—¿La insultaste? ¿Qué le dijiste? —preguntó de manera inquisitiva.Joaquín se pasó la mano por el cabello de manera nerviosa.—Mientras estaba bajo los efectos de la droga… —se tomó las manos de manera nerviosa—, ella fue al baño donde me había metido, estaba en la bañera y la halé hacia mí… la desn
La tensión en la habitación era pesada, ambos se miraban fijamente con una mezcla de ira y dolor, como dos contrincantes a punto de atacarse.Salomé no podía creer que Conrado estuviera siendo tan egoísta al respecto y no le permitiera a Joaquín ver a su propia hija. Ella amaba a Conrado, pero no po
Las gotas de lluvia empezaron a caer.—Ve adentro —le pidió, su madre dudó, pero al final la convenció—, ahorita te alcanzo.Confiada de que él entraría, lo hizo primero ella, pero Joaquín no lo hizo, se quedó allí mientras cada gota de lluvia lo iba empapando poco a poco, escuchó el teléfono, repic
Cristal se dirigió al hotel donde se estaban hospedando con Amador, hicieron el recorrido en completo silencio, él la había aprendido a conocerla, sabía que cuando estaba molesta no le gustaba hablar, hasta sentirse más serena, sin embargo, él no podía estar tranquilo, casi que escuchaba los engrana
—Mira Clau, aprendí que muchas veces no son lo que parecen, a veces la prensa no tiene toda la verdad, deberías preguntarles a ellos mismos y bueno esperar cuando la memoria llegue, y tomar decisiones solo en ese momento.Ella asintió, agradecida por las palabras de Amador. Era cierto, no podía juzg
Mientras la madre de Joaquín entraba en la habitación, Lea se disculpó con su amiga. —Discúlpame si cometí una imprudencia —comenzó a decir Lea—, pero es que la vi tan angustiada, que no pude negarme a su petición. —No te preocupes Lea, todo está bien, yo me encargo de eso —la tranquilizó. —Dile
La madre de Joaquín asintió, sabiendo que había cometido un error al tratar de manipular a la joven, sin decir nada más, salió de la habitación sin poder controlar la angustia en su pecho, porque los remordimientos por cómo había influido en la vida de su hijo no la dejaban en paz. La mujer bajó en
La enfermera miró a la mujer con compasión y tomó su mano con suavidad. —Lo siento mucho, señora. Su hijo está siendo atendido en estos momentos. Los médicos están haciendo todo lo posible para estabilizarlo, pero su estado es crítico. Le recomiendo que aguarde en la sala de espera, y permanezca at