El CEO Ivanov había dejado claro ya cuáles eran sus intenciones, Sabía que no iba a ser aceptado por Ismael Rossi tan fácilmente, que quizás nunca en la vida iba a dejar de odiarlo. Pero pese a eso no debía perder su objetivo de vista.— Te escuchas muy seguro de lo que quieres lograr, Pero a decir verdad conozco demasiado bien a mi hermana y no creo que ella te vaya a perdonar. Piénsalo, la despreciaste, la humillante al decirle cuando te propuso firmar una familia que solamente sería la madre de tus hijos y tú maldita asistente. — El CEO Rossi dijo esto último con los dientes apretados.— Me retractó de lo que dije, en realidad en el fondo no lo sentía así, En ese entonces creía erróneamente que el amor de pareja solo te hacía débil y te distraía de lo que realmente era importante para hombres como nosotros. Yo solo vivía para los negocios y no quería involucrarme sentimentalmente con nadie. Pero la verdad era que lo que Isabella me hacía sentir, nunca lo sentí por ninguna otra muje
Apolo Valentain era testigo de como las azules miradas se desafiaban y las imponentes presencias con aura de reyes se median en poder en silencio. — Amigos, por favor, les pido que dejen sus diferencias de lado, háganlo por los trillizos, Ismael, yo sé cuánto quieres a tus sobrinos. Y tú Sergey, esos pequeños se han convertido en lo más importante de tu vida y que quieres que lleven una buena vida. Ellos no pueden vivir ni hubo de los dos. — !Eso que pides es imposible Apolo, Ivanov es enemigo de la familia Rossi, no vamos a olvidar como ofendió nuestro apellido y su canallada! (...) En la villa de Isabella, los niños fueron a tocarle la puerta, Alexandro llevaba una rebanada de pastel de vainilla y mermelada de fresa con una bola de nieve de vainilla. Mientras que Aleksey llevaba un gran vaso de jugo de manzana para que lo acompañara. Toc. toc. toc. Los niños tocaban la puerta. — Por favor no me molesten por ahora. — Respondió ella. — Mamá, somos los trillizos, abr
La rabia de Adriano era evidente. La fría mirada azul de Sergey podía gritar la rabia que sentía al haber sido separado de sus hijos y perderse su vida por cuatro años. Le enfurecía, le dolía y habría querido poder cambiar eso pero no había nada que hacer, el daño estaba hecho, todos los planetas se habían alineado para que ese día perdiera a la madre y sus hijos. El universo no tuvo compasión de él, lo dejó sufrir y padecer por cada noche de esos cuatro años. — Se que merecía el desprecio de Isabella a pesar de que ella entendió mal la situación, entiendo que me dejara y me diera una lección. Más yo la habría buscado y explicado que solo me casaría con ella y no con esa prometida que mi familia eligió para mí. Más lo que más me duele es que mis hijos no hayan tenido a su padre con ellos en su etapa de bebés, eso es algo que nadie aquí me va a poder devolver nunca. — Sergey rugió como un león su gran furia. Los poderosos hombres se quedaron viéndose unos a otros por unos mome
El importante y elegante abogado, y el sofisticado magnate. Sostenían a sus amigos con toda su fuerza, Sergey e Ismael querian seguir peleando. Eran jóvenes y fuertes, todavía tenían energía para seguir dándose de puñetazos. — ¡Suéltame Dorian, este cabrón va a saber lo que es enfrentarse a un hombre de verdad. Le voy a hacer pagar cada lágrima de mi hermana al muy miserable! — !Mirate en un espejo, tienes la cara sangrando tanto como yo! ¡Tú me vas a pagar el haberme separado de mis hijos. Ahora ellos me dicen lo mucho que les hice falta y que quieren tener un papá y una familia! ¡No te metiste, tampoco te detuviste a pensar que a los que les estabas haciendo daño era a ellos! — ¡Si no te hubieras aparecido así de pronto en sus vidas ellos estarían muy bien con Isabella y la familia Rossi! ¡Mis sobrinos no extrañarían lo que no conocen, Pero tuviste que aparecer! — ¡Eres despreciable Ismael, todo niño merece tener un padre que lo cuide y que lo ame! ¿No sé cómo puedes vivir
