Salomé se quedó perpleja ante las palabras de Ninibeth. No entendía de qué estaban hablando, ¿qué tenía que ver su matrimonio con la herencia de Laura? Conrado se giró hacia las recién llegadas, tratando de mantener la calma pero con los ojos llenos de furia contenida. —¡Fuera de aquí! Si van a est
—¿Y yo soy un objeto? ¿Estoy pintada? ¿Piensas que yo voy a caer? —preguntó con irritación.—Eres el más valioso tesoro, además, pero si veo acercándose a ti, voy a volverme cavernícola, y juro que no querrás verlo. Sé que confío en ti, pero no puede evitar sentirme posesivo, celoso contigo... y def
Las tres mujeres llegaron a tiempo para ver la escena de tensión que se estaba desarrollando en el jardín. Salomé fue la que gritó antes de acercarse a Conrado y tomarlo por el brazo, tratando de hacer que soltara la bazuca. —Por favor, amor, ¡No has eso! ¿Quieres ir a la cárcel? ¿Qué el día de mañ
Cristal, con la ayuda de su madre, lo levantaron y comenzaron a llevarlo hacia el interior de la casa y Conrado frunció el ceño. —Lo que me faltaba ¿Acaso lo van a meter en mi casa? —inquirió molesto. —Es lo menos que podemos hacer después que casi lo matas —protesto su hermana y Joaquín soltó una
Llegó al hospital, se anunció en la recepción y lo pasaron directamente a una sala, al lado del despacho del director. Apenas entró, se dio cuenta de la presencia de las dos mujeres, estaban vestidas de enfermera y se veían bastante nerviosas, sobre todo cuando el director se levantó para saludarlo
Caminó con paso firme hacia su automóvil estacionado en el parqueadero del hospital, se subió, y encendió el motor. Mientras conducía, su mente se desplazaba entre diferentes escenarios posibles. ¿Qué motivos tenía Imelda para hacer eso? ¿Ese testamento de dónde habría salido?, eran tantas las preg
Joaquín sonrió triunfante, cuando vio a Conrado aceptar, aunque por dentro estaba temblando. Sabía que su rival era un hombre poderoso y que no iba a dejar las cosas fáciles. Pero estaba dispuesto a todo por Salomé, por demostrarle que la amaba, estaba dispuesto a jugarse la vida si era necesario co
—¡Lo sé! Es mi hermano mayor, ¡Es el mejor de todos! —declaró en tono orgulloso.Por un momento siguieron jugando con las niñas, hasta que de pronto, Cristal volvió a preguntar.—¿Y te molestaría que Joaquín se consiguiera otra mujer de la que se llegue a enamorar? —pronunció con un leve tartamudeo.