Luciana estaba acostada cómodamente en su habitación, rodeada de colores y hojas con muchos dibujos, cuándo la puerta se abrió de golpe, se levantó rígida al percatarse que se trataba de Alexa.—Hola, tía. — dijo suavemente.—Eres una pequeña traidora, Luciana— la miró con desprecio.—¿Qué?— la niña no comprendía, sus ojos se abrieron enormes.—Traidora, quiero saber, ¿Cómo es que llega una recién aparecida y tú vas llamándola tía?— la miró fijamente, estaba enojada.—Yo. . . yo. . . es la novia del tío, ella dijo que podía llamarla tía. . .—¿Cómo a mí?, ¿ o sea que ella es como yo?— preguntó furiosa.—No, no. Tu eres la novia de papá, ella es la novia del tío y. . .—Escuchame muy bien, niñita tonta— la miró con desprecio — No me gusta esa mujer, no quiero que te acerques a ella, mantente alejada. ¿Lo entiendes?—Pero. . .—Esa mujer no es tu tía, no lo es y nunca lo será, así que no vuelvas a llamarle tía, no es tu tía. ¿Entiendes?, ¡No es tu tía!— la niña la miró aterrorizada, con
Estudiar. . .Fin de Semestre. . .Exámenes finales. . .Estudiar. . .Fin de Semestre. . .Exámenes finales. . .Se sentía agotada en extremo, cansada de tanta teoría y números, su cabeza dolía y sus ojos pedían descanso inmediato.—¡Necesito algo que calme mi migraña!—Emely, estaba frente al computador, mientras se daba un masaje en las sienes—¡Me va a estallar la cabeza!—Hija mía— le dice Elena— deberías tomar un descanso.—Debería — dice suspirando— pero no quiero, éste exámen es muy importante madre, gran parte de la nota está en éste exámen.—Lo sé, cariño— colocó ambas manos en sus hombros— pero con clavarte frente al computador sin descanso, lo único que lograrás es que mañana al presentar el exámen tengas migrañas peor.—Tomaré un descanso de cinco minutos.— dijo después de pensarlo.Así se dispuso mientras envolvía hielo en un pañuelo y los colocaba en sus agotados ojos.—Eso te ayudará mucho.—Eso espero, madre. . . he tomado una decisión, quiero retomar mis clases de danz
En cuanto Emely entró a su casa dejó el balde de helado en la nevera, dos minutos después escuchó el motor de la motocicleta y contuvo las lágrimas mientras el sonido se hacía distante.Si, había sido de muy mala educación dejarlo solo fuera de la casa pero, se sentía terriblemente decepcionada de él, y es que, o sea, le costaba mucho creer que Mateo había desconfiado de ella, al punto de ir a su casa con un balde de helado, solo como excusa para confirmar que estuviese en su casa.—¿Todo bien, hermana?— la dulce voz de su hermana menor llegó hasta ella.—Eh, si. . .si claro, Camille, todo bien. Voy. . . a mí habitación debo seguir estudiando. — Decidió que necesitaba algunos minutos solo para despejar su cabeza y volver a concentrarse.Habían pasado unos diez minutos cuándo su celular timbró, anunciando un mensaje."Realmente lo siento, mi amor"Emely, vió el mensaje sin comprender, el por qué era tan inseguro. A ella también la habían traicionado, también tuvo una relación que no fu
¡Oh Dios mío, alguien había llegado!Emily pensó en que hubo la posibilidad de que los encontraran en la sala de la casa, en proceso de hacer el amor y se sintió avergonzada.Emily, corrió a la habitación, en cuanto entró cerró la puerta tras ella y fue al cuarto de baño para vestirse, podría ser Liliana y sería terriblemente vergonzoso que la encontrará medio desnuda en su habitación.Después de vestirse pasó las manos aún temblorosas por su cabello intentando peinarse un poco. Se miró al espejo y sintió un poco de vergüenza, sus labios estaban rojos e hinchados, su cuello, estaba enrojecido en algunas partes y en ese preciso instante, odió tener una piel tan delicada. Respiró profundo varias veces para intentar calmarse.—¡Estás loca, Emily Simmons!— se reprendió a sí misma, pensando en que pudo haber llegado alguien sin que hubiese sido escuchado, y el calor cubrió su rostro nada más de imaginarse que algún integrante de la familia, pudiese haberlos encontrado en esa posición en la
