¡Estoy embarazada!

Oliver McCartney, estuvo en silencio durante todo el camino a casa, furioso, solo quería descargar su enojo contra Grace, quien había pasado a desobedecerlo y dejarlo en ridículo frente a su amigo.

Al llegar a la mansión, Grace bajó en silencio caminando detrás de su padre, tenía toda la intensión de huir hacia su habitación, el estrés y el momento de tensión le estaban pasando factura y se sentía momentaneamente mareada. Caminó apresurada hacia las escaleras para subir, pero la voz de su padre la detuvo.

—¡A mí despacho, Grace!— ordenó con desprecio, y ella sintió estremecerse, sabía que no podía escapar del enojo de su progenitor y por si fuese poco... tenía tener que revelarle a su padre la verdad sobre su embarazo. Temblando internamente caminó hacia el despecho, en dónde su padre había entrado unos segundos antes. —Cierra la puerta— el tono calmado y amenazante la hacia estremecer, era un evidente contraste con su ira. Prefería mil veces que gritara, que estallara, que maldijera y no que la mirara como si quisiera desaparecerla. —Ahora mismo me dirás qué le dijiste a Izan para que decidiera terminar la reunión.

—No le dije nada, padre. Él dijo que yo parecía tener que pensarlo.

—¡No tienes nada que pensar!— presionó los labios con fuerza—¡Noah O'Farrel será tu marido!, ¡Algún día lo agradecerás!

—Padre, te pido que me comprendas, no puedo hacerlo — lo miró con desesperación — No puedo casarme con él.

—¡Maldit4 sea, Grace!, ¿POR QUÉ TE EMPEÑAS EN DESOBEDECERME?—Grace se tensó, odiaba que su padre le gritara de aquel modo, odiaba el estúpido carácter de su padre.

—Padre, si solo intentas comprenderme...

—Grace, no me hagas perder la cabeza —avanzó hacia ella de manera amenazante, lo que la hizo evitar su deseo de encogerse ante su imponente presencia— Te he dado demasiada libertad, si tan solo hubiese sido la mitad de estricto como lo he sido con Candace, serías al menos la mitad de buena que tú hermana—aquello le había dolido y mucho, ser la segundona, la sombra de la perfecta Candace, pero era aun mas doloroso cuando su padre la comparaba, porque ella realmente queria hacerlo sentir orgulloso de ella— te permití ausentarte de tu clase de equitación sin problema, pensé que serias más considerada, por el contrario no solo me has has llevado la contraria y has discutido conmigo delante de mis amigos, ¡Me has dejado en ridículo, Grace, la burla porque mi hija es incapaz de acatar órdenes, cuánto me he equivocado en tu crianza!

—Padre, por favor.

—¡CÁLLATE GRACE, CÁLLATE!, jamás me he sentido tan decepcionado de ti cómo hoy. —los ojos de ella se llenaron de lágrimas, aquellas palabras eran duras y hasta crueles —Mañana invitaré a los O'Farrell a cenar aquí con nosotros, te mostraras complaciente y dirás que lo has pensado y que estás feliz de casarte con un jóven como Noah— Las lágrimas bailaron en los ojos de Grace, quién sintió que no podia ocultar más el secreto, necesitaba decirle a su padre que no podia casarse con Noah, pirque estaba embarazada de otro hombre.

—Yo...yo...

—Por tu bien, no discutas más conmigo, ó no respondo de mí — la amenazó.

—Padre...—se mordió el labio—lo haría si eso te hiciera sentir bien, me casaría con cualquiera solo para complacerte y que estés orgulloso de mi, acataría tu orden sin discutir, si tan solo...

—¿Si tan sólo qué?— Grace cerró los ojos un segundo y al abrirlos miró a su padre directamente al rostro.—¡¿Qué sucede?!

—No puedo casarme con Noah, porque... estoy... embarazada —dijo con las palabras atragantandose en su garganta. Observó el cambio en el rostro de padre; los ojos de Oliver se abrieron mucho y su rostro enrojeció.

—¿Qué dijiste?...—preguntó en un susurro amenazante.

—Estoy... embarazada, está mañana he mentido, no tenía cólicos—las lágrimas se deslizaron por sus mejillas— he descubierto que estoy embarazada.

