Dicen que el día del matrimonio, es uno de los días más felices en la vida de una mujer, pero extrañamente Grace no se sentía feliz, desbordante de dicha ó loca de amor. Si, estaba embarazada de su futuro esposo, Pero todo había sido tan rápido y cero romántico, seria una hipócrita al decir que amaba al hombre con quien estaba a punto de casarse, lo más inquietante era que Izan O'Farrell, estaba esperando permanecer a su lado para siempre, recordó la conversación que habían tenido;—¿No podría ser algo más pequeño?— le había preguntado— será solo una boda por civil y...—Estas mal informada, querida. Nuestra boda no será únicamente por civil. —No pensé que fueses un hombre creyente—Izan sonrió, pero no respondió— ¿No te parece extremo para dos personas que no se aman?—Procuro un buen futuro para ti y para tu hijo, no debería importarte nada más.— respondió cortante.Grace parpadeó, volviendo al presente, observó su imagen frente al espejo, el trío de mujeres a su alrededor se ocupa
—Rayos, ¿son esas las maneras de recibir a tu único hermano?—Grace frunció el ceño. ¿hermano?, ¿Izan, tenía un hermano?—No te esperaba Spencer, ¿no sé supone que estabas en Ibiza?—Estaba— respondió con una encantadora sonrisa— Me alegra llegar para el desayuno, vengo famelico— dijo sentándose a la mesa, la mandíbula de Izan se tensó. — que me sirvan— le dijo a la joven que parecía nerviosa. La mujer miró a Izan, quién asintió, no de muy buen gusto. —Tienes unos modales bastantes cuestionables, Spencer— lo miró directamente a los ojos, en una claro reclamo por haber llegado sin invitación, y sentarse a la mesa sin ofrecimiento. —Puedo decir lo mismo, hermano. Me ofende mucho no haber sido invitado a la boda — se giró hacia Grace y le dedicó una sonrisa— o debería decir bodas, por cierto es un placer, cuñadita.—El gusto es mío, bienvenido — dijo con amabilidad. —Siempre es bueno volver a casa. — le regaló una sonrisa, mientras le servían el desayuno— hermosa tu esposa— le dijo a I
Aquellas palabras hicieron que Grace se removiera incómoda en su asiento. ¿Qué tipo de pregunta era aquella?,¿Qué querría decir exactamente?—¿A qué te refieres cuando dices; "un hombre como mi hermano"? —Bueno, ya sabes... Izan O'Farrell es alguien... ¿cómo lo diría?... ¿muy particular?... ¿diferente?. Solo tengo curiosidad de saberlo, debes ser muy especial como para que mi hermano decidiera casarse contigo. Cuéntame, ¿cómo se conocieron?—Nos conocimos en un crucero. — dijo la verdad, pero sin llegar a ser muy específica. —¿Así que amor a primera vista?— preguntó sonriendo, Grace le devolvió el gesto pero no respondió.— eres afortunada, mi hermano tenía años sin fijarse seriamente en alguien. En eso se parece a nuestro padre. Creo que la historia se repite. —No entiendo— le dijo confundida. —Mi padre tuvo un primer matrimonio, la madre de Izan, ella fue todo lo que él quería y de pronto un día, sencillamente murió. Años después vuelve a casarse y heme aquí, el hijo menor de otr
Izan entró furioso a la habitación que ocupaba su hermano, Spencer quien salía de la ducha lo miró con fingida sorpresa. —¿Qué sucede?—¿Qué Diablos es ésto?— le preguntó enojado y le golpeó el pecho con el sobre, Spencer arqueó ambas cejas, tomó el sobre y sacó la hoja para leerla tranquilamente. —Bueno, según veo, es una amenaza.—¡No te hagas es desentendido!—¿Estás acusándome de algo, Izan?— le preguntó mientras fruncía el ceño. —¿No te parece demasiada casualidad que justo el día que regresas a mi vida, ya estoy recibiendo ese tipo de mensajes?—¡Oh, vamos!— le dijo con un resoplido— no puedes estar hablando en serio, siempre piensas lo peor de mi, siempre creer que quiero hacerte daño. He regresado para estar con ustedes, no para ésto — señaló la hoja— deja de ser paranoico conmigo, Izan. He venido en son de paz. —Si... claro— lo miró directamente a los ojos. —¿Es que acaso no tienes enemigos?, ?un mal negocio?, ¿algún marido celoso?, ¿un cliente insatisfecho?, ¡Qué se yo!
