¡Para nada señorita!
De acuerdo con el itinerario y sin el más mínimo remordimiento de llevar el cuerpo de Patricio al límite, en el primer mes lo fortalecieron más musculatura, le enseñaron a escalar y sobrepasar obstáculos.

No era un hombre ágil; cada reto le costó; sin embargo, su fuerza de voluntad y sus deseos de cambiar logró ganarse un techo y la comida. La mayor parte de las veces, con su cuerpo adolorido por el esfuerzo, tuvo que preparar su propia cena, al menos ganaba buenos ingredientes para realizarlo.

El segundo mes dedicado a las armas. La prodigiosa memoria del Alemán hizo de eso una tarea sencilla. Grabar en su mente las referencias, armar y desarmar las armas para él parecía un juego de niños. Ahí gano varios beneficios: una hermosa habitación y el no tener que cocinar, fueron algunos de los privilegios obtenidos.

Disparar en tiro al blanco fue fácil, pero cuando lo llevaron de cacería, se negó hacerlo. No quería lastimar a un animal inocente e indefenso, ese día volvió a dormir a
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo