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5/ LA PRIMERA PELEA CON EL JEFE

 Hicimos el amor casi toda la noche, ya que Mark era un buen amante. Cuando mi despertador sonó por tercera vez, tuvimos que saltar de la cama Mark y yo, ya que llegábamos tarde al hospital. 

— Ya llego la señorita — me dijo Johana cuando me vio correr por el pasillo 

Me cambié deprisa la ropa en los vestuarios, cuando me marche  me encontré con la coordinadora muy seria. 

— No quiero saber que te ha pasado, hoy estarás con un médico que acaba de llegar, es el doctor Anderson, está en ginecología, búscalo y preséntate — me dijo 

Me fui a la planta de Ginecología, cuando encontré al doctor nuevo, nos quedamos mirando inmóviles, ya que nos conocíamos muy bien.

  

— Me alegro de volver a verte Katia — me dijo  

— Yo no Robert, me han dicho que tengo que hacer las visitas contigo, profesionalmente hablando — contesté 

Estuvimos haciendo todas las visitas que teníamos programadas, cruzándose  con nosotros en los pasillos Mark. 

— Hola Mark, gracias por darme esta oportunidad  

— A ti por querer trabajar con Mario y conmigo y encima veo que te han puesto a la mejor enfermera del hospital 

— Si, es la mejor trabajando y haciendo otras cosas — contestó Robert , mirándome Mark muy serio

— Es mi hora de descanso, si me dan permiso me retiro a almorzar — les dije  

— Claro, espera Tania que te acompaño, Robert cualquier cosa dímelo — dijo Mark 

Me di la vuelta caminando deprisa por no estar a solas con Mark, sabía que me preguntaría y no me apetecía darle ninguna respuesta. 

— Katia espera un momento — me dijo 

— No tengo nada que decirte de él, si me permites me voy a almorzar con mis amigas, adiós — le contesté

Hasta la hora de descanso, todo estuvo muy tranquilo, menos el encuentro de Mark con Robert y conmigo. 

— A ti te ha pasado algo, — me dijo Johana, cuando ya estábamos sentadas en las sillas de la cafetería almorzando 

— A mi ¿Por qué lo dices? — pregunté 

— Por esos temblores de mano que tienes y la cara que traes 

Antes de contestarle, se sentaron con nosotras Oscar y Héctor. 

— Hola chicas, ¿y Hanna? ¿Aún no ha salido? — preguntaron 

— Creo que está muy liada con el doctor Miller 

Cuando nos quedamos las dos solas Johana volvió a preguntarme, qué me pasaba. 

— Robert Anderson está trabajando en este hospital — le dije 

— No jodas nena, seguro que te buscara — me respondio

— No le ha hecho falta, la coordinadora me ha dado su servicio 

— ¿Katia podemos hablar un momento? — preguntó Mark 

— Ahora no doctor Miller, estoy en mi hora de descanso — conteste

— Te espero entonces cuando acabes el turno en mi coche. 

— ¿Estás liada con Mark? — preguntó Hanna 

— Os dejo, me voy a los vestuarios — les dije 

— Espera que te acompañamos

  

Cuando terminamos el turno, al acercarnos al coche de Johana, me di cuenta de que Mark estaba dentro de su coche esperándome, pero como yo no tenía ganas de discutir, preferí marcharme con mis amigas. Dos días después la coordinadora volvió a darme el servicio de Robert, hicimos casi todas las visitas a los pacientes menos uno en el que hubo un problema, siendo solamente Mark el que podía solventarlo. 

— Katia cariño, busca al doctor Miller y dale estos documentos a ver que te dice

Pregunté a un compañero donde estaba el doctor Miller, indicándose él que lo había visto entrar en su despacho. Me fui hacia su despacho y ya en la puerta me crucé con Mario que salía del despacho. 

— ¿Qué ha pasado con Mark? No creo que sea muy buena idea que entres, está muy enfadado contigo — me dijo 

— Yo no le he hecho nada y ahora permíteme, pero necesito hablar con él — contesté 

Entre en el despacho de Mark un poco nerviosa, no sabía que iba a pasar con él y explicaciones no creía que tuviera que dárselas 

— ¿Qué haces aquí? — preguntó 

— Robert necesita que veas este documento 

— ¿Te lo follas? — me preguntó  

— ¿Qué? 

— Que si follas con él — me gritó sin importarle que lo estuvieran escuchando

Se levantó del sillón y como la vez anterior, echó el pestillo a la puerta pegando su cuerpo al mío, haciéndome sentir su calor mientras mi cuerpo temblaba deseando sus labios y a sus dedos recorriendo cada centímetro mi piel. 

— Mark estoy trabajando y tengo que marcharme 

— Contéstame primero ¿follas con Anderson? ¿Por eso me ignoras? 

Puso su mano en mi nuca, apretando sus labios a los míos obligándome con su lengua a abrir mi boca teniendo que acceder a su beso. 

— ¿Qué relación tenéis con el doctor Anderson? — me preguntó  

— Ninguna — contesté, mientras seguía besándome 

Me tumbo boca arriba en la mesa del despacho, me bajó los pantalones y las bragas metiendo seguidamente dos dedos en mi interior mientras nos mirábamos, haciéndome gemir de placer. 

— Eres mía ¿lo sabes? — dijo 

— Si lo sé, por favor, Mark nos pueden pillar alguien

Saco sus dedos de mi interior, se bajó los pantalones y de una sola estocada me hizo sentirme llena de su miembro, gemimos teniendo que tapar mi boca con mi mano para no gritar cuando sentí un orgasmo que tocó todas mis fibras nerviosas, siendo los orgasmos que tenía con él, cada vez mejor. Segundos después de mí, sentí como su esencia golpeaba mi interior

— Eres mía Katia y no pienso compartir lo que es mío con ningún hombre, me entiendes. 

Cuando se apartó de mí, me senté en la mesa besándonos con deseo. 

—  ¿Qué documentos quieres que vea? — me preguntó, una vez que nos arreglamos la ropa y quitó el pestillo de la puerta 

Lo que quedó de semana, tuve que ser la enfermera de Robert por orden de la coordinadora, aunque a Mark no le sentó nada bien. En el descanso nos reunimos los cinco, mis amigas y Oscar con Héctor sentándose también con nosotros inesperadamente, el doctor Anderson, teniendo casi todos los días discusión con Mark cuando lo veía tan cerca de mi

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