ANTHONY Y CAMILA. —Se supone que debía asistir a esa invitación en Londres…—No lo planeé, ¿de acuerdo…? Solo me siento muy mal… —Anthony se tiró en la cama como su estómago revuelto, mientras Stefany golpeaba el suelo con sus tacones.—¿Y qué se supone que haga ahora? Esto es importante para mí… siempre estás arruinando todo, Anthony, siempre lo haces… —Anthony se agarró la cabeza porque sentía que le iba a estallar, y luego tomó el celular.—Envíen un auto y que lleven a Stefany al jet… si… bien —Él finalizó la llamada y luego arrojó el teléfono al lado de su cama—. Puedes irte a Londres…—¿De verdad? Yo…—Vete… ya está todo listo.Stefany casi aplaudió de la emoción, pero luego se detuvo y se giró.—¿Y el dinero?—Te depositaré en tu tarjeta…—¡Oh Dios…! Que emoción, no te preocupes, tú quédate en casa, y me avisas cualquier cosa.Ella hizo su maleta con rapidez, y luego de una hora vio cómo Anthony vomitaba en el baño.—Debe ser una mala digestión, ¿Por qué no llamas al médico y
ALEX Y SOFIE, EL INCIO.Primer encuentro…—No te preocupes, papá al menos es flexible cuando hablo sobre mis diseños, así que, aquí estoy en el aeropuerto, viajando en clase ejecutiva…Adam se rio detrás de la llamada mientras Sofie sonrió.Ella tomó unos dulces de la tienda y luego los pagó. Sin embargo, cuando se giró sobre sus talones, chocó con un cuerpo duro y su teléfono cayó al suelo.—¡Lo siento…! —ella subió la cabeza tomando su teléfono y luego vio la mano de un hombre, increíblemente atractivo frente a ella.No supo por qué tomó su mano, pero se apresuró a poner el móvil en su oreja de nuevo.—¿Hermano? —sin embargo, la llamada se había cancelado.—No la vi… ¿Su teléfono se ha dañado?Ella negó.—No… Pero enviaré un mensaje rápido, estaba hablando con mi hermano y…Alex sonrió asintiendo y pudo detallar a Sofie en toda su plenitud. Nunca imaginó que ella fuese tan hermosa, y que algo en su mirada fuese tan dulce. Pasó un trago largo y trato de parpadear mientras ella teclea
TODOS JUNTOS, PERO NO REVUELTOS.Ali sopló las velas mientras un montón de cámaras comenzaron a hacer clip frente a ella, y levantó la mirada para ver a sus padres aplaudir y mirarla con ensoñación.Habían planeado sus 15 años desde hace muchos meses, y la celebración que estaban ejecutando tenían al menos unas 100 personas, porque habían hecho un filtro abismal.Estaban en el mejor lugar de New York para sus quince años, y toda su familia, junto con sus abuelos, estaban listos para comenzar su parte favorita.Los regalos.Ella recibió los abrazos de todos, en especial de su hermana Millie, de 9 años, y a su consentido hermano de 6, que se llamaba Jack. Y luego, se apartó para abrazar a su primo favorito, Liam, que estaba por cumplir sus 19 años.—Feliz cumpleaños, preciosa… —literalmente podía ver a Liam como su hermano también, porque sus padres los habían criado demasiado juntos. Incluso en muchas vacaciones, habían sido planeadas por sus tíos y padres.Y por su puesto sus abuelos
EMMA. Miré la tira de embarazo mientras mis manos temblaron. No pude evitar colocar la mano en mi boca, mientras los sollozos salían sin control alguno.¡Por fin!, aquí mismo estaba la salvación de mi matrimonio, y la respuesta de todas mis oraciones.Estaba embarazada, y después de esto, solo habría felicidad en mi hogar detrás de todas mis tristezas, mis noches de llanto, y, sobre todo, de este luto que amenazaba con consumirme en cualquier momento.Me lavé rápidamente la cara y luego me miré al espejo.Ahora mismo estaba en el trabajo, pero sonreí de todas formas porque mi esposo trabajaba en el mismo edificio que yo.Nos habíamos casado hace tres años cuando tenía 20, y en una semana celebraríamos el aniversario, sin imaginarme desde ya, que le tendría el mejor regalo a John.John solo era 4 años mayor, yo, actualmente éramos 23/27, y aunque la gente decía que era un poco inmaduro, fue su gracia y su forma divertida de ver la vida, lo que llevó a enamorarme de él.Ambos estudiamo
