El empleado cerró la gran puerta, el impactado mafioso estaba sin palabras, el color se le había ido del rostro se frotaba la prolija barana cerrada que le gustaba lucir — Ulises, ¿qué es lo que te pasa? ¿por qué estás así? háblame, ¿qué te dijo ese empleado que estás tan fuera de ti? — Carlos Beltrán, el mano derecha del mafioso, nunca lo había visto asíLa mirada miel verdosa del heredero de la mafia, estaba perdida, en verdad lo había descontrolado saber que su novia...— ¡Alejandra, ella... se ha casado con él maldito hijo de puta de Deeguel Rodríguez! ¡¿cómo demonios quieres que esté?! ¡ella es mi novia, la única mujer que he amado, es hermosa, dulce, inteligente, me ama, pero ese bastardo la ha hecho su esposa!— ¡No, tú debes estar bromeando, Alejandra te quiere, siempre te ha querido, has sido su único novio, ella es una buena chica! ¿qué demonios pasó? — Carlos había tenido oportunidad de conocer a la bella Ale, siempre le pareció la mejor novia que su amigo y jefe pudiese t
Alejandra tiro la servilleta a la mesa, se puso de pie y se fué a su habitación, ya no estaba tan segura de que había hecho lo correcto, pero se había involucrado hasta el punto de casarse y darle su primera vez a ese demonio ciego, pensaba en Ulises y en como lo podría ver a la cara cuando volviera a la universidad — ¡Alejandra vuelva aquí! ¡explícame que fue eso de tu novio de la universidad, carajo! — Deeguel, la llamó pero su esposa no le respondió, tampoco regresó, el hombre estaba rígido y molesto— Jefe, ¿qué fué lo que pasó entre ustedes para que Alejandra quiera terminar el matrimonio y no quiera ni siquiera estar en el mismo lugar que tú? — Ella... preguntó por la madre de Emill, si acaso yo le había hecho algo para que se marchara y abandonara al niño, quería saber que pasó, entonces le grité que esos asuntos no eran de su incumbencia, que no volviera a preguntar — Ya veo, la maltrataste y le dejaste en claro que ella nunca será parte de la familia, que ella no tendrá tu
Alejandra estaba con las emociones a flor de piel, había comprendido de golpe que casarse con Deeguel Rodríguez, había sido un grave error, pero ahora como lo podía arreglar, estaba metida hasta el fondo en este matrimonio falsoEl CEO, que no estaba acostumbrado a que le llevaran la contraria, que siempre hacia su voluntad, estaba siendo rechazado, y no solo eso, su esposa le estaba cantando sus verdades en la cara, le estaba diciendo por lo claro que se arrepentía de casarse con él — Esperaré a que te calmes, aunque te arrepientas de haberte casado conmigo, es un hecho que somos marido y mujer, podemos arreglar estás diferencias o seguir en lo mismo, tu decides, al final tu realidad es que eres mi esposa y eso no va a cambiar — dicho eso, el CEO volvió a su recámara, tomó una ducha y debajo del agua caliente que recorría su cuerpo, las palabras de Alejandra, resonaban en su cabezaPara los esposos fue difícil conciliar el sueño esa noche, ambos dieron vueltas en la cama hasta muy e
Para el CEO ciego, escuchar que ya habían encontrado a su esposa, le regresaba la calma, si ella simplemente se marchaba, que cuentas le daría al pequeño Emill, no podía solo decirle que perdió a su madre en el monte, ¿cierto? — ¡Ya la encontré, jefe, ella está comiendo en un restaurante, la puedo ver por la ventana! ya estoy conduciendo para allá — ¡Apresúrate, se te va a perder de nuevo! — el CEO apretaba con fuerza su bastón, queriendo poder llegar por su propio pie, cobrarse la cuenta pendiente que tenia con ella por salir sin avisarle y hacerlo pensar que se escapaba Los dos hombres por fin llegaban, Alejandra, saboreaba una rica gelatina cuando de pronto escuchó la aterradora voz de CEO — ¿Estás disfrutando la comida? Ale, dió un salto del susto en su asiento, ella no se esperaba que la encontrarán tan pronto, mucho menos su esposo en persona — Sí, a decir verdad estoy disfrutando bastante de estos alimentos, ¿tiene algo de malo, CEO Rodríguez? — ¿Qué en la mansión no te