Después de beberse algunos vasos del fino whisky, los cuñados por fin se calmaron, poco a poco la adrenalina fue bajando de a poco. Más sin embargo estaban ya bastante golpeados, pero había que hablar. — No confío en ti Sergey Ivanov, pero siendo el padre de los hijos de mi hermana ovbiaré tu cuestionable comportamiento y no me opondré más a qué figures en su vida. ¿Contentos? — Ismael preguntó a sus amigos. — Bueno, es un comienzo, por supuesto que sí estamos a favor, las direfencias entre adultos no deben interferir en la convivencia de los trillizos con Sergey. — Dorian estaba de acuerdo. — Bueno, una vez que ni Isabella ni yo evitemos que estés cerca de los niños, ¿Qué es lo que piensas hacer con respecto a ellos? — Quiero llevármelos a Rusia conmigo y comenzar su preparación cuánto antes. Todos aquí sabemos lo que implica ser el heredero de una familia como la nuestra. Deben tener la mejor escuela, clases extracurriculares, clases de defensa personal, maestros de idiom
Escuchar hablar a sus amigos como eran como padres, dejaba sin palabras a Ismael. Quizás como el no tenía en mente el tema de la paternidad, no lo había estudiado tanto ni con detenimiento. — Ustedes son unos malditos psicópatas, no sé como sus bellas esposas aceptaron casarse con ustedes, simplemente están de atar. — Exclamaba el CEO Rossi. — Estás exagerando, solo hacemos lo que debemos, ser padres permisivos solo perjudica la crianza de los hijos. Ahora vamos a una clínica, necesitan atención, parece que vienen de una fiesta de halloween con toda esa sangre. — Dorian sugería a los golpeados hombres. — Ahhh...Ahora qué lo dices ya me está comenzando a doler el rostro, también los labios y el abdomen. ¡Este salvaje tiene la mano pesada! — Renegó Ismael, del padre de sus sobrinos. — Tú no te quedas atrás, no te contuviste en nada, ¿Eh? Me diste con todo tu coraje. — Tal como te lo merecías, y hablando de eso, tú pagas la cuenta. — Ismael Rossi tomó su abrigo y se dirigió a
Los trillizos de la chef y del CEO ruso, estaban asomados por el balcón, su padre había vuelto y eso los alegraba mucho, no querían perderlo de nuevo. Así que salieron de su habitación para ir a su encuentro. Isabella ya estaba en la cocina preparando la cena, ella se ayudaba con la cocinera Pero le gustaba consentir a sus hijos con sus deliciosos platillos. El asistente Enrique que había pedido el despacho prestado a la dueña de la casa para trabajar, fue quien abrió la puerta para que el CEO entrara. — Pero que tardado es que te abran la puerta aquí. El asistente se le quedó viendo más de la cuenta a su jefe. Algo no andaba bien. — Pero... ¿Qué le sucedió, señor? Los niños venían bajando las escaleras lo más aprisa que podían. Cuando los regañó su padre. — No corran así, si caen se van a lastimar y será doloroso. — ¡Papá, ya llegaste! Creí... Creí que... Habías regresado a ver a la abuela Katerina y que no nos habías invitado. — El pequeño Alexandro no se callaba
Los pequeños diablillos miraban a su madre y a su padre con complicidad. Pero Isabella era un hueso duro de roer. — Si Sergey no me quiso en el pasado porque no le parecía lo suficientemente buena para ser su esposa, yo no tengo la obligación de quererlo ahora. Ya no soy la misma mujer de antes. — Ahhh... papá, debes esforzarte más en conquistar a mamá, dale muchos besos, tómala de la mano, hazle masajes en los pies, eso le gusta mucho. — El pequeño Alexandro le daba ideas a su padre. — Tomaré en cuenta tus consejos, Alexandro, ahora vamos a cenar, estoy muy hambriento. — Vamos, vamos, mamá hizo estofado de carne y de postre panqueques de plátano, Hmmm... delicioso — Aleksey le tomó la mano a su padre para llevarlo al comedor y Alexandro le tomó la otra. Alexander solo se les quedó viendo y suspiró antes de también caminar. Después de sentar a los trillzos, Sergey, se volvió a Isabella. — Querida, ¿Necesitas que te ayude con algo? — Claro que no, Estás muy lastimado