EMMA.Sentí las lágrimas calientes cuando permanecí ovillada en mi cama, y luego miré la hora en el reloj de la encimera.Marcaban las 12:30 am, y John no había llegado a la casa.Tenía algunas llamadas perdidas de Estela, mi madre. Pero era la única persona con la que no hablaría por nada del mundo, y menos para compartirle mi desgracia, de la cual ella se complacería.Volví a hacer un gesto de desagrado cuando el dolor invadió mi vientre de nuevo, y si seguía así a la mañana siguiente me tocaría pedir una cita con el médico para saber si este golpe me había afectado en algo.Y esperaba que no, rogaba que no, porque, aunque ahora tenía un dolor inmenso por la traición de John, sentía que este bebé era la cura para todos mis males.Me giré fastidiada hacia el otro lado, y luego pensé en mi padre.¿Qué pasaría si estuviera vivo? ¿Si ese día no hubiese salido de repente y hubiese sido arrollado por un conductor ebrio?Lo extrañaba muchísimo, y daría todo, incluso mi matrimonio con John,
EMMA.Estaba en la camilla de urgencia a eso de las nueve de la noche, había pasado literalmente por un lavado uterino, ya que había tenido un aborto espontáneo, y sequé una lágrima de mi ojo, cuando la puerta de la habitación se abrió.—Emma… —John estaba allí de pie con la camisa salida de sus pantalones, y dejando la chaqueta encima del sofá, caminó hacia mí—. No había podido atender porque… hubo mucho trabajo… sabes cómo es. Yo… El bebé…—Ya no hay bebé… —dije mecánicamente, y él quitó la mirada.—Emma… solo sé que las cosas pasan por una razón. Este bebé… no…, no estaba destinado a nacer.Sus palabras solo abrieron mis heridas, y la ira se intercaló con la tristeza.Me senté de golpe.—¿Qué dices? ¡Si no te hubiese descubierto con tú secretara, siéndome infiel, y si no me hubieses empujado…!—¿Qué? —su voz dura me detuvo—. ¿Me estás echando la culpa? ¡Emma, todos en la vida tenemos un desliz! Sí, no debí hacerlo, ¿ok? ¡Pero maldita sea!, has estado insoportable… tu padre tiene 3
EMMA.Arreglé mi uniforme viejo y miré mis zapatos de tacón. Después de esto necesitaba un cambio porque ahora de cierta forma estaba viendo otra realidad, y no me gustaba para nada.Volví a hacer mi coleta y escuché el tintineo del ascensor, para bajarme en el piso que había marcado.—Soy Emma Johnson… me han solicitado.—Claro… —la chica me pidió un minuto y luego descolgó su teléfono—. ¿Puedes esperar cinco minutos? El señor Smith la atenderá en un momento.—Por supuesto… —me sentí en una de las sillas que había en la sala de espera, y luego admiré todo el piso.Parecía que a medida que se subía todo era más elegante, y aunque no planeaba ver las revistas, no pude evitar tomar una cuando vi alguna propaganda de Musk Inc. en la portada.Allí se hablaba de innovaciones tecnológicas grandes, y el desarrollo millonario que la empresa había tenido en los últimos años. También se hablaba de un director general, y un jefe absoluto que era la mente brillante del asunto.Estaba por leer una
NOAH. Llegué a la ducha de mi piso, y me metí a la regadera sin chistar, dejando el agua lo más helada posible. “¡Estoy cansada! ¿Me escucha?” Sus palabras, además de esa voz demasiado frágil, resonó en mis pensamientos, y luego recordé sus ojos hinchados, pero profundos, rayados y sexys, a pesar de que toda ella se escondía en ese uniforme desastroso. ¿Acaso nadie le había dicho que era demasiado para ocultarse de esa forma? No pude evitar imaginar como delinearía su boca, y como ella podía ser la candidata perfecta para… —Señor… ¿Está aquí? —escuché la voz de mi secretaria, pero no respondí, odiaba que me interrumpieran cuando me perdía en mis pensamientos, y los sentía en mi cuerpo—. Siento interrumpir… —dijo desde afuera—. Han llamado de la agencia, llevarán su auto a comprobar lo sucedido… —¡¿Ya para qué carajos…?! Se supone que debían estar en diez minutos aquí… además, ya he cambiado la llanta. Ella hizo un silencio, y me apresuré en terminar mi baño para colocarme la r