Izan entró furioso a la habitación que ocupaba su hermano, Spencer quien salía de la ducha lo miró con fingida sorpresa. —¿Qué sucede?—¿Qué Diablos es ésto?— le preguntó enojado y le golpeó el pecho con el sobre, Spencer arqueó ambas cejas, tomó el sobre y sacó la hoja para leerla tranquilamente. —Bueno, según veo, es una amenaza.—¡No te hagas es desentendido!—¿Estás acusándome de algo, Izan?— le preguntó mientras fruncía el ceño. —¿No te parece demasiada casualidad que justo el día que regresas a mi vida, ya estoy recibiendo ese tipo de mensajes?—¡Oh, vamos!— le dijo con un resoplido— no puedes estar hablando en serio, siempre piensas lo peor de mi, siempre creer que quiero hacerte daño. He regresado para estar con ustedes, no para ésto — señaló la hoja— deja de ser paranoico conmigo, Izan. He venido en son de paz. —Si... claro— lo miró directamente a los ojos. —¿Es que acaso no tienes enemigos?, ?un mal negocio?, ¿algún marido celoso?, ¿un cliente insatisfecho?, ¡Qué se yo!
Grace, estaba sentada en la silla de extensión frente a la piscina, hacía un día precioso y estaba dispuesta a disfrutarlo al máximo, quizás broncear un poco su piel, le ayudaría. Allí con los ojos cerrados, no podía dejar de pensar en sus noches junto a Izan... Que hombre más enigmático y a la vez encantador. Cuando estaba entre sus brazos le mostraba una faceta de él, encantadora. Izan era una amante atento, dedicado, le encantaba darle placer y hacerla disfrutar antes de unirse al banquete pasional, ese gesto tan considerado de su parte, le encantaba... se sentía feliz, después de todo su matrimonio no sería tan malo, también le había mostrado consideración al permitirle escoger el destino para su viaje de bodas, el cual esperaba fuese pronto, tenia deseos de ir a Australia. Spencer, desde la ventana de su habitación observó a su joven y linda cuñada, ella estaba allí tumbada tomando el sol, con su jugoso cuerpo cubierto a penas por aquel traje de baño, la recorrió con la mirada..
**********************Izan, sentado en la silla de su oficina, tomó su celular para hacer una llamada. Se escuchó como timbraba una, dos, y cuando pensó que no obtendría respuesta, entonces la voz grave y profunda al otro lado. —El lobo americano.—El león ruso— respondió amistosamente— que gusto escucharte. —Lo mismo digo. ¿Asuntos de negocios?—No exactamente, Rodolf ya me informó que había afinado detalles contigo. —Asi es, nada de que preocuparse. Todo está saliendo exactamente como lo planeamos. En un par de días te enviaré a Igor, el me traerá la documentación. —Bien, espero lo envíes también con mi dinero. —Por supuesto, ni un dólar más, ni un dólar menos... cómo siempre. —Por eso me alegra tener negocios juntos. ¿Y tú?, ¿Estás bien?—¿Cómo socio o como amigo?—Dimelo tu, pareces desconfiar de todo y todos, me gustaría llamarte amigo Nikolay, Pero no estoy seguro de que me veas así. —Soy un hombre precavido— respondió de inmediato— son años y años de sociedad. No te diré
—Toc, Toc, ¿Puedo pasar?— preguntó Noah desde la puerta, Izan contuvo un suspiro. —Por supuesto hijo, adelante. — respondió en tono amable. —Gracias.—Toma asiento, por favor. ¡Vaya, pareces estar de buen humor!— le dijo con sinceridad— últimamente pareces estarlo siempre — sonrió. —Asi es, digamos que ahora disfruto el buen humor. La vida puede ser muy bella, padre— Izan sonrió y frunció el ceño, dos acciones contrarias entre si. —Eso es bueno... ¿Y la causa es Candace?—Ella es especial, papá. Realmente me agrada y siento que puedo ser yo, sin esconderme de nada, es completamente espontáneo. Candace me entiende y yo la entiendo a ella, congeniamos muy bien. —Eso es bueno, pero tómalo con calma Noah, no quiero que termines estrellandote con una pared. Candace es hermosa, y ya estuvieron prometidos para casarse, sabes que lo aprobaría sin lugar a dudas, no solo es hermosa e inteligente, sibo que proviene de buena familia, pero me preocupa la implicación emocional que conlleva que
