Alejandra estaba con las emociones a flor de piel, había comprendido de golpe que casarse con Deeguel Rodríguez, había sido un grave error, pero ahora como lo podía arreglar, estaba metida hasta el fondo en este matrimonio falsoEl CEO, que no estaba acostumbrado a que le llevaran la contraria, que siempre hacia su voluntad, estaba siendo rechazado, y no solo eso, su esposa le estaba cantando sus verdades en la cara, le estaba diciendo por lo claro que se arrepentía de casarse con él — Esperaré a que te calmes, aunque te arrepientas de haberte casado conmigo, es un hecho que somos marido y mujer, podemos arreglar estás diferencias o seguir en lo mismo, tu decides, al final tu realidad es que eres mi esposa y eso no va a cambiar — dicho eso, el CEO volvió a su recámara, tomó una ducha y debajo del agua caliente que recorría su cuerpo, las palabras de Alejandra, resonaban en su cabezaPara los esposos fue difícil conciliar el sueño esa noche, ambos dieron vueltas en la cama hasta muy e
Para el CEO ciego, escuchar que ya habían encontrado a su esposa, le regresaba la calma, si ella simplemente se marchaba, que cuentas le daría al pequeño Emill, no podía solo decirle que perdió a su madre en el monte, ¿cierto? — ¡Ya la encontré, jefe, ella está comiendo en un restaurante, la puedo ver por la ventana! ya estoy conduciendo para allá — ¡Apresúrate, se te va a perder de nuevo! — el CEO apretaba con fuerza su bastón, queriendo poder llegar por su propio pie, cobrarse la cuenta pendiente que tenia con ella por salir sin avisarle y hacerlo pensar que se escapaba Los dos hombres por fin llegaban, Alejandra, saboreaba una rica gelatina cuando de pronto escuchó la aterradora voz de CEO — ¿Estás disfrutando la comida? Ale, dió un salto del susto en su asiento, ella no se esperaba que la encontrarán tan pronto, mucho menos su esposo en persona — Sí, a decir verdad estoy disfrutando bastante de estos alimentos, ¿tiene algo de malo, CEO Rodríguez? — ¿Qué en la mansión no te
Alejandra se quedó helada y clavada en su sitio, se había excedido demás está vez, ahora estaba en serios problemas con su aterrador esposo, al que no le había parecido que le respondiera de esa manera, tomó un poco de valor y habló — Tú no me contaste nada cuando pregunté por la madre de Emill, te enfureciste y me gritaste que no preguntara nada, ¿recuerdas? ¿por qué debería contarte yo algo de mi vida? — ¡Eso es diferente, yo debo saber todo sobre tí! ¿de dónde vienes? ¿qué es lo que hacías en la universidad? ¿con quién tenías una relación? soy tu esposo, que no se te olvide— ¡Quisiera que se me olvidara, pero cuando estoy a punto de hacerlo, tú te encargas de recordarmelo! ¿por qué no haces como si no me conocieras? ¡no te entiendo maldita sea, no quieres que nos involucremos como un marido y mujer normal, pero si quieres que te rinda cuentas! ¡deberías medicarte! ¿sabes?— Lo que me hace falta es follarte hasta que no me queden fuerzas, y que a ti no te queden energías para lev
Deeguel, ayudado por su bastón, subió las escaleras en busca de su esposa, no era que no le importara del todo como decía, quería que ella volviera a acercarse a él, pero eso se estaba complicando bastante, él era de mal carácter y ella era... era diferente al resto de las mujeres que había conocido — Alejandra, soy yo — el CEO, tocó con los nudillos — necesito que me ayudes a darme una ducha, quedé lleno de tierra cuando salí a buscarte, sabes que no puedo hacerlo solo, y no me.gusta sentirme sucio — Deeguel, quería que Ale, lo ayudara a bañarse, y a buscar un atuendo que vestir — ¡Yo no te envié a qué fueras a buscarme, pídele a Jhonatan, que te ayude! — !Alejandra, es mejor que abras está puerta por la buenas o la voy a tirar! ven a la habitación, te voy a esperar allá, si me haces venir de nuevo a llamarte, tú te lo habrás buscado — ¡¿Me estás amenazando?!— Te lo estoy adviertiendo — el hombre se regresó a su habitación, sus movimientos no eran tan rápidos como el quisera, pe