—¡Maldit4 mujerzuela!— levantó la mano dedcargandola con fuerza contra la mejilla de Grace, quién gimió débilmente, la bofetada encerraba tal violencia, que fue arrojada contra la gruesa alfombra del suelo—¡ERES UNA PERRA!—gritó su padre tomándola con fuerza del cabello, Grace gritó de dolor al sentir como su cuerpo cabelludo le dolía.

—¡Padre, por favor!— lloró angustiada mientras se ponía de pie.

—¿CÓMO TE ATREVES A ENLODAR ASI MI APELLIDO?, ¿COMO TE ATREVES A COMPORTARTE COMO UN PUT4?— otra bofetada—¿QUIÉN ES EL PADRE, QUIÉN ES EL PADRE DE ESE BASTARDO?, LO MATARÉ CON MIS MANOS!— Oliver rugio furioso, Grace lloraba desconsolada, atuedida ante la violencia de su padre, se sintió incapaz de asumir quien era el padre.

—¡No lo sé!—sollozó—¡No lo sé, sucedió en el crucero...!

—¿Te revolcaste con un hombre que no conocías?, ¿Qué clase de mujerzuela eres?, !debería molerte a golpes!

—¡NO PADRE, LE HARÁS DAÑO AL BEBÉ!—gimió mientras e cubría el vientre con la necesidad de defender a su hijo, la puerta del despacho se abrió y Amelia entró con una expresión de horror en el rostro, al ver la escena, las mejillas de su hija enrojecidas, y un pequeño hilo de sangre escapando de su boca.

—¡Por amor a Dios, qué sucede?— gimió horrorizada, corriendo hacia su hija. Grace se aferró a ella, mientras lloraba con desconsuelo.

—¡TE LARGAS DE MI CASA, PERRA, TE VAS AHORA MISMO!—gritó Oliver.

—Oliver, cariño, ¿Qué sucede?

—Sucede que Tú hija es una vergüenza, una mujer sin dignidad, una ramera.

—¡Por amor a Dios!— Amelia lo miró con horror y Grace sollozó avergonzada.

—¡TÚ hija está embarazada, fue capaz de revolcarse con un hombre al que no siquiera conocía!—dijo con desprecio—¡MALDICI*N, ESTÁ EMBARAZADA!—la mujer miró a su hija, la.miro con absoluto desconcierto, Grace siempre había Sido muy prudente. ¿Cómo había sucedido aquello?

—Lo siento, madre —sollozó— te explicaré, les explicaré todo.

—¡CLARO QUE NO!—gritó caminando hacia ella y tomándola con fuerza del brazo, arrancando la del refugio que le ofrecía los brazos de su madre—¡NO TE CRIAMOS PARA QUE FUESES UNA VERGUENZA Y ENLODARAS NUESTRO RESPETABLE APELLIDO, TE VAS AHORA MISMO, LARGO DE MI CASA, LARGO DE MI VIDA, LARGO DE MI VISTA!—tiró con fuerza de su brazo, sin importarle que se quejara de dolor, mientras Grace lloraba y suplicaba.

—Padre, por favor perdóname, perdóname— rogaba mientras era arrastrada hacia la puerta principal de la casa.

—¡Por Dios Oliver, es nuestra hija!— la mujer caminaba apresuradamente detrás de su marido, mientras intentaba hacerlo entrar en razón.—No puedes echarla a la calle, no tiene a donde ir. ¡Oliver, por amor a Dios, es tu hija!

—¡Ésta perra no es mi hija!—gruñó— y te vas con lo que tienes encima, no sacarás ni una maleta de esta casa. ¡TE VAS SIN NADA!—abrió la puerta y la arrojó fuera, Grace cayó de bruses en el suelo, de rodillas, luego el hombre le gritó a una de las chicas del servicio—¡Trae el estúpido bolso que quedó en mi despacho!—la joven salió horrorizada.

—Por favor Oliver, ten piedad, te lo suplico— pedía Amelia, intentando salir, pero el hombre le bloqueó el paso para impedirle salir. — por favor, es mi hija, no la eches, no Oliver.—Grace se puso en pie y lo miró a través de las lágrimas.

—Sé que no hice las cosas bien, pero por favor...—como si todo aquello fuese poco en aquel momento se estacionó un auto y Candace bajó de él, caminando hacia su hermana con él ceño fruncido de sorpresa ante la imagen.

—Por Dios, ¿Qué sucede aquí?— una pregunta que solo alimentaría nuevamente la furia de su padre.
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