Me desperté a medianoche teniendo su brazo en mi cintura, lo quite muy despacio, me levanté, recogí mi ropa vistiéndome en el salón, salí de su casa cerrando despacio la puerta. Ya en la calle paré un taxi que me llevó a casa de mis amigas donde ya tenía preparado mi equipaje, salí de la casa volviendo a subir al taxi que me estuvo esperando, diciéndole al conductor que me llevara al aeropuerto ya que mi avión salía en pocas horas. Tome algo en la cafetería del aeropuerto, subiendo a mi avión poco después llegando a Seattle muy temprano. Mi teléfono empezó a sonar en cuanto salí del aeropuerto, lo cogi de dentro de mi bolso, miré quien me llamaba y viendo que era Mark contesté — ¿Dónde estás?, cuando me he despertado y he visto que no estabas en la cama, me he vuelto loco buscándote por todo el piso. — Me dijo Mark — Mark lo de anoche no tenía que haber pasado, por favor olvídame y sé feliz, adiós — No Katia, espera no me cuelgues, te quiero y siento todo lo que has tenido que pa
— No te enfades cariño, te prometo que no volverá a pasar más — me dijo — Si tienes la polla dura por mirarme desnuda, es tu problema no el mío — contesté Erik acarició mi pecho con sus nudillos, mientras nos mirábamos fijamente, acercó sus labios mordisqueando mis labios. — Te quiero Katia, te amo mucho cariño y te deseo aún más. Por la noche nos reunimos sentados delante de una hoguera que hicieron los chicos, nos contamos historias de hospital, cosas de nuestra vida, mientras reíamos, bebíamos y mucho. De pronto Erik se puso detrás de mí cogiéndome los hombros con sus manos. Mery se acercó a mí riendo lamiéndome los labios mientras acariciaba mis pechos con sus manos. Estaba tan bebida, que no me daba cuenta de lo que pasaba o estaba a punto de pasar. Al día siguiente me desperté con un fuerte dolor de cabeza, desnuda con el brazo de Erik rodeando mi cintura mientras me miraba. — Buenos días dormilona — me dijo — Buenos días — contesté sonriendo — ¿Dejarás que alguna vez Li
Mientras bebíamos lo que le pedimos al camarero, Mario y Johana quisieron convencerme otra vez para que volviera con Mark, aunque no lo consiguieron. Salimos de la cafetería una hora después acompañándome mi amiga y Mario hasta la casa donde yo vivía con Verónica, viendo a Erik esperándome en la portería, con el semblante de su cara de preocupación, saludando a Johana y a Mario cuando llegamos a donde él estaba, — Ya que estáis en Seattle, ¿qué os parece si os enseño la ciudad y luego vamos a cenar al restaurante favorito de Katia? — les dijo Erik— Te lo agradecemos mucho, pero tenemos que volver, mañana entramos en el primer turno y tenemos que descansar — contestó Mario — marchandose los dos poco después muy serios. — Me tenías muy preocupado ¿Qué ha pasado con ese? — me preguntó Erik cuando nos quedamos solos. — Nada, han venido a verme y sabes una cosa, si quiero casarme contigo — le dije — ¿De verdad? Te quiero muchísimo Katia gracias por hacerme el hombre mas feliz del mun
— Te voy a estimular con mis dedos el ano, relájate Katia — me dijo Liam — No — grite — estáis los tres locos — Katia cariño, cuanto más tranquila estés menos daño te hará Liam — me decía Erik Liam metió un segundo dedo en mi ano masajeando y rotándolo mientras seguía dándome fuertes palmadas. Empecé a excitarme sin saber si sentía dolor o placer o las dos cosas, teniendo un orgasmo como nunca lo tuve, penetrándome Liam en mi ano de una fuerte estocada su miembro haciéndome chillar de dolor placentero. _ Katia dime si te gusta que te folle Liam por el culo cariño — me dijo Erik — Me gusta, dile que no pare por favor Liam se movía cada vez más cogiendo mis caderas empujando para adentrar su miembro hasta el fondo de mi ser, hasta que otro increíble orgasmo me hizo gritar con fuerza haciéndome llorar, corriéndose Liam segundos después. — Preciosa ha sido magnífico, Erik me gustaría repetirlo con Katia — dijo Liam — Estoy muy orgulloso de ti, gracias por ese momento que m
