Brihana en el coche, soltó un suspiro, y las lágrimas salieron por sí sola. Se dijo así misma
«Ese es el pago por tu amor Brihana» «Te pago acostándose con Karla, él te desprecia Brihana» Dejo que las lágrimas corrieran, ya no lucharía por su amor, esa fue la gota que lleno el vaso. Brihana, llega frente al centro comercial y se baja. Había reporteros que le hacían preguntas a un nuevo ejecutivo. Cuando vieron a Brihana Kozcanov, se apuraron a ser el titular de preguntas para las noticias. Ellos estaban transmitiendo en directo. Brihana, se sintió acorralada al instante por los reporteros.Las preguntas le causaron un profundo malestar. Se sentía abrumada por la insistencia de los reporteros, quienes parecían no tener límites en su afán por obtener respuestas. La incomodidad se reflejaba en su rostro, mientras las interrogantes seguían llegando sin tregua.
_ ¿Señora Cartier, cómo se siente tras la traición de su esposo?
_ Señora Cartier, ¿piensa usted en el divorcio? _ ¿Tiene usted alguna virtud que su hermana no posea?Cada pregunta era como una daga que se clavaba en su interior, y la impotencia crecía al no poder defenderse. Su mirada, llena de indignación, reflejaba más de lo que las palabras podrían expresar. En ese instante, el secretario de Brith irrumpió con la noticia de que Brihana estaba siendo entrevistada en directo en la televisión. Todos en la oficina se agolparon frente al televisor para presenciar el momento.
Al encender la pantalla, se encontraron con los ojos de Brihana, que parecían atravesar la distancia y conectar con cada espectador. La belleza de la esposa del CEO era innegable, y los comentarios se desataron en la oficina.
_ ¡Qué hermosa es la esposa del CEO, su hermana no le llega ni a los talones!
_ A pesar de su belleza, su esposo la ha traicionado con… _ El CEO debe estar cegado por no valorarla.Lían y Maiko no podían contener su indignación.
_ Ves lo que provocas, Brith. Mira cómo la humillan. ¡Todo por tus caprichos! -exclamó Lían.
_ Eres un desalmado con su hermana, Brith -replicó Maiko. _ ¡Cualquiera puede caer en una trampa! ¡Ella me drogó! -se defendió Brith.En ese instante, Brihana tomó el control de la situación y respondió con determinación.
_ ¿Quieren saber si tengo virtudes que mi hermana no posee?
El silencio invadió el lugar, mientras todos esperaban su respuesta. La mirada de Brihana reflejaba fuerza y determinación, desafiando a cualquiera a subestimarla.
La reportera se mantuvo firme ante la mirada intimidante de Brihana, consciente de que estaba desafiando a una Koscanov. Sin embargo, Brihana, como miembro de ambas familias, sabía que debía proteger a ambas partes sin dañarse a sí misma. Había soportado mucho y había derramado muchas lágrimas en silencio.
La pregunta sobre su relación con el señor Brith Cartier le causó un profundo dolor. ¿Era ella realmente su esposa o solo era un nombre en un papel? Mientras tanto, Karla disfrutaba de su victoria en silencio, sabiendo que pronto ocuparía el lugar que tanto anhelaba. A pesar del castigo impuesto por sus padres, se sentía triunfante por haber logrado dañar el matrimonio de su hermana.
Brihana, cansada de callar las cosas, finalmente se defendió. ¿Qué culpa tenía ella en todo esto? Era hora de que su voz fuera escuchada.
Todo quedó en un silencio incómodo después de las palabras de la señora Cartier. Sus declaraciones dejaron a todos boquiabiertos, sin saber muy bien cómo reaccionar. Algunos murmuraban entre ellos, otros simplemente no podían apartar la mirada de ella. Era evidente que su respuesta había impactado a más de uno.
Ella, con una serenidad que contrastaba con la tensión del ambiente, continuó explicando su postura. Para muchos era incomprensible, pero para ella era una decisión tomada. Había elegido apoyar a su esposo a pesar de sus flaquezas, a pesar de las críticas y los juicios ajenos.
Algunos la veían como una mujer sometida, otros como una mujer valiente que defendía lo suyo. Pero nadie podía negar que sus palabras habían dejado a todos reflexionando sobre la complejidad de las relaciones humanas.
Brith, por su parte, se mantuvo en silencio. Sabía que las palabras de su esposa habían sido un golpe directo a su reputación, pero también entendía que ella estaba en todo su derecho de expresarse. No era la primera vez que enfrentaban situaciones así, y seguramente no sería la última.
