Los cuatro saludaron, y tomaron asiento. Gabriela empezó a hablar e intentó persuadir a Katherine de perdonar a Damián.
La joven trataba de contener las lágrimas, pasaba la saliva con dificultad, los eventos traumáticos de su niñez, se venían a su mente una y otra vez, las manos, piernas, le temblaban, se mordía los labios tratando de mostrar la valentía de siempre, sin embargo, en ese instante le era imposible.
—Si te hubieras separado a tiempo de Damián, yo no habría pagado las consecuencias —reprochó Katherine a su madre.
Gabriela sintió un gran golpe en su corazón ante el cuestionamiento de Katherine, su hija tenía razón, ella fue culpable por su cobardía, por permanecer al lado de un hombre que no la amaba, entonces la voz de Damián, irrumpió la reunión.
—No le reproches a tu madre Katheri
Días después.Katherine para no sentirse sola aceptó pasar unos días junto a su madre, mientras su esposo regresaba de aquella misión. Ella y Laura sostuvieron una larga conversación, y se reconciliaron. Gabriela, le había conseguido cita con un terapista, y ese día la joven tenía que enfrentar una dura prueba.—Damián te está esperando quiere hablar contigo —mencionó Laura.La joven observó a su madre con la mirada llena de angustia, sin embargo, era necesario enfrentar a su verdugo, no podía darle más vueltas al asunto.—¿En dónde está? —preguntó con la voz temblorosa.—En su habitación hija. ¿Quieres que los acompañe?—No mamá gracias. Este es un asunto entre Damián Blake y yo...Bl
Fernando, y Smith, iniciaron su empresa de seguridad privada. Max, después de varios meses logró convencer a Rebeca, de regresar con él, ahora podía disfrutar de su esposa y su hijo. La pequeña Ángela, ya caminaba y su padre, el agente García, extremaba cuidados con su niña. Kate asistía a las terapias, claro que después de la muerte de Damián, muchas cosas cambiaron en su interior. Laura, e Ignacio esperaban con impaciencia noticias sobre la adopción, la joven nunca dejó de decirle mamá a Constanza, a quién visitaba casi a diario. Kate, y Fernando, poco a poco iban madurando su relación, no dejaban de tener discusiones que terminaban en fogosas reconciliaciones, ellos se amaban con sus defectos y virtudes, con ese carácter indomable que ambos tenían, pero ahora ya las sombras del pasado no empañaban su felicidad. —¿Es necesario ir hasta Long Lake, Fernando? ¿Por qué aceptaste? — preguntó Kate, algo cansada, hacía días que su espos
Seis años después. La ciudad amanecía resplandeciente, el cielo iluminando con un sol brillante acompañaba a tan emotiva celebración. Para todas las familias era un día importante, en especial para los hombres de la casa, se celebraba el día del padre. Seis años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, en la familia de Ary, y Nick, sus hijos ya eran todos adultos. Estefanía, a sus veinticinco años se empezaba abrir camino como diseñadora. Paolo, a sus veintiún años cursaba el segundo año de arquitectura. Ignacio se graduó con honores en la escuela de Derecho y era un importante abogado: Laura, su esposa recuperó su salud, eran muy felices con sus hermosos pequeños: Adrián, que estaba por cumplir cinco años y la hermosa Sarita, tenía siete. Laurita terminó sus estudios hizo realidad su sueño de ser profesora. Nick, seguía trabajando en la empresa de su familia, a pesar de las duras pruebas que tuvieron que
Todas las familias reunidas en el centro comunitario escuchaban el sermón que el padre Fausto estaba disertando haciendo alusión al amor de padres a hijos y viceversa. Una vez que la misa terminó la gente abandonó la iglesia excepto las familias que tenían la reunión en el centro comunitario las mujeres trataban de entretener a sus esposos mientras Beto, y Leo, ayudaban a los pequeños con la preparación de los equipos. Beto y Leo, terminaron sus estudios universitarios, Beto también era abogado y trabajaba con Nachito en su estudio jurídico. Leo, era médico, trabajaba en un hospital a más que colaboraba en el centro comunitario y estaba felizmente casado con Tefa. Uno de los pequeños avisó que todo está listo, todos se dirigieron al salón del centro comunitario. Los niños estaban en posición, ansiosos para cantarles a sus padres, quienes se sorprendieron al momento que las notas de «Cuando yo quería ser grande by Vicente Fernández» se escucha
Queridos lectores agradezco el tiempo que se toman en leer mis historias. Para leer este libro es necesario conocer su primera parte que se titula: Un contrato por amor.La obra está registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador con año 2018. Se ha anexado las versiones anteriores y también los bosquejos e ideas de la trama. Por lo que este libro es de mi completa autoría, y no acepto plagio, ni adaptaciones, ni la distribución ilegal del pdf de ninguno de los libros de mi autoría.Debo aclarar ciertas cosas importantes.La historia contiene escenas de maltrato y violencia doméstica, no están narradas de manera explícita, sin embargo, hago esta advertencia por si alguien es sensible ante esas cosas.Esta historia también habla de una enfermedad grave de la sangre que se la conoce como: Aplasia Medular, todo está narrado con la debida investigación y respet
Katherine se hallaba sentada en la fría banqueta al exterior de su mansión, gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas, sostenía una de sus manos en su vientre, aferrándose al pequeño ser que ahora llevaba en su interior.Su mente se hallaba nublada por los enmarañados recuerdos de horas atrás en donde los dos hombres que debían amarla y protegerla, la habían destruido.De Damián, su padre, no se sorprendía en lo absoluto, él jamás mostró un ápice de cariño a ella. Pero lo que terminó por hacer añicos su corazón fue la actitud de Fernando, el hombre al cual le había entregado su corazón.Su guardaespaldas no solo se había convertido en el hombre que la resguardaba de los peligros de mundo exterior, sino también la había ayudado a pegar las piezas rotas que e
Meses antes.Con pasos firmes Fernando García salió el elevador y caminó en dirección al escritorio de la secretaria de la agencia de seguridad para la cual laboraba desde hace dos años.Tatiana recorrió con la mirada al atractivo y apuesto joven.—Hola, guapo… el jefe te necesita —murmuró guiñándole el ojo.Él con la sonrisa fingida respondió:—Gracias.Fer caminó hasta la oficina de su superior preguntándose la razón por la que lo había mandado a llamar.—Señor buenos días, me indicaron que necesita hablar conmigo —pronunció observando a su jefe, quién leía un expediente, y segundos después levantó su mira
Fernando resopló y luego de discutir con Katherine la dejó en el jardín para acudir a la oficina del agente Smith y solicitar los equipos. Se colocó el auricular en el oído y de esa forma mantener comunicación con el resto de escoltas. Revisó de manera minuciosa el arma que le fue entregada, enseguida miró en el iPad los mapas con las rutas que la chica frecuentaba.Luego de recibir varias recomendaciones de su superior regresó al jardín. Con el rabillo del ojo miró a Katherine cruzada de brazos caminando impaciente.—Por tu culpa, voy a llegar tarde a clases —gruñó.Fernando no pronunció palabra, transitó en dirección al auto y realizó una inspección, al ver que todo era seguro giró y sus profundos ojos negros se clavaron en los de Kate.