—¿Hola?— volvió a repetir Izan de mala manera.—¿ estás allí, Nathalie?— pregunto frustrado. —Sí señor, aquí estoy — dijo ella intentando que su voz sonará natural, pero no pudo evitar el quiebre de dolor en ella. Levantó los ojos y la hermosa rubia tenía la mirada fija en ella, con una ceja enarcada, como un claro recordatorio de sus amenazas, además después de eso relajo su expresión y le regaló una amplia sonrisa, lo cual le causaba escalofrios. —¿Cómo está mi hijo?— preguntó de inmediato. —Dylan está bien —respondió con voz temblorosa. —¿Qué demonios es lo que quieres, Natalie?, ¡devuélveme a mi hijo!— dijo enojado— no sé por qué estás haciendo todo esto y no sé por qué precisamente tuviste que escoger a Dylan, te encargamos que lo cuidaras y lo protegieras, pero resultaste secuestrando a mi hijo maldit4 traidora. ¡Confiamos en ti!— gruñó— ¿es que acaso no tienes alma?— le preguntó frustrado— ¿cómo eres capaz de arrancar a un niño del lado de su madre? —Señor... —Di
Candace y Noah, llegaron en su vuelo después de largas horas en el avión, decidieron no esperar más y salir apresuradamente a la mansión rogando que todo hubiese mejorado y que tuviesen alguna noticia del niño, mientras iban en el vehículo con dirección a la mansión O'Farrell , Candace no podía dejar de llorar, sus ojos producían constantes lágrimas, producto de la angustia que sentía al saber que su sobrino no estaba en brazos de su madre. Noah, se percató de su estado de ánimo y extendió su mano para tomar la mano de ella y entrelazar sus dedos, Candace lo miró a través de las lágrimas y se inclinó hacia él colocando su cabeza en el hombro de su esposo. —Odio que esta situación me haga sentir tan débil— declaró Candace— porque necesito ser fuerte en este momento y más que nunca, necesito tener toda la fortaleza de la que he hecho alarde toda la vida Noah, Dylan me necesita, mi hermana me necesita y yo necesito estar más fuerte que nunca para poder darle el ánimo y mantenerla en
—Recuerda que solo tienes un minuto para saber de ella, nada más —Nathalie asintió sintiéndose frustrada por las limitaciones de aquel hombre. La rubia se había ido completamente feliz porque según ella todo estaba marchando como lo había planeado, era triste descubrir que la mente maestra detrás de todo aquel aquello que estaba ocurriendo no era un hombre sin escrúpulos, sino una mujer sin corazón. El hombre le pasó el teléfono y ella marcó ansiosa los números que le llevarían a comunicarse directamente a Francia, el teléfono repicó tres veces y ella pensó que no tendría respuesta de su madre, pero pronto escuchó la voz de su tío al otro lado de la linea. —Hola tío, soy Nathalie —Oh mi querida niña, cuánto tiempo sin saber de ti. ¿Cómo estás?. —Estoy muy bien tío, en el trabajo no me da mucho tiempo libre así que solo tengo un minuto para llamar, ¿ podría pasarme a mi madre? —Por supuesto que sí hija, dame un segundo y ya la pongo el teléfono— estaba ansiosa escuchar la voz
—Lobo Americano, hasta que te animas a llamar— fue la respuesta que le dio Nikolay Kozlov a Izan, en cuanto le marcó. —He tenido días complicados León, tengo asuntos que se han salido de mis manos lamentablemente, y que me llevan a solicitar tu apoyo. —Precisamente me estaba preguntando cuánto tiempo demorarías en llamar y me ofende que hayas tardado tanto, se supone que somos socios y amigos. Hace dos semanas que has estado en una situación difícil y hasta ahora decides buscarme. —¿Y tú cómo sabes eso?, si tengo problemas Pero se han trabajado con discreción. —No tanta como seguramente querrías. No sé exactamente lo que te ocurre pero según me han informado, has estado haciendo preguntas bastante extrañas en el mundo tan particular en el que nos desenvolvemos. —¿Habrá algo que se escape de tu ojo?— le preguntó con tono cansado— debieron apodarte águila y no León. —Por supuesto que sí hay cosas que escapan de mi radal, pero intento que no suceda muy a menudo. ¿Me dirás lo
