Golfo de Trieste
Eslovenia
Lara levantó la cabeza de repente reconociendo un aroma que había estado a punto de olvidar debido a su discusión con el Comandante. Contener el carácter explosivo de Dominic le estaba costando más energía de la que había imaginado en un principio, especialmente porque sabía que nada de lo que dijera o hiciera le haría olvidar al sorian lo que Lara estaba haciendo con el amor y con la fe que él había depositado en ella.
Sin embargo Lara sabía que no tenía más opciones, lo había sabido desde que, mirándose al espejo, había visto los anillos y recordado las palabras de Evan, deseándole que algún día pudieran hacerla feliz. Y lo habían hecho, había sido feliz mientras el sorian le aseguraba que le pertenecía, y luego le había he
El mar había estado rompiendo furiosamente contra aquella roca desde hacía dos días. El silencio alrededor, invadido únicamente por el aullido cada vez más hambriento de las olas, le había hecho recordar aquel nefasto día en que había sido arrastrado a sus ojos en el faro del Albir. Dominic alguna vez había pensado que el mar se la arrebataría, pero unos momentos de breve felicidad y efímera esperanza le habían hecho olvidar que nunca había sido su destino conservarla.¡Iluso! Lara jamás había sido realmente suya, Lara era una de esas estrellas que se había atrevido a tocar por unos instantes, y que había terminado abandonándolo, como solo una estrella, poderosa y lejana, podía lastimar.Dominic se había negado a participar en el inicio del ritual. Si bien era cierto que su voluntad estaba atada y que sería él q
...Por que siempre haya dos puntos suspensivostras el punto final de cada historia…Dominic no reaccionó hasta que aquella roca pareció fragmentarse en un sinfín de minúsculos pedazos mientras el amanecer despuntaba sobre una irreverente cabellera roja. La muchacha respiró con dificultad durante unos segundos hasta que pareció recobrar por completo el conocimiento, y luego, muy despacio, se deshizo de los hilos de cártaro que aún envolvían sus muñecas. Sobre la piel blanquísima no quedaba una sola marca que recordara la ceremonia.La Madre paseó la vista alrededor, deteniéndose de cuando en cuando sobre los agotados rostros de los presentes, y luego levantó la cabeza para disfrutar la luz del sol, como si hubiera sido un gesto largamente añorado y finalmente cumplido._ Lex. _ su primera palabra fue también
“Puedo decirte que seremos capaces de huir de este destino,que podremos doblegar el infinito abismo que nos han tocado en suerte,elevar promesas que ninguno de los dos cumpliráy tender puentes sobre dos riberas irremediablemente separadas.Pero la esperanza no es un misterio que se me haya otorgado,y mi elección será siempre el infinito abismo, la atadura perfecta, la sangrienta batalla desde este díay por todos los siglos, amor, en que te habré perdido.”Estimado lector, gracias por llegar aquí, significa que has estado con nosotros durante dos tomos completos. El final de nuestra historia está ya muy cerca, espero la disfrutes. Nos vemos de nuevo en La Luz.
“Octogésima tercera Profecía…Vuelva a reinar sobre la nueva tierrala ambición de una pléyade mestiza.Vuelvan las lides de la antigua guerrarevolviendo la sangre y las cenizas.Vuelvan las armas y las negras huestesa cobrar con mil vidas sus reproches,a extender el dolor como la Pestesobre las criaturas de la noche.¡Desoíd los ardides y la veniacon que el traidor instiga su estocada,y a sus letales huestes, enfrentaos…!Que ha de morir la Madre primigenia,con la insignia de plata en la mirada,para imponer su nombre sobre el caos.”*Continuación del libro: La Ira
Porque el final es el destino único de cada historia…_ ¡Mátala!Sobre la roca negra se extendían finísimas líneas de sangre, oscuras y coaguladas en indescifrables arabescos. Las figuras armadas y lóbregas que se agitaban a su alrededor se miraron a un tiempo con decisión y con miedo en los ánimos. La noche se prometía fría y devastadora._ ¡Mátala!Por encima de la fiereza de la orden, las cinco criaturas, con Dominic a la cabeza, se movieron al unísono rebasando la escasa distancia entre la salvación y la destrucción de las Razas de la Noche. Un runier, una mantri, una nihil, un átero… un sorian.Desde las pequeñas manos atadas con delgados hilos de cártaro corrieron varias gotas espesas y letales, anunciadoras de los breves momentos de vida que restaban a la Madre. Dominic
PRIMER CAOS. EL SACRIFICIOBAJO EL SIGNO DE LA NOCHECampamento stark en algún lugar de Noruega.Invierno._ ¡No puedes cometer semejante locura! _ Brago la reconvino, pero ni su exaltación ni la de Maureen habían conseguido hacerla desistir de su empeño.La verdadera batalla estaba afuera, lejos de los centinelas del campamento y más lejos aún de la protección constante de los oficiales stark. Ella era necesaria allí donde su participación podía significar una diferencia entre el número de muertos y el número de criaturas que regresarían a casa a celebrar el cumplimiento de una misión. Ya no podían seguir manteniéndola al margen de unas circunstancias que ella misma había desatado.El día en que Ius le había hecho lee
La Casa de la NocheEl sol apenas lograba levantarse en medio de la bruma densa que se cernía sobre los caminos empedrados y los vastos jardines alrededor de la mansión. Seis sorian, Evan y Lara, se acercaron al edificio con pasos suaves y calculados, buscando la ventana de las habitaciones del ala este que Garth debía haber abierto para ellos.Brago y Maureen no participaban en la misión. Siguiendo estrictas órdenes de Lara se habían quedado para no descuidar, bajo ningún concepto, la protección de Moyra; el campamento estaba demasiado cerca del territorio craig y no se sabía con qué peligrosa sorpresa pudiera salirles Ius.Armada con sus juguetes preferidos Rianna abría el paso, con los extremos de los látigos debidamente atados para no provocar ningún ruido inoportuno que pudiera delatarlos. Tras ella, Evan, con Lionel y Sam a sus costados haci&ea
La respiración de Lara pareció detenerse. Había esperado a lo largo de un año, quizás inconscientemente, que alguna fuerza especial negara el hecho de que ella era importante para las Razas; pero allí estaba otra prueba de su responsabilidad para atarla al mundo de la noche._ Señora… _ la apuró el Comandante sacándola de su letargo._ Es este. _ murmuró ella pasando el volumen de nuevo a Evan, que lo guardó con celo en la minúscula mochila que llevaba a la espalda _ Estoy segura.Lía sonrió con feliz agitación aunque a juicio de Dominic aún no había mucho que celebrar. La primera parte de la misión había concluido con éxito, el libro estaba en su poder; ahora quedaba por vencer una fase no menos peligrosa: salir con vida de la mansión.Boogs hizo una pequeña señal para avisar que el corred