Hasta el olor de la cárcel empezaba a molestarle a Derek, sentía que se estaba asfixiando dentro de aquel lugar, pero sabía que no podía hacer nada para cambiar su situación. Ya se había conformado con su destino, pero lo hacía tranquilo, pues sabía que Reagan no estaba sola. Su hija tenía a Reich para protegerla y a Ava también.En los últimos días había recibido más cartas de Vera, y en una de las veces casi mató a uno de los guardias pues en una de las fotos vio como su mujer entraba en un hotel para pasar la noche con otro hombre.Atacar a un guardia le había costado a Derek una semana entera en solitario, y los guardias para vengarse por su compañero, que había terminado en el hospital, dejaron a Derek sin comer un par de días. Después de aquello su vida en la cárcel era cada vez más difícil. Derek ya no podía despistarse, porque si lo hacía terminaría muerto.Derek iba pensando en todo eso mientras lo llevaban a enfermaría, después de que el doctor James Hoffman, con alguna excu
Derek apretaba la hoja con los resultados del laboratorio que su abogado le había entregado con un fuerte dolor en su pecho, pero no tuvo tiempo de asimilar aquella noticia, pues una visita inesperada había ido a llevarle una noticia mucho peor que la tenía en manos.Derek se sentó en la mesa donde estaba la demanda de divorcio y levantó la vista para mirar a su esposa con interrogación, pero ella evitaba mirarlo a los ojos.—Ya lo hablamos Ava, no puedo darte el divorcio. –Dijo Derek pasando la mano por su cabeza con cansancio. – Sabes perfectamente que debemos permanecer casados para que puedas hacerte cargo de mi hija.—No tengo motivos para seguir con este infierno, Derek. Reagan volverá con su madre, que se ocupará de ella, y yo seré libre para continuar con mi vida y olvidarme de tu existencia.– Contestó Ava intentando sonar lo más segura posible y Derek se levantó abruptamente tirando de las cadenas.—¡¿De qué mierda estás hablando Ava?!–Preguntó Derek con ansiedad y ella levan
No muy lejos de allí Renzo asistía todo escuchando como uno de sus hombres jadeaba por el dolor que sentía.—¡La hija de puta me ha disparado, jefe! – Rugió Drake mientras se apoyaba en Spike y Renzo se llevó las manos a los bolsillos.—No te quejes tanto Drake, vas a sobrevivir. –Gruñó Renzo con impaciencia, después lo ayudó a caminar. – Spike avisa al príncipe que el trabajo está hecho y que debe ingresar el dinero hoy mismo en mi cuenta. – Renzo se paró girando para ver a Spike y agregó algo más. – También le dirás que quiero el doble de lo que me había ofrecido, esos millones deben estar en mi cuenta esta noche o si no habrá consecuencias.Delante de la pequeña casa Reich sentía un hueco abriéndose en su pecho pensando en Reagan y los bomberos no tardaron en llegar para detener las llamas que empezaban a alcanzar los árboles lo que podría llegar a provocar un enorme incendio.Ava lloraba desesperada, la culpa la estaba consumiendo y todos estaban expectantes esperando para saber s
La espera era un martirio para Derek que estaba cada vez más afligido pensando en su niña, preguntándose si estaría bien y pensó que solo una vez en su vida había sentido esa impotencia, y fue en la noche que vio a su madre morir sin poder hacer nada para ayudarla. Su corazón estaba pesado, las lágrimas no dejaban caer y sabía que no cesarían hasta recibir una noticia, un aviso o por lo menos una señal de que Reagan estaba bien y a salvo.Derek había perdido a sus padres, a su hermano, a Peter y a la mujer de su vida...de una manera u otra había perdido todo lo que amaba y pasó la mayor parte de su vida viviendo una pérdida tras otra. Él sabía que restaba un pedacito de él que aún luchaba por mantenerse de pie y lo hacía por ella, por su niña que era lo único que le quedaba y no podía perderla.En medio de esa angustia y de esa profunda desesperación Derek escuchó a alguien abrir la puerta de la celda.Por el tiempo que llevaba encerrado Derek sabía que los primeros rayos de Sol ya de
