En la fría habitación, Deeguel, quien siempre era tan seguro de si mismo y nunca dudaba de una decisión o una acción, se arrepintió casi al instante de haberle gritado a su esposa , era cierto que ese tema le enfurecía y lo sacaba de sus casillas, que no le gustaba hablar de la madre de su hijo, pero eso ella no lo sabía, quizás era normal que tuviera dudas pero no quería hablar de ese tema El CEO pidió que retiraran la comida de la habitación, como pudo se vistió y calzó zapatos para salir de la recámara, conocía esa mansión como la palma de su mano, llegó hasta las escaleras contando los pasos, más cuando las iba bajando se encontró con Jhon — Jefe, ¿para donde vas? ¿yo puedo llevarte si quieres? ¿en dónde está la señora Rodríguez? — ¿No te parece que son muchas preguntas? ella salió de la habitación, ayúdame a encontrarla, creo que está molesta— Es su luna de miel, ¿por qué está molesta tan pronto? la trataste mal, ¿cierto? solamente el día de la boda te portaste decente con el
Alejandra se acurrucó en uno de los sofás de la sala de estar, no quería ni ver ni hablar con Deeguel, esperaría a que le dieran una habitación aparte, si ese CEO pensaba que podía tratarla de esa manera estaba muy equivocado CEO y asistente enteraron de nuevo a la casa, Jhonatan, ya se imaginaba la que se venía — ¿En dónde está? ¿dónde se ha metido?— Ella... está en la sala de estar, está hecha un ovillo ahí, creo que tiene frío Deeguel, caminó hasta allá con la ayuda de su bastón, se aclaró la garganta antes de hablar— Sube a cambiarte de ropa, hace frío, te vas a resfriar, además dentro de poco estará lista la cena, quiero que tenemos juntos— ¡Que Jhonatan, cene contigo, conmigo no cuentes! no voy a bajar a cenar, no tengo apetito — Alejandra, subió las escaleras apresurada, ella no iba a ceder ni por hambre, ni por frío — Se fué de nuevo, ¿cierto? — Sí, ella... parece un gato salvaje, temo acercarme, está muy molesta, ¿por qué no te disculpas por lo que sea que hayas hecho
El empleado cerró la gran puerta, el impactado mafioso estaba sin palabras, el color se le había ido del rostro se frotaba la prolija barana cerrada que le gustaba lucir — Ulises, ¿qué es lo que te pasa? ¿por qué estás así? háblame, ¿qué te dijo ese empleado que estás tan fuera de ti? — Carlos Beltrán, el mano derecha del mafioso, nunca lo había visto asíLa mirada miel verdosa del heredero de la mafia, estaba perdida, en verdad lo había descontrolado saber que su novia...— ¡Alejandra, ella... se ha casado con él maldito hijo de puta de Deeguel Rodríguez! ¡¿cómo demonios quieres que esté?! ¡ella es mi novia, la única mujer que he amado, es hermosa, dulce, inteligente, me ama, pero ese bastardo la ha hecho su esposa!— ¡No, tú debes estar bromeando, Alejandra te quiere, siempre te ha querido, has sido su único novio, ella es una buena chica! ¿qué demonios pasó? — Carlos había tenido oportunidad de conocer a la bella Ale, siempre le pareció la mejor novia que su amigo y jefe pudiese t
Alejandra tiro la servilleta a la mesa, se puso de pie y se fué a su habitación, ya no estaba tan segura de que había hecho lo correcto, pero se había involucrado hasta el punto de casarse y darle su primera vez a ese demonio ciego, pensaba en Ulises y en como lo podría ver a la cara cuando volviera a la universidad — ¡Alejandra vuelva aquí! ¡explícame que fue eso de tu novio de la universidad, carajo! — Deeguel, la llamó pero su esposa no le respondió, tampoco regresó, el hombre estaba rígido y molesto— Jefe, ¿qué fué lo que pasó entre ustedes para que Alejandra quiera terminar el matrimonio y no quiera ni siquiera estar en el mismo lugar que tú? — Ella... preguntó por la madre de Emill, si acaso yo le había hecho algo para que se marchara y abandonara al niño, quería saber que pasó, entonces le grité que esos asuntos no eran de su incumbencia, que no volviera a preguntar — Ya veo, la maltrataste y le dejaste en claro que ella nunca será parte de la familia, que ella no tendrá tu
