Esa misma tarde Ignacio y Laura, llegaron a la casa del joven. Ary se hallaba en la cocina, ultimando los detalles de la cena de la noche.
—Señora Ariadna buenas tardes ¿Desea que le ayude en algo? —preguntó la jovencita.
—No Laurita tranquila, ya está casi todo listo —contestó Ariadna, sonriendo de manera dulce.
— Porque no van a ver televisión mientras termino la comida —sugirió Ariadna.
—Vamos a mi habitación Laurita —propuso el joven.
—Bueno Nachito.
Los dos tomados de la mano caminaron hasta la habitación de él.
Laurita observó con atención la decoración de la alcoba del joven, los muros mostraban tonalidades celestes, gris, blanco. Notó como tenía acomodados sus libros, la guitarra, los cd de música.
Mientras la jovencita observaba todo a su alrededor. Nacho cerró la puerta y luego se acostó a un lado de la cam
Queridos lectores les he dejado estos 4 capítulos esperando los hayan disfrutado. ¿Qué opinan de todo lo sucedido entre Kate y Fer, desde el cumpleaños de ella, hasta la serenata, la renuncia, y ahora su distanciamiento?. No olviden comentar en las reseñas porque ahí me es más fácil responder.
Kate no salió de su habitación en todo el día. Solo bajó a la cocina para servirse el almuerzo, mientras el agente García, con los demás guardaespaldas se encontraban en el jardín de la casa.La joven lo observó desde una de las ventanas, y como si ambos siguieran un llamado del corazón sus miradas se cruzaron.Kate, enseguida giró su rostro hacia el plato de comida; sin embargo, Fernando a paso lento se dirigió a la cocina.—Señorita Katherine —expresó y la miró con ternura—, perdone molestarte, quería preguntarle si me necesita hoy.Kate arqueó una de sus cejas y observó a Fernando con intriga.—¿Por qué? —indagó ella.—Es que requiero permiso para salir temprano.&
Kate observaba a la familia Grimaldi, lo afectuosos que eran entre ellos, todo era muy distinto a lo que ella vivía, era evidente el amor que sentían unos por otros.«¡Cómo me hubiera gustado tener una familia así!» exclamó Kate, en su mente; claro que se sentía tranquila, al ver que Ignacio, y Laura, no la juzgaron por lo que hizo su prima.—Buenas noches, hija —saludó el padre Fausto—. Te fuiste sin despedirte de la fiesta —advirtió observándola con atención.Kate se ruborizó, sintió vergüenza con el sacerdote por haberse ido de esa manera de su celebración.—Hola, tuve una emergencia —balbuceó.El religioso a pesar de que ella había cubierto con maquillaje el moreton de la mañana, notó
Días despuésKate salía de su jornada de clases en la universidad, caminaba en dirección al estacionamiento cuando de repente escucho:¡Katherine! ¡Katherine!No distinguía a lo lejos al joven que se acercaba, una vez que lo tuvo en frente se dio cuenta de que era Leo.—¿Katherine estudias aquí? —preguntó el chico con curiosidad.—Sí, en la escuela de negocios y tú —inquirió Kate.—Yo también estoy en la facultad de medicina, tengo una beca —explicó Leo.—¡Qué interesante! —exclamó ella y buscó con la mirada a su escolta.—Kate este fin de semana vamos a ir a Long Lake y te quería preguntar si quieres
Los jóvenes entonaban muy divertidos las canciones, el playlist de Tefa, tenía todo tipo de música y como era muy pegada a la abuela María y ella le ponía a ver telenovelas mexicanas, se le dio por escuchar melodías antiguas:«Tan Cerca by Flavio Cesar» inundó el auto.—Enamorado, de ti, aunque no sientas lo mismo. Que casi me convierto en tu sombra. Una sombra infeliz, porque soy para ti. Sólo un amigo… —tarareó Fernando.Los chicos se tranquilizaron y varios de ellos pudieron percibir las miradas del agente García, y Katherine mientras la canción se reproducía.Así pasaron casi dos horas de viaje, y aún les faltaba un largo trayecto, aparcaron en una estación de servicio. Las muchachas aprovecharon para hacer varias cosas, mientras los chicos, compraban
Los jóvenes observaban por las ventanas el camino que conducía a Long Lake, mientras la fresca brisa, les cubría el rostro. —Tefa, es hora de poner música de la buena —solicitó Leo. La hermana menor de Ignacio, obedeció. — ¡Comenzaron los vallenatos! — exclamó Fernando negando con la cabeza. «Distintos destinos by Binomio de Oro» empezó a sonar. —No debí poner mis ojos en alguien como tú...— tarareó Katherine y miró a su escolta. —¿Kate te gustan los vallenatos? —preguntaron todos a la vez, la joven Blake, sonrió. —Hubo una señora que trabajó siete años en mi casa cocinando, ella era de Colombia y ya se imaginaran que música ponía todos los días. A mí me gustaba pasar con esa mujer, y así me fui enamorando de los vallenatos —aclaró la joven. —Yo nací en Colombia —mencionó Leo. — ¿Tú n
Los jóvenes sentados en el pasto, observaban el lago. Ignacio desesperado porque las chicas demoraban caminaba de un lado a otro. Leo lanzaba piedras al agua. Beto, y Jennifer estaban dentro de una burbuja, ignorantes del mundo exterior. Fernando, cruzado de brazos parado bajo la sombra de un árbol, también disimulaba su impaciencia. —¿Qué hacen las chicas que tardan tanto? —preguntó Leo. —Ya conoces como son las mujeres —pronunció Beto embelesado con Jennifer. La joven le dio con el puño en el brazo a su novio. — ¿Nando vas a seguir sin dirigirme la palabra? —indagó Leo a Fernando. — ¡Tú y la señorita Katherine son un par de irresponsables! —gruñó molestó el agente. — ¡Si serás inmaduro, hombre! — exclamó Leo, con las expresiones propias de su tierra natal. Fernando lo fulminó con la mirada—. Ella no quiso traer seguridad porque dijo que estando tú aquí con nosot
Los jóvenes nadaron hasta la orilla para empezar la carrera. Nacho y Laura eran los jueces. A todos les pareció muy divertida la idea del juego, claro que el joven Grimaldi aclaró que el beso entre su hermana y su amigo Leo, solo podía ser en la frente, arruinando las ilusiones de la jovencita.Laura hizo la señal y los seis se lanzaron al agua. Jennifer y Beto no tenían apuro de llegar, ellos nadaban de lo más relajados. Tefa hacia todo lo posible por triunfar. Leo le dio ventaja, caso contrario a Fernando, él no se iba a dejar ganar por Kate; era evidente que le iba a hacer tragar sus palabras: «Ni en tus sueños te vuelvo a besar» recordaron ambos.La primera en llegar a la meta fue Tefa, después lo hicieron Jennifer y Beto. Nando y Kate, estaban casi a la misma distancia de la orilla.— Lo siento señorita, pero yo tengo entr
Ignacio besaba cada vez y cuando la mejilla de su chica. Los dos cantaban embelesados con el otro, entonces llegaron al estribillo.El joven Grimaldi cantó su parte:—Te envío poemas de mi puño y letra —Miró a los ojos a su novia.—Te envío canciones de 4.40 —prosiguió la chica con su aterciopelada voz.—Te envío las fotos cenando en Marbella. —Suspiró y sonrió él.—Y cuando estuvimos por Venezuela —añadió Laura.—Y así me recuerdes y tengas presente —continuó el joven Grimaldi, entonces juntos cantaron.—Que mi corazón está colgando en tus manos…Ignacio la besó al finalizar la melodía, y ell