—Noah, que bueno verte, pero no te esperaba... en ocasiones suelo llegar de imprevisto. —Y está vez lo vale— aseguró Oliver con una enorme sonrisa, lo cual despertó las sospechas en ella. — te tiene una excelente propuesta — ¿Acaso Noah le pediría matrimonio?—¿Propuesta?— preguntó confundida. —Si... ¿Me acompañarías a un viaje a Manhattan?***********************—¿En serio tienen que ir todos conmigo?— preguntó Grace de mala gana, mientras observaba a los tres guardaespaldas. —Lo lamento señora, pero las órdenes fueron claras, si usted desea salir de la mansión, solo puede ser en compañía de no menos de tres de nosotros. —¡Izan debe haber exagerado!, ¡tiene que ser una broma! — los hombres ni pestañaron—¡Solo quiero ir a ver cosas de bebés!—Nosotros iremos con usted. —aseguró otro de los hombres. —Bien, bien, es problema suyos si quieren aburrirse en el centro comercial— entró al auto enojada. Pasó la mañana entrando y saliendo de tiendas, habían muchas cosas de bebés que le e
En cuanto se escuchó el primer disparo sus hombres activaron protocolo de protección —¡AL SUELO, JEFE!—gritó uno de sus hombres y de inmediato Izan se agachó, maldijo a gran voz, mientras sus hombres se posicionaban y comenzaba un intercambio de disparos, el sonido era estridente e Izan escuchaba las balas, uno de sus hombres cayó frente a él, con una herida en la pierna que poco tardó en comenzar a manar sangre, se escuchó como una motocicleta aceleraba para obtener gran velocidad, más disparos y luego silencio. —¡CARAJO !, ¿QUE FUE ESO?—preguntó indignado y es que era sorprendente que alguien se atreviera a atacarlo dentro de una de sus propiedades. —¡Se ha ido!— gritó otro de sus hombres, corriendo hacia la entrada—¡Tenemos un herido aquí!—¡JOSEPH, ESTÁ HERIDO!— gritó uno de sus hombres. Izan salió de detrás del auto, furioso caminó hacia el hombre en el piso quién agonizaba con una herida de bala en el pecho. —¡LLEVEN A JOSEPH A LA CLÍNICA!—gritó Izan furioso—¿PARA QUIÉN TRAB
La siguiente semana pasó con rapidez, Izan estaba frustrado porque no lograba una buena pista que le ayudará a descubrir quien estaba interesado en desaparecerlo, estaba constantemente de mal humor y la discusión con Grace no hacía más que empeorar y generar más tensión, tensión que Spencer estaba sabiendo aprovechar, siempre intentando mantenerse cerca de Grace, ahora tendían a tener largas conversaciones, reían constantemente y Spencer le hacia ver que no era el chico malo que Izan creía. —¡Hija, que bueno verte!— le saludó Amelia en cuánto entro a la mansión McCartney. —Hola, mamá— le besó la mejilla— ¿cómo has estado?—Yo bien, tesoro, como siempre. Cuéntame cómo estás tú y como está mi nieto.—Pudiera ser nieta— le sonrió— aún no deja verse, esperemos lo podamos descubrir en la siguiente ecografía. —Seguro que si, Pasemos al recibo, he pedido nos preparen té y galletas. —Gracias, ¿Dónde está Candace?—Sigue en Manhattan con Noah, al parecer está resultando un viaje muy encant
—Qué vistas— suspiró y bebió de su copa. —Lo mismo digo— respondió él, pero sin quitar la mirada de ella, Candace lo sintió asi que se giró hacia él y le regaló una sonrisa. —¿Qué sucede?—Admiro el precioso panorama — ella rio alegremente. —Eres bueno para conquistar chicas, ¿sabes?. —Solo quiero conquistar a una— Candace lo miró a los ojos, y sonrió. Se acercó a él y le envolvió el cuello con la mano libre, entonces Noah le rodeó la cintura acercándola más a él.— Dime qué quieres que te bese— aquello fue casi una súplica. —De hecho, estás demorando demasiado...— y dicho aquello se inclinó para besarlo, Noah y Candace suspiraron, compartir besos se había convertido en su actividad favorita. Noah amaba la boca de Candace y ella, estaba enloquecida por la manera en la que él la besaba. Se separaron en busca de oxígeno, pero a diferencia de otras veces, se quedaron en silencio observándose con intensidad... Candace fue la primera en sonreír. —Bueno, quizás... deba irme, ahora. —E