Grace, estaba sentada en la silla de extensión frente a la piscina, hacía un día precioso y estaba dispuesta a disfrutarlo al máximo, quizás broncear un poco su piel, le ayudaría. Allí con los ojos cerrados, no podía dejar de pensar en sus noches junto a Izan... Que hombre más enigmático y a la vez encantador. Cuando estaba entre sus brazos le mostraba una faceta de él, encantadora. Izan era una amante atento, dedicado, le encantaba darle placer y hacerla disfrutar antes de unirse al banquete pasional, ese gesto tan considerado de su parte, le encantaba... se sentía feliz, después de todo su matrimonio no sería tan malo, también le había mostrado consideración al permitirle escoger el destino para su viaje de bodas, el cual esperaba fuese pronto, tenia deseos de ir a Australia. Spencer, desde la ventana de su habitación observó a su joven y linda cuñada, ella estaba allí tumbada tomando el sol, con su jugoso cuerpo cubierto a penas por aquel traje de baño, la recorrió con la mirada..
**********************Izan, sentado en la silla de su oficina, tomó su celular para hacer una llamada. Se escuchó como timbraba una, dos, y cuando pensó que no obtendría respuesta, entonces la voz grave y profunda al otro lado. —El lobo americano.—El león ruso— respondió amistosamente— que gusto escucharte. —Lo mismo digo. ¿Asuntos de negocios?—No exactamente, Rodolf ya me informó que había afinado detalles contigo. —Asi es, nada de que preocuparse. Todo está saliendo exactamente como lo planeamos. En un par de días te enviaré a Igor, el me traerá la documentación. —Bien, espero lo envíes también con mi dinero. —Por supuesto, ni un dólar más, ni un dólar menos... cómo siempre. —Por eso me alegra tener negocios juntos. ¿Y tú?, ¿Estás bien?—¿Cómo socio o como amigo?—Dimelo tu, pareces desconfiar de todo y todos, me gustaría llamarte amigo Nikolay, Pero no estoy seguro de que me veas así. —Soy un hombre precavido— respondió de inmediato— son años y años de sociedad. No te diré
—Toc, Toc, ¿Puedo pasar?— preguntó Noah desde la puerta, Izan contuvo un suspiro. —Por supuesto hijo, adelante. — respondió en tono amable. —Gracias.—Toma asiento, por favor. ¡Vaya, pareces estar de buen humor!— le dijo con sinceridad— últimamente pareces estarlo siempre — sonrió. —Asi es, digamos que ahora disfruto el buen humor. La vida puede ser muy bella, padre— Izan sonrió y frunció el ceño, dos acciones contrarias entre si. —Eso es bueno... ¿Y la causa es Candace?—Ella es especial, papá. Realmente me agrada y siento que puedo ser yo, sin esconderme de nada, es completamente espontáneo. Candace me entiende y yo la entiendo a ella, congeniamos muy bien. —Eso es bueno, pero tómalo con calma Noah, no quiero que termines estrellandote con una pared. Candace es hermosa, y ya estuvieron prometidos para casarse, sabes que lo aprobaría sin lugar a dudas, no solo es hermosa e inteligente, sibo que proviene de buena familia, pero me preocupa la implicación emocional que conlleva que
—Noah, que bueno verte, pero no te esperaba... en ocasiones suelo llegar de imprevisto. —Y está vez lo vale— aseguró Oliver con una enorme sonrisa, lo cual despertó las sospechas en ella. — te tiene una excelente propuesta — ¿Acaso Noah le pediría matrimonio?—¿Propuesta?— preguntó confundida. —Si... ¿Me acompañarías a un viaje a Manhattan?***********************—¿En serio tienen que ir todos conmigo?— preguntó Grace de mala gana, mientras observaba a los tres guardaespaldas. —Lo lamento señora, pero las órdenes fueron claras, si usted desea salir de la mansión, solo puede ser en compañía de no menos de tres de nosotros. —¡Izan debe haber exagerado!, ¡tiene que ser una broma! — los hombres ni pestañaron—¡Solo quiero ir a ver cosas de bebés!—Nosotros iremos con usted. —aseguró otro de los hombres. —Bien, bien, es problema suyos si quieren aburrirse en el centro comercial— entró al auto enojada. Pasó la mañana entrando y saliendo de tiendas, habían muchas cosas de bebés que le e