Bruno, la dejó sobre la cama, y sin dejar de mirarla se deshizo del calzado, un par de minutos después la ropa de ambos había desaparecido, y estaban envueltos en un enjambre de besos y caricias, ella estaba asombrada y complacida, al sentirse acariciada por él, de aquella manera, con tanta sensualidad, casi con veneración, como si no pudiese creer que aquello estaba sucediendo, que realmente ella estaba allí entre sus brazos.Los masculinos labios la acariciaron ella arqueó la espalda, se aferró a él, en busca del autocontrol que iba perdiendo , hacía un vago intento de aferrarse al control de sus emociones, pero el placer estalló frente a sus ojos y atravesó su cuerpo como una corriente eléctrica, arrancándole la respiración.Sintió como si de pronto hubiesen arrancado todo el aire de sus pulmones, como si hubiese sido arrojada al vacío, como si su corazón se detuviese y todo dejase de existir, todo, menos el placer que la inundaba. Bruno, se quedó observando atento a su cara, delei
La verdad es que habían dormido muy poco. Después de que llamara a su casa para informar que no iría y que su madre no se preocupara, se había colocado una camisa de Bruno y él unos short, habían ido a la sala y comido los sándwiches que ya estaban fríos, luego de eso habían tomado una rápida ducha y habían iniciado a ver una película, que no duró nada en ser ignorada, ya que nuevamente las prendas habían desaparecido y volvían a encontrarse en el arte de amar.Aún así, Emely, despertó temprano, con el cuerpo deliciosamente dolorido. Se colocó nuevamente una camisa de él y había dedicado tiempo a preparar un delicioso desayuno, con variedad de alimentos, pues seguramente Bruno amanecería tan hambriento, cómo ella misma lo estaba.Volvió a la habitación y lo encontró aún dormido, lo observó por algunos minutos, su rostro relajado y sereno, su boca entreabierta, su fuerte pecho, la sábana cubriendo sus partes más íntimas y sus poderosas piernas descubiertas.Bruno, tenía un cuerpo muscu
Mateo, atravesó la entrada de la casa de su madre. Se sorprendió al encontrar en automóvil de Emely estacionado. ¿Estaba ella allí a esas horas?, su sorpresa fue mayor cuándo descubrió que la casa estaba a oscuras y parecía estar vacía. Su mirada fue al segundo piso y se encontró con las luces encendidas.¿Estaba Emely con Luciana y Bruno?Hacía mucho tiempo que ya no hablaba con su hermano, pero decidió subir y averiguar lo que estaba ocurriendo.Llamó al timbre un par de veces pero no obtenía respuesta, lo que no hacía más que inquietarlo, cuándo la puerta se abrió, la cara de sorpresa de Bruno, fue evidente. Estaba sin camisa, con el cabello alborotado y solo unos short. ¿Había interrumpido un momento de pasión con Alexa?, si era así, ¿Qué hacía allí el automóvil de Emely?—Hola, lamento mucho molestarte.—¿Qué sucede?— preguntó él cortante.—He venido a visitar a mi madre pero la casa está a oscuras. No entiendo.—La tía Melisa se puso mal y está en el hospital, madre fue con ella
—¿QUÉ HACES TÚ EN MI CASA?— gritó furiosa, Alexa.—Hasta dónde sé, tú decidiste irte— se cruzó de brazos— por lo tanto, no es tú casa— sonrió burlona.—¡NO LO PUEDO CREER!— le gritó furiosa, entrando al lugar. Para luego recorrerla con la mirada—¡ESTÁS DESNUDA!—Tampoco exageres. Llevo una camiseta.—¿Te acostaste con mí hombre?— preguntó en tono susurrado y amenazador.—Sigues hablando del pasado, no es tú hombre. Ahora, es mío.— Emely, sintió dolor cuándo la mano de Alexa, se estrelló contra su mejilla.—¡MALDITA ALIMAÑA VENENOSA!— le gritó furiosa con los ojos llenos de lágrimas. Emely, la miró y sonrió con malicia.—¿Qué sucede, Alexa?, ¿ porqué te duele tanto?, se supone que tú decidiste irte.—Ese no es tu problema, desgraciada, aprovechaste mi ausencia para meterte por los ojos de Bruno.—Si somos sincera, él ya me había visto hacía mucho, pero tu presencia y por respeto a ti, debo acotar, no se había atrevido a llegar a más, pero mira las vueltas que da la vida— sonrió— tú, de
