—100 razones para amarte —susurro leyendo el pequeño cartel que se encuentra al frente mío.
Sonrió viendo el camino de carteles que hay. Empiezo a caminar leyendo uno por uno.
Porque pudiste ver más allá de lo que todos veían en mí.
Porque me aceptas como soy.
Porque contigo aprendí el significado de amar.
Me tienes paciencia.
Porque haces las mejores m*m*d*s.
Rio sin poder evitarlo, no es Nikolav si no dice o escribe algo como eso.
Porque eres una mujer fuerte, luchadora y soñadora…tengo que admitir que me gusta presumirte delante de todos, lo hago casi siempre.
¿Cómo me puedo pasar de reír a llorar en solo un segundo?
Por tu voz, porque me alegra todos los días cuando la escucho.
Por ser mí amiga.
Por ser mi novia.
—Y eso es todo… Acabamos —suelto un suspiro de alivio al saber que la cirugía fue todo un éxito.Cinco largas horas de cirugía, aunque no me puedo quejar, no es nada comparado con las que he tenido que hacer en estos últimos tiempos.Felicito a todo el equipo, y procedo a quitarme el vestuario que se requiere para una cirugía. Voy a mi locker en donde arreglo un poco mi cabello, y me perfumo para así no tener que oler tanto a hospital. Miro la hora dándome cuenta que aún tengo tiempo para visitar a Nikolav en su trabajo y de paso, salir almorzar juntos.No hemos tenido mucho tiempo juntos estas últimas semanas, lo cual me preocupa, aunque todos estos años hemos venido fomentado la confianza y el amor más que nada, no puedo descuidar mi matrimonio y mi familia.Solo nos vemos en las noches, aunque hay días en donde ni eso, ha estado viajando mucho estos &
La alarma sonó, llenando todo mi cuarto de ese sonido tan estresante y horroroso que tenía. Di un bufido cuando salí de la cama, recordando cambiar cuanto antes el sonido, no podía levantarme de mal humor siempre, además odiaba tener que despertarme temprano…más si era un lunes a las cinco de la mañana.Caminé hacia el baño pausadamente, debía prepararme para otro turno más.Era estudiante de medicina.Ya se imaginaran el nivel de compromiso y las noches en vela que la carrera requería, pero estaba en mi último año, así que no podría estar más feliz.Llegué hasta el baño en donde realicé mi aseo persona
Habían pasado varios días desde lo sucedido con el arrogante e idiota de Ivanov. Supe que era un empresario muy famoso en toda Rusia, Europa y Estados Unidos, sumándole que era el hombre más rico de toda Rusia y el segundo en todo el continente europeo y por si no fuera poco, era un completo mujeriego.Ahora elegía mi atuendo para esta noche, no quería irme muy descarada, pero tampoco pretendía aparentar ser una santurrona...algo que no me quedaba. Elegí un crop—top de cuero rojo, un jean del mismo material tiro alto negro y unos tacones del mismo color. Al terminar de arreglarme esperé varios minutos a que llegaran mis amados amigos, estaba a nada de cancelar y perderme en mis novelas. Para cuando estuve a punto de llamarlos llegaron los tres: Tamara, Lara y Andrés, en cuanto escuché los pitidos desesperados del automóvil salí.—Hola Len —saludaron al uní
"No entiendo, ¿te beso y te separaste? ¡Estás loca! Yo hubiera explorado todo su interior y más"."Yo habría tenido un momento intenso en el baño"."¿Cómo dejaste pasar esa oportunidad? ¿Eres idiota?""¿Qué te paso?" Esos y más eran los comentarios que habían estado haciendo Tamara y Lara, al terminar de relatarles la jodida noche que había tenido ayer por culpa del Sr. Ivanov.—Par de hormonales, se calman —expresé con voz firme—. Tres cosas y presten atención. Primero, sí está buenísimo el idiota, pero es un egocéntrico y mandón que piensa que todo se hará como él quiere. Segundo, eso lo daña todo y tercero, algo me dice que me debo de alejar o saldré dañada, es una persona prohibida para mí.—L
Con cada paso que doy siento que estoy corriendo directo a la muerte.Se preguntarán ¿Por qué?La maldita alarma no sonó y ahora me siento como un personaje de Maze Runner cuando es perseguido por los penitentes, pero en este caso, voy directo al penitente el cual es Sokolov y es que me asesinara, quince minutos tarde ¡quince! Dios se apiade de esta humilde humana pecadora.—Mierda —susurro cuando no veo a ninguno de mis compañeros.Creo que me dará un paro cardiaco. ¿Acaso hoy era día libre? ¿Todos están enfermos? ¿Me están jugando una broma? ¿Sokolov murió? No, no creo que sea la última definitivamente.—Doctora Petrov que hace usted acá, ¿termino la reunión tan rápido? —Escucho a la enfermera jefe preguntar mientras se acerca. ¿Acaso ella dijo reunión? &md
¿Enamorado de mí? Sokolov enamorado de mí, esto tiene que ser una jodida broma.Este es el momento donde salen las cámaras y el “te lo creíste wey” Pero no, no aparece nada.— ¿Cómo? ¿Cuándo? —lo miro incrédula, aun sin poder creer lo que acabo de escuchar.—Desde el primer día me gustaste, enamorarme de ti fue solo cuestión de tiempo —su mirada está llena de cariño. Nunca pensé que Sokolov llegaría a mirarme así.—Esto no puede ser, está todo mal —respondo nerviosa—. Además, lo único que has hecho es hacerme de mi internado un infierno —veo en su mirada un atisbo de tristeza.—Fue mi manera de alejarte y de hacerme saber que no debía enamorarme de mi interna, pero el corazón no escucha, solo siente Lena —me sorprendo al escuc
Nos quedamos por varios minutos en silencio, cada uno ensimismado en sus pensamientos, mientras poco a poco nuestras agitadas respiraciones se normalizan. Acabo de cumplir una de mis fantasías sexuales sin querer y diablos fue mejor de lo que me imagine.—Nikolav…. saca tu pene—ríe— lo digo enserio.— Estamos muy cómodos dentro ti— me susurra al oído— incluso podríamos empezar la segunda ronda— empieza a moverse lentamente y me es imposible no gemir.—Nikolav, deja que Sokolov se quede.—NO— responde— y no me harás cambiar de opinión nadie lo hace.—Solo dale una oportunidad, fue injusto y lo sabes— trato de convencerlo.—No— me empujó hacia delante sacando su pene. Me volteo para seguido cogerlo con una mano y empezar a darle placer.— ¿se quedará? —pr
Nota mental comprar otro despertador o poner la alarma en el celular. Si voy tarde y ruego a Dios que no lo vayan a notificar.Camino rápido por los pasillos para llegar al cuarto que tenemos asignados todos los internos y adivinen no hay nadie.—¡Mierda! —me alisto y salgo corriendo a recepción—. Hola, buenos días — saludé—. ¿sabes dónde están los internos? —pregunto.—Buenos días —sonríe—. Si el Señor Ivanov los llamo, están en el auditorio— al paso que voy reprobare el semestre.—Gracias —corro esquivando varias enfermeras que se me cruzan.Tomo un respiro y entro.—Buenos días —salude por cortesía, aunque era lo menos que quería hacer dada las circunstancias.—Buenos días, Lena —me responden mis compañeros. Nikolav