Estando en el quirófano ayudando a la ginecóloga en una cesárea por un parto prematuro, note como mojaba mis bragas dándome un mareo poco después. Me tumbaron en una camilla poniéndome un monitor para escuchar los latidos de mi corazón, apareciendo minutos después Erik en la sala donde yo estaba. — ¿Qué pasa cariño? — me preguntó — Nada me he mareado, estoy esperando a la ginecóloga — respondíCuando la doctora llegó, yo ya estaba tumbada en una camilla, la doctora me hizo abrir las piernas para mirándome y palpar en mi interior. — Es el DIU que llevabas puesto, te lo he quitado Katia porque tienes una pequeña infección, antes de vuestra boda te pondré otro, descansa unos días, y tú Erik utiliza condones porque me supongo que por ahora no queréis familia — nos dijo Como tenía que descansar unos días, hablé con Erik para poder ir a Florida y así estar unos días con mis amigas. aunque no le gusto mucho la idea, me dejó marchar sin ponerme ningún impedimento El día que iba a marchar
Cuando me lo dijo, la que se quedó perpleja fui yo, Erik y yo hacíamos el amor con condón, o sea que era imposible, empecé a pensar cómo podía haber sucedido, acordándome de las noches que pasamos juntos Mark y yo sin tomar ninguna precaución, pero sabía que Erik no se podía enterar por nadie si no era por mi. — Hola cariño, doctora ¿Cómo está mi mujercita? ¿ya te ha puesto el DIU, la doctora? — me preguntó Erik — No puede Erik, estoy embarazada — le dije sin rodeos — ¿Cómo?, si tomamos precauciones — me dijo Erik — Puede ser Erik, un condón roto que no os hayáis dado cuenta, juegos eróticos, infinidad de cosas que pasan y no os habéis dado cuenta. Felicidades pareja, un hijo siempre es una bendición. — nos dijo Nos casamos dos días después como Erik deseaba, una boda privada solamente con Liam y Mery como padrinos. El viaje de novios fue a las bellas islas de Cancún acompañándonos los padrinos, visitamos parte de las Islas, nos bañamos en sus magníficas playas, paseamos Erik y
— Es mi mujer Liam y con contrato o sin él, me tiene que hacer caso, será mejor que no te entrometas en esto — contestó ErikCuando vi entrar a la mujer de la playa en la habitación,intente marcharme del dormitorio, pero Erik rodeo mi cintura con su brazo, sentándome en uno de los sillones que había en la pequeña terraza, acercando su cara a la mía con el semblante muy serio— Es mejor, si quieres ser su sumisa que admitas su mundo, tu marido te quiere muchísimo — me dijo LiamCuando terminaron de follar mi marido con la mujer en nuestra cama, la mujer se marchó del dormitorio, mientras mi marido se quedó mirándome muy serio poniéndose de rodillas delante de mí, — Te amo, esto ha sido un pasatiempo, o aceptas mi mundo o lo pasarás muy mal, yo soy lo que ves, nunca querré a una mujer como te amo a ti celosa, ahora te haré el amor a ti. Los dos días que nos quedaban, no salimos de la habitación, hicimos el amor hasta caer agotados, me amo mi marido con deseo y con la pasión de un re
Cuando salimos del baño, Erik me dio una fuerte palmada en el culo, viendo como Mark se levantó rápidamente de la silla para decirle algo a Erik por haberme hecho daño cuando me dio la palmada— ¿Bueno Katia y Erik, estáis bien para irnos a tomar algo al club? — dijo Johana para evitar que Mark se enfrentará con Erik En el club estuvimos casi toda la noche , conociendo mi marido a una mujer rubia, con tetas gordas y un cuerpo de barbie, cuando se acercó a la barra para pedir una bebida, acercándose luego a donde yo estaba sentada. — Cariño, vuelvo enseguida, — me dijo — ¿Ese es el juego? No sé Katia, pero creo que te equivocastes — me dijo Johana — ¿Cómo estás?, — me preguntó Mark — Bien y tu ¿tienes novia? — pregunté — No aún te sigo amando y por lo que veo ya te he perdido para siempre — me dijo, dirigiendo su mirada a mi abultado vientre — Mark, ten fe que el circo aún no ha terminado y cuando menos te lo espera te pica un mosquito — dijo Johana riéndose — ¿Qué quieres dec