Durante todo el trayecto, Grace se mantuvo en silencio, estaba triste, enojada, confundida, aquel día había sido el peor día que recordaba en toda su vida, ni siquiera el día en que le contó a su padre del embarazo, se había sentido tan mal y tan triste. Se sintió tan traicionada cuando Ian le restregó en la cara no solo su embarazo, sino el hecho de desconocer al padre de su hijo. ¿Por qué Candace se lo había dicho?, ¿Por qué no pudo mantener aquello dentro de su familia?, ¿Que otras cosas le había dicho?También se sentía humillada, Ian la habia expuesto de la peor manera, y lo peor es que no solo había sido ante los presentes, sino la cantidad exagerada de periodistas que habían, obviamente no guardarían un secreto como aquel, no quería ni siquiera imaginar todo lo que estarían hablando de ella en aquel momento y de las mil maneras que las pudieran estar catalogando. —¿Estás bien?— le preguntó Izan, mirándola sin expresión alguna. —Eso creo— fue lo que dijo, sintiéndose triste.
—¡Qué carajos, ésto no puede ser!— exclamó Oliver furioso golpeando la mesa del desayunador. Amelia y Candace, elevaron el rostro para verlo, se había puesto muy rojo, seguramente de ira.— ¡Los asquerosos periodistas están limpiando el suelo con nosotros!—Ya imaginábamos que esto sucedería — respondió Candace, llena de rabia y humillación.— convertirían la noticia en un completo circo— el hombre gruñó, mientras iba arrojando un periódico tras otro, maldiciendo aún más por los escandalosos titulares, cada uno peor que el otro. “Dos de las mejores familias del país; O'Farrell y McCartney, envueltos en escándalo amoroso”“Ian Sullivan, se burla de la heredera de los McCartney"“La familia Sullivan está en la ruina y su “heredero” busca desesperadamente una dama con fortuna y buen apellido”“Candace McCartney y Margaret Harrigan, las dos conquistas de Ian Sullivan”"¿Izan O'Farrell, será padre de nuevo?”“¿Grace McCartney, embarazada de Izan O"Farrell?”“¡Se cancela la boda!, Candace Mc
Izan lo observó en silencio. ¿Casarse?¿Con Grace?No resultaba tan descabellado, salvó que el no había planeado casarse nuevamente, su relación matrimonial anterior, había resultado un caos, parecía más una constante batalla de dos enemigos, que un matrimonio. No estaba seguro de querer meterse nuevamente en aquella guerra campal, aunque resultaba evidente que Grace no era como Meredith.Aunque viendo el lado positivo, no resultaba tan mala idea, se aseguraba de tener a Grace en su perímetro de control y vigilancia, además de tener a su hijo dentro de un matrimonio establecido. Grace era muy atractiva y aquel matrimonio podría tener más de un beneficio. —No había planeado casarme de nuevo—respondió.—Aunque dadas las circunstancias sería lo mejor. Los unimos en negocios y nos unimos por el matrimonio, te convertirás en mi yerno, y yo, en tu suegro. Aunque resulta bastante inquietante mirarte como yerno, considerando que somos contemporáneos. —Vamos, amigo—sonrió— aún somos bastant
—En una semana anunciaremos nuestro matrimonio— Grace elevó el rostro y observó a Izan, quién después de decir aquello seguía como si nada. A la joven le frustraba aquel rostro sin expresión o emoción alguna, parecía nunca demostrar nada, ¿Cómo podría conocer al padre de su hijo si nunca dejaba ver lo que pensaba o sentía?—Mi padre me lo ha dicho y no podía creerlo, de hecho, sigo sin creer que quieras casarte conmigo.—le dijo mientras lo miraba directamente a los ojos, un atisbo de sonrisa burlona bailó en sus labios y quello era aún más desesperante. Cuando no era una estatua inexpresiva, entonces se burlaba de ella. —Es lo mejor para todos, incluyendo el hijo que esperas.— Grace frunció el ceño, Izan siempre se refería así al bebé. "El hijo que esperas", "el hijo en tu vientre"—Una vez más, lo han decidido sin consultar nada, así que supongo que no tengo nada que decir. —aqueo era un amargo reproche, estaba harta de que decidieran sobre su vida y jamás le consultaran nada, era c
