El CEO Rossi quería de alguna manera poder resarcir su error con respecto a impedir que Sergey encontrará a sus hijos y a su hermana mucho antes, era por eso que lo había ayudado un poco. Ya dependería de él lo que hiciera. Salió de la villa de su hermana con rumbo a su oficina, tenía que supervisar lo que su asistente tenía avanzado, esperaba que ya hubiese resuelto si no todo por lo menos la mayoría de las cosas, su boda con Griselda era lo más importante por el momento, ella y su embarazo lo eran todo para él. El CEO Ivanov subió las escaleras lentamente, iría a buscar a la madre de sus hijos. Entró a la habitación y constató que seguía dormida. Se sentó a esperar a que despertara pero por la penetrante mirada que sentía sobre ella, la bella chef se despertó. — Isabella cariño, ¿Cómo te sientes? — El CEO de inmediato se acercó y tomó la mano de la mujer. — Estoy bien, me siento bien, solo... tengo mucha sed, ¿Puedes darme un poco de agua? — Por supuesto — El ruso se le
El niño también se cruzó de brazos, infló sus cachetes y al final habló. — ¿Quieres que me alegre porque vas a tener otro hijo con mamá? ¡Me acabo de pelear con Alexandro porque no tenías espacio para subirme a tu regazo ya que lo tenías a él, con otro hijo menos me vas a subir. Vas a querer cargar al niño nuevo solamente porque va a ser pequeño! — Tendrán que compartir a papá por tiempos, podemos ponernos de acuerdo para eso, todo tiene solución Aleksey. Al CEO se le estaba poniendo muy difícil convencerlos de que las cosas no cambiarían tanto. (....) En la compañía Rossi, Franco se movía lo más rápido que podía en algunos detalles importantes de la boda, pero el inteligente asistente astuto como era, ya se había encargado de contratar a una de las mejores organizadoras de bodas. Ahora era ella quien se dividía con él el estrés de que todo quedara espectacularmente perfecto. — Franco, ponme al tanto de los avances, pidió el CEO Rossi. — Bien, tenemos el salón, es un
El CEO Ivanov seguía en la habitación de sus hijos, los dos más pequeños no querían a otro bebé en la casa, no estaban dispuestos a compartir a su padre ni a su madre. — Devuelve al bebé, papá, diles que por él momento tienes muchos niños en casa, que quizás más adelante pidas sus servicios, además las mamás se inflan como un balón playero cuando están embarazadas, y mamá es muy linda así como es. — Alexandrito externaba su opinión y hacia sus peticiones. — Si papá, devuelve a ese bebé, acepto compartir a mamá y a ti con Alexandro y Alexander, Pero con otro niño no, no entiendo por qué pidieron otro bebé si ya tienen tres y ni siquiera puedes cargarnos a todos juntos. — Aleksey apoyaba a su hermano. — ¿Devolverlo? Eso es imposible, no hay manera de que algo así se pueda hacer, ya viene en camino y pertenecerá a la familia Ivanov Rossi. Deben aceptarlo y recibirlo con alegría. — !No quiero! — Alexandro, se bueno y dale una oportunidad al bebé, si te pones así mamá se va a p
Los niños voltearon lentamente a ver a su padre, el entrajado hombre estaba con las manos en la cintura viéndolos a ambos desde el pie de la escalera. La penetrante mirada de Sergey, esa que hacía estremecer a sus colegas empresarios, ahora estaba sobre los dos traviesos y glotones hijos. — ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es lo que llevan en esa mochila? Respondan. — Es...es la mochila de Aleksey, papá, vamos... a estudiar al cuarto de juegos. Pero querer mentirle al CEO Ivanov era perder el tiempo, no lo iban a conseguir tan fácilmente. — Bajen aquí. — Ordenó el hombre haciendo una señal con su dedo. Los niños se miraron el uno al otro, tenían la opción de correr y escapar hacia la habitación de su madre, pero algo les decía que no debían desobedecer más a su padre, así que bajaron de poco a poco hasta llegar a él. — Papá, los trillizos teníamos mucha hambre, sentíamos que íbamos a morir. — Decía el pequeño Alexandro con la mirada cabizbaja. — Muestrenme lo que llevan en
