— Te voy a estimular con mis dedos el ano, relájate Katia — me dijo Liam — No — grite — estáis los tres locos — Katia cariño, cuanto más tranquila estés menos daño te hará Liam — me decía Erik Liam metió un segundo dedo en mi ano masajeando y rotándolo mientras seguía dándome fuertes palmadas. Empecé a excitarme sin saber si sentía dolor o placer o las dos cosas, teniendo un orgasmo como nunca lo tuve, penetrándome Liam en mi ano de una fuerte estocada su miembro haciéndome chillar de dolor placentero. _ Katia dime si te gusta que te folle Liam por el culo cariño — me dijo Erik — Me gusta, dile que no pare por favor Liam se movía cada vez más cogiendo mis caderas empujando para adentrar su miembro hasta el fondo de mi ser, hasta que otro increíble orgasmo me hizo gritar con fuerza haciéndome llorar, corriéndose Liam segundos después. — Preciosa ha sido magnífico, Erik me gustaría repetirlo con Katia — dijo Liam — Estoy muy orgulloso de ti, gracias por ese momento que m
Estando en el quirófano ayudando a la ginecóloga en una cesárea por un parto prematuro, note como mojaba mis bragas dándome un mareo poco después. Me tumbaron en una camilla poniéndome un monitor para escuchar los latidos de mi corazón, apareciendo minutos después Erik en la sala donde yo estaba. — ¿Qué pasa cariño? — me preguntó — Nada me he mareado, estoy esperando a la ginecóloga — respondíCuando la doctora llegó, yo ya estaba tumbada en una camilla, la doctora me hizo abrir las piernas para mirándome y palpar en mi interior. — Es el DIU que llevabas puesto, te lo he quitado Katia porque tienes una pequeña infección, antes de vuestra boda te pondré otro, descansa unos días, y tú Erik utiliza condones porque me supongo que por ahora no queréis familia — nos dijo Como tenía que descansar unos días, hablé con Erik para poder ir a Florida y así estar unos días con mis amigas. aunque no le gusto mucho la idea, me dejó marchar sin ponerme ningún impedimento El día que iba a marchar
Cuando me lo dijo, la que se quedó perpleja fui yo, Erik y yo hacíamos el amor con condón, o sea que era imposible, empecé a pensar cómo podía haber sucedido, acordándome de las noches que pasamos juntos Mark y yo sin tomar ninguna precaución, pero sabía que Erik no se podía enterar por nadie si no era por mi. — Hola cariño, doctora ¿Cómo está mi mujercita? ¿ya te ha puesto el DIU, la doctora? — me preguntó Erik — No puede Erik, estoy embarazada — le dije sin rodeos — ¿Cómo?, si tomamos precauciones — me dijo Erik — Puede ser Erik, un condón roto que no os hayáis dado cuenta, juegos eróticos, infinidad de cosas que pasan y no os habéis dado cuenta. Felicidades pareja, un hijo siempre es una bendición. — nos dijo Nos casamos dos días después como Erik deseaba, una boda privada solamente con Liam y Mery como padrinos. El viaje de novios fue a las bellas islas de Cancún acompañándonos los padrinos, visitamos parte de las Islas, nos bañamos en sus magníficas playas, paseamos Erik y
— Es mi mujer Liam y con contrato o sin él, me tiene que hacer caso, será mejor que no te entrometas en esto — contestó ErikCuando vi entrar a la mujer de la playa en la habitación,intente marcharme del dormitorio, pero Erik rodeo mi cintura con su brazo, sentándome en uno de los sillones que había en la pequeña terraza, acercando su cara a la mía con el semblante muy serio— Es mejor, si quieres ser su sumisa que admitas su mundo, tu marido te quiere muchísimo — me dijo LiamCuando terminaron de follar mi marido con la mujer en nuestra cama, la mujer se marchó del dormitorio, mientras mi marido se quedó mirándome muy serio poniéndose de rodillas delante de mí, — Te amo, esto ha sido un pasatiempo, o aceptas mi mundo o lo pasarás muy mal, yo soy lo que ves, nunca querré a una mujer como te amo a ti celosa, ahora te haré el amor a ti. Los dos días que nos quedaban, no salimos de la habitación, hicimos el amor hasta caer agotados, me amo mi marido con deseo y con la pasión de un re