Para muchos, la señora Cartier era un enigma. Una mujer fuerte que defendía a su esposo a pesar de todo. Para otros, simplemente era una esposa ciega ante la realidad. Pero lo cierto es que nadie podía juzgarla sin conocer toda la historia.
Al final, las opiniones se dispersaron en el aire como hojas al viento. Cada uno tenía su propia versión de la verdad, pero solo la señora Cartier conocía la realidad detrás de sus palabras. Y esa verdad, esa compleja y dolorosa verdad, era solo suya.
Llevaba consigo una determinación férrea, una valentía que desafiaba los límites de lo convencional. Su voz resonaba con fuerza, sus palabras eran afiladas dagas que cortaban el aire. No temía señalar a otros, no se dejaba humillar y protegía el honor de su familia.Lían observaba con admiración la fuerza de aquella mujer. Su esposo, inmerso en un mundo de fantasías, había pagado a actrices para compartir su cama. Las noches de excesos y drogas eran moneda corriente en su vida, dejando un rastro de destrucción a su paso.
Brihana anhelaba que alguien saliera en su defensa, cansada de callar y de enfrentar los problemas causados por Brith. No estaba dispuesta a seguir encubriendo las faltas de un hombre sin escrúpulos. Esta vez, no se detuvo en la plaza, dio media vuelta y entró en el auto. El chofer la miró con compasión, consciente del dolor que había atravesado. Él había sido testigo de sus momentos más oscuros y también de los más brillantes.
— ¿A dónde quieres ir? —preguntó el chofer, con cierto temor en su voz.
— ¡A la empresa de ese desgraciado! —respondió ella, furiosa.
El auto se dirigió hacia la empresa de Brith Cartier. Al detenerse frente a la entrada, Brihana esperó a que el chofer le abriera la puerta. Aunque su ira era evidente, sabía que debía cuidar cada uno de sus movimientos. Al adentrarse en el edificio, las miradas sorprendidas la acompañaron. Habían visto su imagen en televisión y ahora la tenían frente a ellos. Los celulares no tardaron en capturar su presencia.
— ¡Es aún más hermosa en persona! —comentó alguien.
— Sí, mira qué bella es la esposa del CEO. ¡Siento lástima por ella! —respondió otro.
— Lástima, yo más bien la compadezco. ¡Aguanta demasiado! —agregó otro más.
Las especulaciones sobre su vida no tardaron en surgir entre los presentes. Algunos cuestionaban si realmente existía amor entre ella y el CEO, mientras otros sugerían que el verdadero amor de este último era su hermana. Las teorías se entrelazaban, formando un enredo de suposiciones y conjeturas.
Brihana continuó su camino con determinación, ignorando los murmullos a su alrededor. Sabía que debía enfrentar la situación con entereza, protegiendo su dignidad y la de su familia. A pesar del peso que cargaba, no claudicaría ante las adversidades. Su fortaleza era su escudo, y no permitiría que nada ni nadie la quebrantara.
La vida de Brith y Brihana se había convertido en el tema de conversación en la empresa, alimentando los chismes y las especulaciones. ¿A quién amaba realmente Brith Cartier? ¿A Karla Koscanov o a Brihana Koscanov? ¿Quién se interpuso en la relación de quién? ¿Quién le robó a quién? Todas estas preguntas rondaban en las mentes de los empleados, convirtiéndose en tendencias que no dejaban indiferente a nadie. Brihana subió en ascensor y llegó hasta la oficina de Brith, abriendo la puerta para encontrarse con Lían y Maiko, quienes la saludaron.
Ella respondió con una sonrisa, pero pronto les pidió que salieran. _¡Salgan! Les dijo con firmeza. _Brihana, cálmate, sé que estás... _¡Salgan! Repitió con un tono más alto. Brith nunca antes la había escuchado gritar o hacer un puchero. La observaba atentamente, tratando de descifrar sus sentimientos, pero ella parecía inmune a sus engaños y ataques, sin mostrar ni un ápice de celos a pesar de las situaciones que él le ponía. Sin embargo, hoy algo era diferente. La fuerza con la que Brihana se expresaba dejaba claro que algo había cambiado en ella, algo que nadie creería si lo escucharan de otra persona que no fuera ella. Los chicos salieron, Brihana cerró la puerta y presionó un botón, haciendo que una pantalla negra apareciera para los demás, impidiéndoles ver lo que ocurría dentro. Luego, terminó de cerrar la cortina y se acercó a Brith. Por primera vez, y quizás única vez, estaba a punto de hacer algo que jamás había imaginado.Bach. Ese fue el sonido que Brith escuchó resonar en su mejilla, un sonido que resultó extraño a su oído. Antes de que pudiera reaccionar, ella le propinó otra bofetada y se alejó de él. Las lágrimas corrían por su rostro, pero incluso bajo el velo de la tristeza, ella seguía siendo hermosa. Brith, sorprendido por el gesto de ser abofeteado, se encontró en una situación única, nadie en su vida anterior se había atrevido a tal acto. Aunque sentía que merecía el reproche, no mostraría culpabilidad ante una mujer. Él hacía las cosas y punto. No debía dar explicaciones, y nunca lo hacía.
