.—No lo haré… —dijo ella y Luck tomó su rostro entre las manos y la obligó a mirarlo.Los ojos de Megan se habían llenado de lágrimas y él comprendió que ella se estaba debatiendo entre hacer lo que deseaba y lo que estaba bien.—Por Dios, Megan… —susurró, sintiéndose culpable—. Ven aquí… —la abrazó con fuerza y M
Megan se atavió con aquel vestido de ensueño y se miró al espejo.En ese momento, luego de contemplar sus ojos brillantes en su reflejo, decidió que era tiempo. Ya no tenía sentido seguir esperando por algo que no sucedería, por alguien que no la quería y a quien también había dejado de querer.Su cuerpo temblaba y su estómago vibraba. Aceptar de una vez que su matrimonio no tenía remedio, logró una paz que hace tiempo no experimentaba y ya no tenía ninguna emoción que trasmitir al respecto. El fracaso dolía, sí. Pero debía aprender a vivir con ello y empezar de nuevo.Caminó dispuesta a ir al sitio pactado mientras su mente viajaba al momento en que conoció a Luck, en aquel bar, en el preciso momento cuando su mundo entero comenzó a derrumbarse.Cuando subió al elevador, cerró los ojos y guard&oac
Luego de admirarla como un lobo hambriento, fijó su mirada en aquellos ojos que llevarían a cualquiera a la demencia absoluta y esos labios tan provocativos que deseaba besar y succionar hasta perderse en el delirio del placer. Luck se estaba volviendo loco por todas esas fantasías que le estimulaba aquella mujer. Sin previo aviso y buscando la comodidad de la cama, se acercó a ella, la cargó entre sus brazos y depositó su frágil cuerpo sobre las sábanas. Luck se deleitó con la visión que le ofrecía esa hermosa mujer. Se colocó en el extremo de la cama para admirarla mejor y grabar en su memoria cada tramo de piel, cada curvatura de su cuerpo y los lugares más preciosos de su perfecta anatomía. Su interior rugía por la sed que le provocaba verla de aquella manera y necesitaba de modo urgente fundirse con ella, que fueran uno de una vez por todas. Ni en sus más remotos sueños, Luck se había imaginado que la tendría de aquella manera