Cuando salimos del baño, Erik me dio una fuerte palmada en el culo, viendo como Mark se levantó rápidamente de la silla para decirle algo a Erik por haberme hecho daño cuando me dio la palmada— ¿Bueno Katia y Erik, estáis bien para irnos a tomar algo al club? — dijo Johana para evitar que Mark se enfrentará con Erik En el club estuvimos casi toda la noche , conociendo mi marido a una mujer rubia, con tetas gordas y un cuerpo de barbie, cuando se acercó a la barra para pedir una bebida, acercándose luego a donde yo estaba sentada. — Cariño, vuelvo enseguida, — me dijo — ¿Ese es el juego? No sé Katia, pero creo que te equivocastes — me dijo Johana — ¿Cómo estás?, — me preguntó Mark — Bien y tu ¿tienes novia? — pregunté — No aún te sigo amando y por lo que veo ya te he perdido para siempre — me dijo, dirigiendo su mirada a mi abultado vientre — Mark, ten fe que el circo aún no ha terminado y cuando menos te lo espera te pica un mosquito — dijo Johana riéndose — ¿Qué quieres dec
Nos marchamos mi marido y yo de la cafetería hacia el despacho del delegado, cuando llegamos a la puerta Erik tocó dándonos enseguida el permiso para entrar en el— Sentaros los dos, por favor — nos dijo— Me han dicho que querías vernos con urgencia — le dijo Erik— Y así es Erik, hay una convención en Copenhague y necesito que vayáis los dos ya que es muy importante para este hospital ya que esperamos que nos den una subvención para remodelar nuestro laboratorio, quiero que seáis vosotros dos los que representáis al hospital en esa convención. ¿qué os parece? — nos dijo— Por mi bien, me encantan esos eventos — respondió Erik— Y tú Katia, por lo avanzada que estas en tu embarazo, ¿crees que podrías marcharte con tu marido? — me preguntó — Si que podré irme a Copenhague con mi marido, aun falta mucho para que nuestro hijo nazca — respondí— Está bien entonces tomar, aqui teneis los pasajes del avión y el hotel lo teneis pagado mientras dure esa convención, Erik necesito que te reun
Entramos los cuatro en una de las salas que estaban vacías, sentandonos en unos cómodos sillones que había, la doctora me hizo diversas preguntas, pero el centro de mi vida era mi marido, Erik .La Doctora habló muy clara conmigo dándoles a Mario y a Mark el diagnóstico que yo sabía, que tenía “”EL SÍNDROME DE ESTOCOLMO”” pero no podía hacerme a la idea de estar lejos de Erik, me hiciera lo que me hiciera y aunque amara a Mark, como lo amaba. Estaba atrapada entre dos mundos muy distintos, necesitaba salir de uno, para ser feliz con el otro. Pero mi mundo actual era el de mi amo, era con Erik. — Katia por favor, divorciate de Erik, hazlo por nuestro hijo cariño — me decía Mark— Lo siento mucho, amo a mi marido y mi hijo es de él, no quiero ni pienso abandonar a Erik y ahora si me disculpas tengo que regresar con mi marido ya que me estará buscando — les dije— Katia, puedes salir del mundo donde ese hombre te ha metido, ser sumisa no es que tenga que aguantar palizas si no obedeces,
_ Te da permiso tu marido, que es lo que soy ahora, te has portado muy bien en la fiesta y te mereces un orgasmo. — No dejaré que nadie más te toque, esta noche me has demostrado cuánto me quieres, así que nadie te tocará porque necesito saber que el hijo que me vas a dar va a ser mío, aunque haces años me hice una vasectomía reversible. _ Me dijo _ De acuerdo, haré todo lo que me pidas, te amo Eric _ contesté Seguimos trabajando en el hospital sin problemas, llevándome mi marido a cenar a lujosos restaurantes, hicimos varios viajes los dos solos, regalandome Erik un juego de joyería que lo lucía cada vez que teniamos algún evento o alguna recepción siendo la envidia de muchas. Hicimos varias fiestas en casa, tratando Erik siempre con respeto, haciéndome pensar que se acabó la sumisión ya que eramos una pareja como otra cualquiera. Hasta que se me ocurrió hacer una fiesta de intercambio de pareja en nuestra casa, meses después, en esa fiesta hubo de todo, cuerdas, velas, sumisas, c