Brith, ¿por qué me haces esto? ¿Qué te he hecho para merecer tal desdén? Brihana se enfrentaba a él con el corazón destrozado, tratando de comprender por qué él la había lastimado de esa manera. Durante años, ella había soportado sus infidelidades en silencio, pero esta vez era diferente. Esta vez, ella necesitaba respuestas.Brith la miraba en silencio, con una expresión impasible en su rostro. No mostraba ni un ápice de arrepentimiento, ni siquiera intentaba justificar sus acciones. Brihana se preguntaba si alguna vez él la había amado de verdad, si alguna vez había valorado su amor y fidelidad.Con lágrimas en los ojos, Brihana sacó una pila de fotografías de su bolso. Eran pruebas irrefutables de las aventuras de Brith con otras mujeres. A pesar del dolor que sentía, una sonrisa melancólica se dibujó en su rostro al darse cuenta de lo patético que había sido al encubrir las infidelidades de Brith.Sin decir una palabra, arrojó las fotografías al suelo, esparciéndolas por todo el l
Maiko miró a Brith con furia contenida. Quería golpearlo, pero en el fondo sabía que ellos también eran culpables. Nunca habían detenido a Brith en ninguno de sus actos, a pesar de saberlo todo. Maiko observó las fotos esparcidas por la oficina, algunas de ellas mostraban momentos felices que ahora parecían lejanos y distantes. Sin embargo, en lugar de sentir tristeza, una extraña sonrisa se dibujó en su rostro. Ha estado enamorado de Brihana desde la primaria, pero ella tenía solo a brith en sus ojos. Si no estan juntos, el destino puede que los una.Lían regresó con noticias de que ella no estaba en el edificio. Maiko suspiró profundamente, sabiendo que tendrían que enfrentar las consecuencias de sus acciones. Se sentía culpable por no haber actuado antes, por permitir que las cosas llegaran a ese punto. Pero ahora era el momento de tomar medidas."Debemos encontrarla", dijo Maiko con determinación.Lían asintió solemnemente, consciente de que no podían dar marcha atrás. Debían enfr
Era un día soleado en la escuela primaria, y el aire estaba impregnado de risas y juegos. Brith, con su cabello brillante y su sonrisa encantadora, era el centro de atención. Todos los niños lo admiraban, y su carisma natural atraía a un grupo de seguidores que lo seguían a todas partes. Su mejor amigo, Lían, siempre estaba a su lado, compartiendo su popularidad sin celos. Maiko, aunque un poco más reservado, también disfrutaba de la compañía de sus amigos.Brihana era igualmente popular, conocida por su inteligencia y su belleza. Sus ojos brillaban con una luz especial, y su risa era contagiosa. Desde que eran pequeños, había una conexión especial entre Brith y Brihana, una chispa que ambos sentían, aunque nunca la habían nombrado. Eran inseparables, y su amistad era la envidia de todos.Una tarde, mientras jugaban cerca del lago, Brihana tropezó y cayó al agua. La risa se convirtió en gritos de preocupación. "¡Brihana!" exclamó Lían, mientras Maiko y Brith intercambiaron miradas de
La mañana comenzó como cualquier otra, pero pronto se transformó en un torbellino de emociones. Brith estaba en su oficina revisando informes cuando David, su asistente, entró con una expresión de alarma. "Brith, tienes que ver esto", dijo, entregándole su teléfono. El titular brillaba en la pantalla: “El CEO atrapado entre dos hermanas: ¿Amor o traición?”La imagen era impactante: Brith abrazado a Sofía Vega, una actriz famosa que había sido el amor de su vida. La instantánea, sacada de un momento privado, lo mostraba en una posición comprometida, sonriendo junto a ella. Brith sintió que el aire se le escapaba. Esa foto era un recuerdo de un pasado que había intentado enterrar, y ahora, todo estaba al descubierto.Mientras la indignación y el miedo se apoderaban de él, Brith recordó el día en que Brihana, su esposa, había lanzado las fotos a su cara en la oficina. "¡Esto es lo que eres!", había gritado, su voz resonando en las paredes del despacho. En ese momento, Brith había sentido