Izan, llegó a casa ya avanzada la noche, se encontró con que Grace dormía así que sin intención de despertarla fue directo a tomar una ducha, luego cuando ya estuvo listo se deslizó en la cama suavemente junto a ella, estaba extremadamente agotado había sido un día difícil y estaba en su momento favorito del día, cuando podía volver a casa y estar junto a su esposa, sin embargo ese momento favorito del día se veía opacado por la ausencia de su pequeño hijo, maldijo una y otra vez mentalmente porque lo que más deseaba era recuperar a su hijo y que el brillo volviese de a los ojos de Grace, ya no soportaba mirar en ellos tanta angustia y sufrimiento ,como si estuviese viviendo en la peor de las torturas y estaba seguro de que así era. Extendió su mano y se acercó a ella todo lo que pudo, con una mano le rodeó la cintura y la acercó suavemente hacia él buscando el calor de su cuerpo, Grace suspiró mientras abría con suavidad los ojos y sentía las manos de su esposo en su cintura inmed
Nikolay entró a la mansión con la tranquilidad de quien tiene el poder de hacer lo que quiere, su socio y amigo lo recibió con un semblante serio. — Buenos días Nikolay, estoy muy agradecido de que estés aquí. —No te preocupes amigo mí, para eso estamos, para apoyarnos. —Igualmente lo agradezco, pasemos a mi despacho para que podamos hablar tranquilamente—le dijo y el ruso asintió. Cuando se encontraron en el despacho le preguntó— ¿ deseas algo de tomar, un café tal vez? —No O'Farrell, ya he desayunado así que no te preocupes por mí, vamos directo al grano y dime si has averiguado algo. —El día de ayer mis hombres se encontraron con una persona que dice que hace un par de semanas atrás o poco más, un hombre desconocido estuvo reclutando hombres con la finalidad de llevar a cabo una misión. —¿Y qué tiene eso especial?— le preguntó Nikolay. — El caso es que el hombre hizo especial énfasis en que la misión se trataba de un niño y que si eran hombres con suficientes escrúpulos
Nathalie observó al pequeño niño que dormía junto a ella, colocó la mano en su frente y se percató de que la fiebre había cesado, por fortuna el niño se encontraba bastante mejor y ahora podía dormir tranquilamente. Aquella situación la tenía desesperada ya habían pasado muchos días desde que Dylan no veía a su madre y cada vez era más obvio de cuánto la extrañaba, hacia solo un par de días estaba jugando con el niño cuando él elevó su carita hacia ella y con sus manos extendidas como en su búsqueda comenzó a bucear diciendo; —Ma... ma...ma...ma... Aquello generó que el corazón de Nathalie se estrujará de pena, era obvio lo mucho que el niño extrañaba a su madre y que con el pasar de los días el pequeño mostraba angustia por la ausencia del calor materno, y le generaba un más dolor saber que aquella joven madre se había perdido de las primeras palabras de su hijo porque aunque hubiese sido solo el buceo con una sílaba, era la primera vez el niño buscaba de pronunciar ese tipo d
Nathalie se encontraba en la cocina de la casa aprovechando que el pequeño Dylan dormid y que se encontraba mucho mejor de salud, decidió encargarse de el almuerzo como lo hacía últimamente, ella misma le habia solicitado al hombre misterioso que le permitiera encargarse de la preparación de las comidas porque ya estaba cansada de comer la comida que compraban fuera. —Deberias estar feliz, a las mujeres les gusta evitar la cocina. ¿No? —No a todas— le había respondido de inmediato—yo disfruto poder preparar mis alimentos. Y así habían acordado aquello, todo marchaba bien y un par de hombres la vigilaban constantemente haciendo rondas para asegurarse de que ella estaba dedicada a lo que debía, y que no intentara ninguna tonteria como; atacar a alguien con un cuchillo, se encargaban siempre de que ella viese las armas que llevaban, le frustraba sentirse observada como si fuese una rata de laboratorio a la cual tuviesen que tener constantemente bajo estricta vigilancia, sin embargo