Alejandra estaba con las emociones a flor de piel, había comprendido de golpe que casarse con Deeguel Rodríguez, había sido un grave error, pero ahora como lo podía arreglar, estaba metida hasta el fondo en este matrimonio falsoEl CEO, que no estaba acostumbrado a que le llevaran la contraria, que siempre hacia su voluntad, estaba siendo rechazado, y no solo eso, su esposa le estaba cantando sus verdades en la cara, le estaba diciendo por lo claro que se arrepentía de casarse con él — Esperaré a que te calmes, aunque te arrepientas de haberte casado conmigo, es un hecho que somos marido y mujer, podemos arreglar estás diferencias o seguir en lo mismo, tu decides, al final tu realidad es que eres mi esposa y eso no va a cambiar — dicho eso, el CEO volvió a su recámara, tomó una ducha y debajo del agua caliente que recorría su cuerpo, las palabras de Alejandra, resonaban en su cabezaPara los esposos fue difícil conciliar el sueño esa noche, ambos dieron vueltas en la cama hasta muy e
Para el CEO ciego, escuchar que ya habían encontrado a su esposa, le regresaba la calma, si ella simplemente se marchaba, que cuentas le daría al pequeño Emill, no podía solo decirle que perdió a su madre en el monte, ¿cierto? — ¡Ya la encontré, jefe, ella está comiendo en un restaurante, la puedo ver por la ventana! ya estoy conduciendo para allá — ¡Apresúrate, se te va a perder de nuevo! — el CEO apretaba con fuerza su bastón, queriendo poder llegar por su propio pie, cobrarse la cuenta pendiente que tenia con ella por salir sin avisarle y hacerlo pensar que se escapaba Los dos hombres por fin llegaban, Alejandra, saboreaba una rica gelatina cuando de pronto escuchó la aterradora voz de CEO — ¿Estás disfrutando la comida? Ale, dió un salto del susto en su asiento, ella no se esperaba que la encontrarán tan pronto, mucho menos su esposo en persona — Sí, a decir verdad estoy disfrutando bastante de estos alimentos, ¿tiene algo de malo, CEO Rodríguez? — ¿Qué en la mansión no te
Alejandra se quedó helada y clavada en su sitio, se había excedido demás está vez, ahora estaba en serios problemas con su aterrador esposo, al que no le había parecido que le respondiera de esa manera, tomó un poco de valor y habló — Tú no me contaste nada cuando pregunté por la madre de Emill, te enfureciste y me gritaste que no preguntara nada, ¿recuerdas? ¿por qué debería contarte yo algo de mi vida? — ¡Eso es diferente, yo debo saber todo sobre tí! ¿de dónde vienes? ¿qué es lo que hacías en la universidad? ¿con quién tenías una relación? soy tu esposo, que no se te olvide— ¡Quisiera que se me olvidara, pero cuando estoy a punto de hacerlo, tú te encargas de recordarmelo! ¿por qué no haces como si no me conocieras? ¡no te entiendo maldita sea, no quieres que nos involucremos como un marido y mujer normal, pero si quieres que te rinda cuentas! ¡deberías medicarte! ¿sabes?— Lo que me hace falta es follarte hasta que no me queden fuerzas, y que a ti no te queden energías para lev
Deeguel, ayudado por su bastón, subió las escaleras en busca de su esposa, no era que no le importara del todo como decía, quería que ella volviera a acercarse a él, pero eso se estaba complicando bastante, él era de mal carácter y ella era... era diferente al resto de las mujeres que había conocido — Alejandra, soy yo — el CEO, tocó con los nudillos — necesito que me ayudes a darme una ducha, quedé lleno de tierra cuando salí a buscarte, sabes que no puedo hacerlo solo, y no me.gusta sentirme sucio — Deeguel, quería que Ale, lo ayudara a bañarse, y a buscar un atuendo que vestir — ¡Yo no te envié a qué fueras a buscarme, pídele a Jhonatan, que te ayude! — !Alejandra, es mejor que abras está puerta por la buenas o la voy a tirar! ven a la habitación, te voy a esperar allá, si me haces venir de nuevo a llamarte, tú te lo habrás buscado — ¡¿Me estás amenazando?!— Te lo estoy adviertiendo — el hombre se regresó a su habitación, sus movimientos no eran tan rápidos como el quisera, pe