—Entonces... todo este tiempo he estado persiguiendo a la persona equivocada. He estado cegado por la sed de venganza… he cometido terribles errores. He lastimado a personas inocentes —murmuró Sergio, sintiendo el peso de su culpabilidad. Salomé asintió comprensivamente, liberada de sus ataduras, p
Conrado la sostuvo en brazos, preocupado por su estado. La adrenalina de la situación había pasado y ahora su cuerpo ya no soportaba la tensión emocional. Graymond se acercó preocupado, comprobó que se encontraba inconsciente, intentó quitársela de los brazos a Conrado, pero este no dejó. —A mi es
—Yo… lamento tanto todo lo que has pasado. Aunque no podemos cambiar el pasado, pero si podemos construir un futuro mejor, me alegra haberte conocido —dijo Salomé entre sollozos. Sergio la abrazó con fuerza, sintiendo el amor y el perdón en ese gesto. —A mí también, saber que mi hermana no murió e
Salomé no se movió, manteniéndose firme ante Sergio, sabiendo que no podía permitir que tomara una decisión tan drástica y mucho menos que le causara daño a su padre, porque a pesar de que no estaba del todo contenta con él, lo quería y no deseaba que le hicieran daño. Miró a los ojos a su tío, bu
—Te prometo que no descansaré hasta encontrarlos —dijo Graymond—, tengo una deuda moral con Graciela, y aunque ya no pueda hacer nada por ella, puedo hacerla por sus hermanos. —Yo también pondré a mis hombres a investigar, y ayudaré en lo que pueda —dijo Conrado. —Gracias, de verdad me alegra que
Sergio tuvo que aprender lecciones de perdón, redención y amor incondicional con Graymond, Conrado y Salomé, esta última le enseñó que lo ocurrido en el pasado no define el futuro y que, a pesar de las dificultades, siempre había una oportunidad para encontrar la paz y la felicidad. Salomé visitaba
Salomé sonrió al ver el reencuentro de Dino y Julia, miró a su esposo y le hizo una seña para que fuera hacia ella, y dejar a la pareja sola, sin embargo, Conrado cuando comenzó a caminar y antes de irse se acercó a Dino y le dio una palmada en la espalda, mientras se acercaba a su oído. —No te pre
—Mi hija es una niña inteligente y comprenderá que tú eres una buena persona, quizás hoy podamos empezar demostrándoselo —respondió Julia, sonriendo de nuevo. Dino se acercó a ella, la tomó por la mejilla, se acercó a sus labios y la besó con ternura, dejando claro sus sentimientos hacia ella. —Qu