Izan comenzaba a impacientarse, los médicos no decían nada, tampoco le permitían ver a Grace, hacía mucho que la habían ingresado y aún no obtenían respuesta.Mientras estaba allí de pie en la sala de espera, en postura de alegra, tres de sus hombres esperaban cubriendo sus flancos.Observó como un médico salía en dirección a él. —Señor O'Farrell.—Doctor, ¿Cómo está prometida?, estoy cansado de esperar y que nadie me diga nada. —Debíamos realizar exámenes primero y así, asegurarnos del estado de la señorita McCartney. —¿Y bien?—Afortunadamente, ambos están bien. Está presentando una amenaza de aborto —Izan frunció el ceño, ¿Acaso ella quería cumplir lo que le había dicho?, ?estaba intentando dañar a su hijo?, ¿por qué?—¿Provocado?— preguntó muy serio. —No, de manera espontánea. —¿Por qué sucede eso?— quiso saber, necesitaba asegurarse de que ella no estaba lastimando al hijo que esperaba. —Muchos motivos, desde naturales por condiciones de su propio cuerpo, hasta emocionales,
Noah no quería regresar a su casa, no tenía deseos de hacerlo, la verdad es que desde su boda fallida y que Grace se había mudado a la mansión, evitaba a toda costa estar en casa, y no era porque no soportara a Grace o porque le cayera mal, era solo que le irritaba e incomodaba toda aquella situación, de cierto modo sentía que su padre habia permitido que el mundo se burlara de él. —¿A dónde vamos, Señor?— preguntó uno de sus guardaespaldas, el que estaba al volante. —A casa, George— dijo frustrado, no podía evitarlos toda la vida, además, también era su casa. Los dos hombres, tanto el que estaba frente al volante, como el otro lo observaron a través del cristal, como buscando una explicación para su conducta despreocupada. Noah por el contrario desvió la vista y observaba por la ventana, la lluvia comenzaba a caer con fuerza, golpeando el cristal del auto... pensó en llamar a Candace e invitarla a cenar, pero tampoco quería sonar desesperado o demasiado persistente, ella estaba atr
Izan la acercó más a él, estrechándola aún más con la finalidad de profundizar el beso, Grace gimió al sentir su tierno cuerpo ser oprimido por aquel cuerpo musculoso, ella recordó porqué se dejó arrastrar fácilmente por él aquella única noche que tuvieron, era un maestro para besar, él la besaba como nunca antes la habían besado. El beso terminó con ambos agitados y buscando ansiosos controlar la respiración. Izan la miró y sonrió, aquella sonrisa sexy... esa sonrisa endiabladamente sexy. —Besas demasiado bien para ser tan jóven— ella se ruborizó con el halago. —Gracias... supongo. —Algo me dice que tendremos un gran matrimonio, por cierto he aplazado el anuncio un par de días, así que esperemos que para entonces ya te encuentres bien. —¿Cuándo será la boda?— preguntó intentando ocultar el temblor en su voz. —¿Ansiosa, pequeña mía?— preguntó burlón. — ¿Ya deseas perder tu libertad?—La libertad que poseo es efímera, aquí estoy "libre"— hizo comillas con los dedos— pero presa en
Grace observó el precioso yate y sintió como algo se removía en su interior, no pudo evitar que viniera a su memoria aquella noche junto a Izan, la única que habían tenido, una noche de locura que le había costado bastante caro. —¿Vendrán tus hombres con nosotros?— le preguntó ella con ceño fruncido. Izan sonrió de aquella manera que lograba despertar las fibras de su ser..—¿Te incómoda?—Parecen nuestras sombras, no sé cómo puedes vivir así, uno o dos hombres estarían bien pero, ¿No te parece exagerado?—Se trata de mi seguridad, seré yo quién determine cuando es exagerado o no.— Grace lo miró directamente a los ojos, acostumbrada a los constantes desplantes de su padre, aquello le pareció poco, así que optó por encogerse de hombros, y con sus zapatillas en mano decidió subir a la embarcación, se sorprendió cuando unos cinco minutos más tarde lo vio llegar si sus hombres. —encenderé el motor y zarpamos.—¿Tu? — lo miró sorprendida— ¿Así que también eres capitán?— le dedicó una sonr