Más tarde en la villa de Isabella, el CEO salió de su junta y subió a buscar a la madre de sus hijos. Solo que ella ya no se encontraba en su habitación, sabía que solo podía estar en un lugar. — Mamá, entonces vas a tener un bebé pequeño pero nos vas a seguir queriendo mucho, ¿Cierto? — Alexandro preguntaba a su madre que acababa de llegar a verlos. — Por supuesto que sí, ustedes son mis bellos bebés, mi adoración más grande en este mundo. Pero quiero que todos aquí recibamos a este nuevo bebé con mucho amor. — ¡Si, yo estoy dispuesto a ser el mejor hermano de los tres! — ¡Alexandro, el mejor hermano voy a ser yo. Ya te dije que no me vas a vencer tan fácilmente! Isabella sonrió complacida, le causaba mucha ternura ver a sus trillizos interactuar entre sí. — Por cierto, ¿En dónde está su padre? Desde que me quedé dormida desapareció de la habitación. — Está en el despacho, por cierto que está de muy mal humor por culpa de Aleksey y Alexandro. Ellos hicieron muchas tr
Por la madrugada toda la villa estaba en silencio, dormían plácidamente y cubiertos de calidos cobertores para combatir el inclemente frío. La bella chef se despertó con calor, pero no era solamente corporal, ella tenía antojo de un orgasmo. Ella comenzó a acariciar el pecho del ruso, él estaba profundamente dormido vestido en una pijama de seda, eso no impidió meter las manos por debajo de la ropa del apuesto hombre. Cuando ella atrapó la hombría del CEO y la acarició de arriba a abajo para despertarlo, hasta entonces al sentir la calida mano de su mujercita en su dura polla, Sergey despertó. — Ahh... Isabella, ¿Qué haces? Debes estar poseída para que estés haciendo algo como esto, ¿Eh...? Si sigues no respondo de lo que te voy a hacer. — El cuerpo del ruso reaccionó casi al instante al toque de la bella mujer. — Sergey... Isabella dijo en un susurro buscando la boca del dueño de su deseo — Hazme el amor... Sergey acercó sus labios para besarla, la atrapó y la pegó a
Del coche brincaron los tres bodoques ayudados por su padre, hubo uno que le pidió que lo cargara fingiendo que le dolía una pierna. — Papá, hace rato me lastimé el piecito, ¿Puedes cargarme. El CEO dejó escapar el aire, asintió sin importarle si arrugaba su traje, aunque eso no pasaría ya que era muy cuidadoso. — Ven aquí Alexander, ¿Te duele mucho el pie? Si es así deberíamos ir a qué te revise un médico, no quiero que empeores de salud — Si papá me carga voy a estar bien. — Alexander se dejaba consentir por primera vez, siempre habían sido sus hermanos menores los que aprovechaban los cariños de su padre. — Papá, a mi también me duele la piernita, ¿Puedes cargarme? Puedo empeorar si no me cuido. — Si te duele mucho buscaremos un asiento para que no te muevas de ahí, si te sigue doliendo después de la boda civil te llevaré al médico para que te inyecte, Alexandro. — ¿Qué...? ¿Quieres que me inyecten y que sufra más dolor? ¡No quiero ir con él médico, quiero que pap
La discusión entre las hermanas Smith se ponía cada vez más feroz, Grace insistía en no dejar casar a su hermana menor antes que ella. Eso sería para ella enterrarse en sociedad. Sería vista como una solterona incapaz de conseguir un hombre para matrimoniarse. Y no estaba dispuesta a permitirlo.— ¡No te vas a casar con ese CEO si antes no me caso yo, papá, tu deberías estar de mi lado, yo soy tu hija legitima, debes de ver primero por mi y no por ella! — Grace señaló a Griselda. — Tú solamente eres una maldita arrimada.— !Cállate Grace, no hay diferencia entre tu hermana y tú para mí, entiéndelo de una vez, Griselda está enamorada de su prometido, ellos esperan un hijo, van a casarse y formar un hogar, y tú no lo vas a impedir! — !Voy a impedirlo, papá, tú hija no va a ser feliz primero que yo!— Basta Grace, Estoy muy enamorada de mi prometido, un bebé nuestro viene en camino, ¿Por qué no puedes dejar de ser una bruja? Solo quiero ser feliz con el hombre que amo. No te hago daño