Después de un día bastante ajetreado y anunciarle a su madre que aquella noche y posiblemente la siguiente tampoco dormiría en casa, pero que podía contactarla al celular a cualquier hora, si lo deseaba.Llegó a casa de Bruno con tiempo suficiente para preparar la cena, optó por una pasta cuatro quesos y preparó un coctel sin alcohol, se vistió con un hermoso vestido negro, ajustado a su cuerpo y que dejaba su espalda libre, su cabello en el alto moño para mostrar el lindo detalle de su vestido.—Huele delicioso— dijo en cuánto abrió la puerta, Emely, le sonrió.—Emely, está en la cocina, cariño.—Es evidente— le sonrió, dejó su bolso de trabajo sobre el mueble, al igual que el casco de su motocicleta y caminó hasta ella la rodeó en un abrazo y se inclinó hasta ella para besarla. Emely, rodeó su cuello y se puso de puntillas, para poder besarlo a sus anchas. Besarlo, era delicioso, cada vez que lo besaba resultaba en una experiencia totalmente diferente, pero igual de deliciosa.—¿Qué
El viernes por la mañana Liliana y Luciana, llamaron a Bruno, para comunicarle que aquella misma tarde, regresarían a casa, afortunadamente Melisa se encontraba mejor y Liliana más tranquila como para regresar a casa.Bruno, colgó la llamada y se giró hacia Emely, quién sonreía con tristeza.—No te preocupes, cariño— se acercó a él y lo abrazó— todo estará bien.—¿Cómo estará todo bien si no dormirás conmigo?— la abrazó con fuerza como queriendo llenarse de la esencia de ella.—Eso te dará tiempo de extrañarme un poco.— le dijo con ternura.—Por todos los cielos, ni siquiera me he ido de casa y ya te estoy extrañando con locura, ya el día no será tan agradable, sé que al volver a casa no estarás esperando— la besó con pasión— esto realmente duele.—Si, pero tendremos a Liliana y a Lucy de regreso, una por otras cariño— besó sus labios fugazmente— éstos días han sido idílicos, pero sabíamos que no serían eternos. Pero, regresaré está noche y juntos hablaremos con ellas, no quiero dejar
En cuanto llegó a casa, Lisbeth la recibió con un ligero golpe.—¡Ingrata, hasta que te dignas en aparecer!— le dijo fingiendo enojo.—Eres una exagerada, siempre hablamos— rodó los ojos— no te hagas como la que no sabe nada de mí.—Esta semana no es que hayamos hablado mucho qué digamos, tu ardiente hombre sí que sabe mantenerte ocupada. — le dijo con picardía.—Lucy y Liliana, han llegado— dijo con un suspiro triste— no me malinterpretes, estoy feliz de que volvieran pero, tan triste también, extrañaré mucho dormir con él.—¿Dormir?— preguntó burlona— no me quieras ver la cara de idiota, Emely Simmons, lo menos que hacías era dormir.—Lo digo muy en serio, obviamente extrañaré lo pasional que son las noches a su lado pero, de verdad. . . creo que me he acostumbrado a que me abrace contra su pecho para dormir, a sus caricias en el cabello, a la manera en la que cuenta mis lunares para entretenerse, en cómo acaricia mi espalda, o la manera juguetona en la que me da nalgadas cuando se
La boda de Lisbeth y Manuel, había sido preciosa, Emely, no pudo evitar un par de lágrimas, la felicidad de su amiga repercutía profundamente en ella, verla radiante, tan llena de luz no había hecho más que hacerla sentir feliz.Durante la recepción, Bruno entrelazó sus dedos y le besó el dorso de la mano.—Estás muy sensible el día de hoy, cariño— le dijo en tono afectuoso.—De verdad estoy feliz por Lis, se merece toda la dicha que está recibiendo. Siempre hablábamos de lo romántica que yo era, y lo práctica que solía ser ella, por eso siempre juramos que yo me casaría primero— sonrió con tristeza— pero estoy feliz de que haya sido ella, las predicciones no acertaron pero realmente no importa, cuándo puedo ver lo feliz que es al lado de Manuel.—Son una pareja maravillosa— dijo él con ternura.—Seguramente tú serás una novia más bonita, Em— le dijo la niña, entonces Emely sonrió y bajó la mirada a sus manos, suspiró pesadamente antes de volver a levantarla.—Seguramente, tesoro— le