—¿Qué sucede, papito?— preguntó Luciana. — Te haz puesto muy triste.—Una mala noticia, mi amor— la acercó a él, abrazándola con fuerza, sintiendo el peso de la tristeza en sus hombros. No lloraba, hacía mucho que había dejado de llorar, hacía mucho que había dejado de reír, de expresarse, su carácter se había endurecido demasiado.—¿Bruno, está todo bien?— le preguntó Alexa, pero él ni levantó la vista hacia ella.—Murió mi abuela, cariño— su voz mostraba dolor, aunque su cara no expresará absolutamente nada.—¡Oh, Bruno!— caminó hasta él — permíteme abrazar a papi, tesoro— Luciana levantó la vista, el rostro de su madrastra no expresaba para nada la dulzura de sus palabras. Sintiendo tristeza, se alejó, permitiéndo que ella abrazara a su padre, quién solo se recargó de ella, pero no lloró — ¿Iremos?—No puedo — se alejó y volvió a abrazar a su hija y luego suspiró. Luciana no se sentía afectada, no conocía personalmente a la abuela de su padre, pero le ponía triste, que su padre est
—¡ERES UNA ESTUPIDA, INGRATA, MALA AMIGA, TE ODIO!— gritaba Lisbeth, mientras entraba como torbellino a su habitación.—¡LIS!—le respondió saltando de la silla frente al computador para abrazarla.—¡NI SE TE OCURRA TOCARME!—dijo furiosa y Emely se detuvo de inmediato—¡Lis. . . lo siento!— se disculpó mirándola tiernamente.—A mi no me pongas esa tonta mirada— la señaló con el dedo— ésta vez, no te va a funcionar Emely Simmons.—Lis. . .—Eres la peor de las amigas— la golpeó sin fuerza en el hombro — nunca me imaginé que me cambiarías por un hombre — tomó una almohada de la cama, para comenzar a golpearla—¡ Eres ingrata, ya no te quiero, no te quiero, no te quiero!—Lo siento, lo siento, lo siento. No existe una sola cosa en el mundo, que pueda decir para justificarme— Lisbeth, dejó de golpearla, arrojó la almohada a la cama, y se sentó — No lo puedo creer, Em, en serio. Me tienes demasiado olvidada, ya casi no hablamos por teléfono.—Lo sé — se sentó junto a ella.—Y te extraño. . .
—Esta será nuestra casa, aquí construiremos a tu gusto— la besó el cuello rápidamente —será tu casa, mi amor.—¿Seguro que a tu madre no le molesta que construyamos sobre su casa?— le preguntó sonriendo.—No, de hecho está feliz, ella fue la de la idea. Vamos, sabes que mi madre te adora, como si fueses su hija, mi hermana fue arrebatada de sus brazos estando muy pequeña, siempre ha sufrido esa ausencia, creo que tu llenas ese lugar.—Y me halaga, sabes cuánto la quiero, me siento dichosa de tener una buena relación con mi suegra, eso era importante para mí. Aunque no sé porqué no se la lleva bien con Alexa, ella es la nuera más antigua— rió.—Sabes que esa mujer destruyó el matrimonio de mi hermano, mi cuñada Lorena murió por su culpa — su rostro se ensombreció — y además de eso, no se porta bien con Luciana.—No entiendo como puede ser tan cruel con esa chiquita —dijo con pesar— es tan hermosa y adorable.—La viva imagen de Lorena, por eso la odia.—Es una arpía — dijo Emely furiosa
Aquellas habían sido dos semanas de paz y amor, equilibrando su tiempo entre sus actividades personales y su novio. Decidió que era hora de iniciar algunos preparativos, cómo Mateo había dicho, lo mejor era ir adelantando de a poco, así en cuánto decidieran una fecha, no era necesario hacer todo apresuradamente.—¿Me acompañarán?— preguntó Emely observando a sus amigas de la universidad.—¿No se supone que tenías clases de Italiano?—Preguntó Cristina.—La profesora la ha cancelado, la veremos el jueves. Por favor, acompañenme, esto es importante para mí.—Por supuesto que te acompañamos—aseguró Andrea.—Si es importante para ti, lo es para nosotras.Caminaron durante mucho tiempo, escogiendo telas, las chicas animándola a escoger las más hermosas.—Yo creería que sería bueno que todas las madrinas vistieron del mismo color para el cortejo, pero con la libertad de que cada una lleve su propio modelo.—Eso es hermoso—aseguro Cristina— No es justo para las madrinas que todas lleven el mi