Alejandra, hacía todo para resistirse al toque y la cercanía de su esposo, pero era tan endemoniadamente atractivo y es que a pesar de lo aterrador que le parecía, Deeguel Rodríguez, le gustaba como hombre, su ex novio Ulises, era también muy apuesto, pero el que la habia hecho mujer era su perverso esposo Las caricias del CEO, subieron la temperatura de la ducha, los besos y una lengua experta que se quedó en los rosados pezones de la rubia, se llevaron su cordura y el hombre la tomó ahí mismo Está vez a Alejandra, le dolió menos, y disfrutaba más de las embestidas profundas que su marido le daba, la tenía presa entre su cuerpo y las baldosas, ella tenía sus piernas cruzadas en la cintura del CEO, Deeguel, no dejaba de besarla de tal manera que le dejó marcas en el cuello y en los senos que Ale, vería mas tarde— Ahh... tan apretada, cálida y húmeda, para mí...— Deeguel... me llevas a la locura, ahh, ahh, sigue, no pares, quiero sentirte así dentro de mí — Quien dijo que voy a pa
Estaba muy jodido que la mujer que había hecho su esposa era la novia de un futuro heredero de una familia de mafiosos muy importante, el CEO maldijo al tío de su mujer por no haberles andado esa importante información, ahora ya estaban en una posición muy delicada— El mafioso quiere que le regreses a su novia, según tengo entendido son novios desde que comenzaron la carrera, Madrigal, estaba esperando que terminarán la universidad para casarse con ella, el mayordomo de la mansión Rodríguez, fue quien lo recibió cuando fue a buscarte, así fue que se enteró que ustedes dos se casaron, — ¡Carajo..! ¿cómo pudo suceder esto? — Dicen que Ulises está más que furioso, que si no le devuelves a Alejandra, arrasará con todo a su paso para recuperarla, eso es muy peligroso, todo se dañaría, el negocio, las empresas, la familia, ella me cae muy bien, es muy hermosa y risueña, pero... creo que deberíamos devolverla, con suerte y Madrigal, no se de cuenta que entre ustedes... ¡qué consumaron el
Jhonatan, no se fue a dormir, estaba al teléfono con su gente en Sinaloa, la orden de su jefe fué que recuperaran los perdido, independientemente de todo, no iba a dejarse quitar la merca por los sapos del cartel de Tijuana— Haremos las cosas tal cual nos ordena — fue la respuesta de los valientes, peligrosos y sanguinarios hombres que trabajaban para Deeguel Rodríguez Mientras tanto el CEO, se dirigió a su recamara, al entrar, Alejandra ya estaba despierta— ¿Dónde estabas? andas por la casa en solo una bata de dormír?— ¿Qué tiene de malo, está bien cerrada y es larga, no es como si anduviera en baby doll, además hay muy pocas personas dentro de la casa — Están las cocineras y las mucamas, eres muy llamativo ya de por sí vestido apropiadamente Deeguel, se quedó callado unos momentos, se preguntaba si su esposa lo estaba velando por bajar en bata de dormír, si era así, estaba exagerando un poco— ¿Tienes hambre? ordené que prepararán un platillo con carne, ¿te gusta la carne, cie
La bella chica, estaba que no creía lo que su esposo le decía, para él esa relación que significó tanto para ella, era totalmente irrelevante para su marido — ¿Cómo puedes hablar así de algo que no conoces? esa fue la relación más importante que había tenido antes de conocerte, ¿cómo puedes decir que fuí irrelevante en la vida de Ulises? ¿tan poco crees que valgo? ¿creés que nadie puede amarme? pues entérate que Ulises Madrigal, me amaba, él me lo dijo, y me lo dijo muchas veces, que nos casaríamos cuándo terminaramos la carrera, solo era cuestión de tiempo, pero esto pasó, un día me llevaron y terminé aquí contigo, soy... soy una traidora, traicioné al único hombre que me ha amado con un hombre que nunca me va a querer siquiera! Alejandra, se puso a llorar, se sentía mal consigo misma por haber sido infiel y por traicionar a su novio, pero es que Emill, se robó su corazón, acepto casarse con su padre para ser la madre de ese adorable niño que necesitaba de una mamá, aceptó ser la e