Mientras Brith se enfrentaba a Brihana, su mente seguía volviendo a Sofía. Ella era el amor de su vida, la única que había logrado tocar su corazón de verdad. Había viajado en varias ocasiones al extranjero solo para verla, pero ahora, con el escándalo en las redes, sentía que todo se desmoronaba. "Debo protegerla", pensaba, sintiendo que su amor por Sofía era más fuerte que cualquier otra cosa.Brihana, por su parte, estaba atrapada en un torbellino de emociones. No solo se sentía traicionada por Brith, sino también por el mundo que la rodeaba. Las redes sociales estaban llenas de comentarios hirientes. "¿Cómo pudo hacerle esto a su esposa?", se preguntaban. "¿Es Sofía la razón de su matrimonio fallido? ¿O Karla?" La presión era abrumadora, y Brihana se sentía expuesta. El aire en la habitación era denso, cargado de emociones no expresadas. Brith se encontraba de pie, mirando a Brihana con una mezcla de desprecio y dolor. Su corazón latía con fuerza, pero su mente estaba en un torbe
Brihana caminaba por las calles, sus pasos resonando en el pavimento como un eco de su desolación. La noche había caído, y las luces de la ciudad parpadeaban como estrellas lejanas, pero ella no podía ver su belleza. Su mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos y emociones, cada uno más doloroso que el anterior. "¿Cómo pudo suceder esto?", se preguntaba, sintiendo que el mundo se había vuelto un lugar extraño y hostil.Las lágrimas caían silenciosamente por sus mejillas, y cada vez que intentaba contenerlas, el dolor se intensificaba. "Todo lo que construimos se ha desmoronado", pensaba, sintiendo que su corazón se rompía una y otra vez. La imagen de Brith, su mirada fría y distante, se repetía en su mente. "¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?", se cuestionaba, sintiendo cómo la angustia la consumía.Sin mirar a su alrededor, Brihana cruzó la calle, su mente perdida en un mar de confusión. De repente, un claxon resonó, y un coche frenó en seco, pero no fue suficiente
El mesero, al notar el estado de Brith, decidió intervenir. Con una mezcla de preocupación y frustración, tomó el móvil de Brith y marcó el primer número que encontró: el de Liam.Liam estaba en casa, viendo la televisión, cuando su móvil sonó. Al ver el nombre de Brith en la pantalla, no le sorprendió. Era común que su amigo llamara a esas horas de la noche. Sin embargo, al contestar, la voz del mesero le hizo fruncir el ceño. "Brith está borracho y necesita que lo vengas a buscar", dijo el mesero, su tono serio.Liam sintió un nudo en el estómago. "¿Por qué siempre termina así?", pensó, recordando las veces que Brith había caído en el abismo del alcohol. Sin dudarlo, se levantó de su sofá y salió disparado hacia el bar. "Esto no es solo una noche de copas", reflexionó, sintiendo la preocupación crecer en su pecho. "Debo averiguar qué le pasa".Mientras tanto, en el hospital, Brihana estaba sumida en un mar de lágrimas. El médico entró en la habitación, observando su estado. "Debemos
Tiffany estaba sentada frente al televisor, con el café en la mano, cuando la pantalla se iluminó con la imagen de Sofía Vega. La famosa actriz, conocida por su belleza y escándalos, estaba en el centro de atención nuevamente, pero esta vez, la noticia era diferente. "Sofía Vega está casada", dijo el presentador, y Tiffany sintió que su corazón se detenía.Los comentarios de los internautas comenzaron a inundar las redes sociales. "¿Con quién se casó Sofía?", "¿Está casada y es también amante?", "¿Qué pasará con Brihana Kazcanov?". La confusión reinaba en el aire, y Tiffany, sintiendo la urgencia de compartir la noticia, decidió escribirle a su hermano Liam. "¡Hay una bomba en las noticias!", escribió, su pulso acelerado.Liam estaba aún adormilado, cuando su móvil vibró en la mesita de noche. Al abrir los ojos, vio el mensaje de Tiffany. "Brihana tuvo un accidente. Está en el hospital". La preocupación lo invadió de inmediato. "¿Qué? ¿Por qué no me despertaron antes?", pensó, sintien