Vera cerró los ojos cuando los dedos del irlandés se posaron en la comisura de sus labios recogiendo lo que quedaba de su liberación en ellos y después ella se lo chupó con lujuria.Cian Power era el nuevo líder del Klan, pero todavía no era el nuevo Gran Mago, pues antes tendría que pasar por una ceremonia especial donde sería debidamente presentado, pero por el momento servía para los objetivos de Vera.Cian la tomó del rostro con brusquedad después de cerrar su bragueta y Vera lo miró directamente a los ojos, esos de color miel que parecían dos gemas amarillas con el reflejo de la luz.—Cada vez que te veía a su lado me preguntaba cómo sería montarte...escucharte gritar mientras te follo, era una de mis mayores fantasías. – Confesó el irlandés.—Pues ahora podrás hacerlo todas las veces que quieras. —Contestó Vera con malicia y los labios del pelirrojo se curvaron en una sonrisa pícara.—¿Tú lo amas verdad? —Preguntó y ella se apartó de él abruptamente, pero Cian la agarró con fuer
Dos meses después.WashingtonAva miraba su reflejo en el espejo del baño para mujeres que estaba en sala de prensa de la Casa Blanca, estaba feliz por su pequeño milagro, pero también se sentía culpable de que llegara a su vida en aquel momento.–Lo siento cariño, mamá no ha descansado nada. Sé que necesitas mucha paz para crecer sanito ahora, pero también debemos saber cómo está tu...cómo está Derek y mamá no podrás descansar hasta que no hable con él. – Murmuró Ava con tristeza.Su vientre se veía bastante abultado para las semanas que tenía de embarazo y lo acarició apenada.Los médicos habían sido muy claros de que ella necesitaba reposar, pero era imposible. Ava necesitaba encontrar a Derek y de la misma manera que cada uno hacía su parte en la búsqueda, ella también había decidido buscar la ayuda de alguien.Su teléfono comenzó a sonar y ella giró los ojos al ver que era su madre otra vez. Entonces decidió dejar de ignorarla y contestó.–Sí mamá me encuentro bien. – Contestó Av
—Joder huele como si ya estuviera muerto. —Exclamó uno de los Erizos tapándose la nariz. — Creo que si le ponemos una marca más terminamos de matarlo.—Son órdenes del general y ya sabes como es, por lo tanto es mejor que saques de una vez el cuchillo. Cuanto antes lo hagamos mejor, aunque esta vez no le veo con mucha capacidad para poner resistencia. —Contestó otro mientras sacaban a Derek del pozo.Derek no tenía fuerzas y hasta algo tan simple como respirar suponía un enorme esfuerzo y dolor para él. Tampoco podía diferenciar ya los sueños de la realidad. Los Erizos lo escuchaban decir palabras incoherentes y sobre todo pedir agua, ya que les daban a penas lo suficiente para mantenerlo con vida.El hombre estaba tan débil que cuando cortaron su piel con un cuchillo haciéndole la marca sesenta y dos, casi no se movió. Solo soltó un jadeo ahogado que mal se podía escuchar.—Tiene fiebre. —Habló uno de ellos alarmado. —Tal vez deberíamos darle un baño con agua fría en el patio y meter
—¿Ya saben dónde está mi hija? –Preguntó Scott ansioso caminando por el aeropuerto de Abu Dabi, seguido por sus escoltas, mientras hacía una videollamada con Víktor que también se dirigía a su jet privado.—Está en una casa a las afueras de Washington, por la dirección Pitt averiguó que es la antigua casa de Vera Braun. –Contestó Víktor con la respiración acelerada dando varias órdenes y en ese momento alguien más se unió a la llamada.—Hoffman, nosotros estamos en Baltimore, llegaremos antes. –Aseguró Reich manejando la camioneta en la que iba con su hermano mayor.—Ava tenía razón, esa loca no iba a matarla directamente. –Dijo Víktor enojado.—Que no lo haya hecho no significa que no tenga la intención Víktor. Después de estos meses pensaba que esa loca se centraría en escapar del país, pero al parecer su obsesión la tiene cegada. –Habló Scott sentándose en el asiento de su jet.—Ese tipo de personas no pueden abandonar el pasado así sin más, no pueden continuar con sus vidas sabien