Alejandra se quedó helada y clavada en su sitio, se había excedido demás está vez, ahora estaba en serios problemas con su aterrador esposo, al que no le había parecido que le respondiera de esa manera, tomó un poco de valor y habló — Tú no me contaste nada cuando pregunté por la madre de Emill, te enfureciste y me gritaste que no preguntara nada, ¿recuerdas? ¿por qué debería contarte yo algo de mi vida? — ¡Eso es diferente, yo debo saber todo sobre tí! ¿de dónde vienes? ¿qué es lo que hacías en la universidad? ¿con quién tenías una relación? soy tu esposo, que no se te olvide— ¡Quisiera que se me olvidara, pero cuando estoy a punto de hacerlo, tú te encargas de recordarmelo! ¿por qué no haces como si no me conocieras? ¡no te entiendo maldita sea, no quieres que nos involucremos como un marido y mujer normal, pero si quieres que te rinda cuentas! ¡deberías medicarte! ¿sabes?— Lo que me hace falta es follarte hasta que no me queden fuerzas, y que a ti no te queden energías para lev
Deeguel, ayudado por su bastón, subió las escaleras en busca de su esposa, no era que no le importara del todo como decía, quería que ella volviera a acercarse a él, pero eso se estaba complicando bastante, él era de mal carácter y ella era... era diferente al resto de las mujeres que había conocido — Alejandra, soy yo — el CEO, tocó con los nudillos — necesito que me ayudes a darme una ducha, quedé lleno de tierra cuando salí a buscarte, sabes que no puedo hacerlo solo, y no me.gusta sentirme sucio — Deeguel, quería que Ale, lo ayudara a bañarse, y a buscar un atuendo que vestir — ¡Yo no te envié a qué fueras a buscarme, pídele a Jhonatan, que te ayude! — !Alejandra, es mejor que abras está puerta por la buenas o la voy a tirar! ven a la habitación, te voy a esperar allá, si me haces venir de nuevo a llamarte, tú te lo habrás buscado — ¡¿Me estás amenazando?!— Te lo estoy adviertiendo — el hombre se regresó a su habitación, sus movimientos no eran tan rápidos como el quisera, pe
Alejandra, hacía todo para resistirse al toque y la cercanía de su esposo, pero era tan endemoniadamente atractivo y es que a pesar de lo aterrador que le parecía, Deeguel Rodríguez, le gustaba como hombre, su ex novio Ulises, era también muy apuesto, pero el que la habia hecho mujer era su perverso esposo Las caricias del CEO, subieron la temperatura de la ducha, los besos y una lengua experta que se quedó en los rosados pezones de la rubia, se llevaron su cordura y el hombre la tomó ahí mismo Está vez a Alejandra, le dolió menos, y disfrutaba más de las embestidas profundas que su marido le daba, la tenía presa entre su cuerpo y las baldosas, ella tenía sus piernas cruzadas en la cintura del CEO, Deeguel, no dejaba de besarla de tal manera que le dejó marcas en el cuello y en los senos que Ale, vería mas tarde— Ahh... tan apretada, cálida y húmeda, para mí...— Deeguel... me llevas a la locura, ahh, ahh, sigue, no pares, quiero sentirte así dentro de mí — Quien dijo que voy a pa
Estaba muy jodido que la mujer que había hecho su esposa era la novia de un futuro heredero de una familia de mafiosos muy importante, el CEO maldijo al tío de su mujer por no haberles andado esa importante información, ahora ya estaban en una posición muy delicada— El mafioso quiere que le regreses a su novia, según tengo entendido son novios desde que comenzaron la carrera, Madrigal, estaba esperando que terminarán la universidad para casarse con ella, el mayordomo de la mansión Rodríguez, fue quien lo recibió cuando fue a buscarte, así fue que se enteró que ustedes dos se casaron, — ¡Carajo..! ¿cómo pudo suceder esto? — Dicen que Ulises está más que furioso, que si no le devuelves a Alejandra, arrasará con todo a su paso para recuperarla, eso es muy peligroso, todo se dañaría, el negocio, las empresas, la familia, ella me cae muy bien, es muy hermosa y risueña, pero... creo que deberíamos devolverla, con suerte y Madrigal, no se de cuenta que entre ustedes... ¡qué consumaron el