MalcomLa expresión de la niña buena en estos momentos no tiene precio. No termino de entender si está asustada, sorprendida o excitada con la situación. Sus ojos, de por sí grandes, están muy abiertos y sus mejillas se han sonrojado de una manera que hace que pensamientos muy oscuros crucen mi mente y sus labios… joder sus benditos labios están entre abiertos haciendo que sea toda una tortura no inclinarme hacia ellos y morderlos como quiero.Mi cordura termina de irse a la mierda en el momento en que la veo morder con fuerza su labio. Eso hace que la parte racional de mi cerebro deje de funcionar correctamente por lo que sin previo aviso estiro mi brazo y con mi dedo índice le rozo el labio liberandolo del agarre de sus dientes. En el proceso siento el pequeño y accidental roce de su lengua y un gruñido bajo sale de mi. Puedo notar como todo el cuerpo de la pequeña chica frente a mi se paraliza y su respiración queda atascada en su pecho, mientras que sus ojos me miran con atención
JulsUna locura. No hay otra manera de explicar lo que estoy por hacer. Y quiero pensar que todo se debe a mi futuro como periodista y que nada tiene que ver con el sexy millonario de lindos globos oculares. Luego de haberme visto con Malcom y haber aceptado la locura que me propuso, decidí fingir por el resto de la tarde que era un veinticuatro de diciembre igual al resto. Por lo que me fui al centro comercial de siempre y terminé mis compras de navidad como si no fuera a salir del país en unas horas. Busqué regalos para Margi y su familia, también para mis padres y mi hermano y cuando ya no tenía ninguna otra excusa para estar en la calle fui a casa a hacer la maleta.El edificio donde vivo está ubicado en un barrio estrato medio de la ciudad. No es muy lindo, pero tampoco es feo, tiene todo lo que necesito, está decorado en su totalidad a mi gusto en tonos tierra y, lo más importante, estoy fuera de casa.No me mal entiendan, yo amo a mi familia, pero entre las reglas, la religión
Juls Sabiendo que este momento llegaría, tomo un pequeño respiro y trato de que mis gestos no cambien ni se alteren mientras le hablo. Las palabras de Malcom se empiezan a repetir con fuerza en mi cabeza “No estás haciendo nada malo” Y es eso lo que me da la fuerza suficiente para responder. —Me han encargado una exclusiva en el programa,— digo y trato de escucharme lo más entusiasta posible— voy a entrevistar a Riederi, ¿Puedes creerlo? y él solo podía darme estos días, por lo que mañana debo viajar para llegar a tiempo. —Es navidad, ¿cómo puede ese hombre dar una entrevista en plena noche buena?— Me dice, y sé que no está creyendo nada de lo que digo, aunque estoy diciendo la verdad… en parte. —Mamá, yo no manejo el tiempo de las personas, si quiero conservar mi trabajo debo ir a ese viaje. Ella estrecha los ojos en mi dirección y se separa de la encimera para dar un paso más cerca de mi. —¿Y dónde es exactamente este viaje? Bueno, esa es la pregunta del millón. Se que en el m
MalcomEsta va a ser la primera navidad que paso realmente lejos de Cambridge. Desde que mis padres murieron y fui a vivir al palacio con el tío Robert, Susana y Jayden, todas las navidades las pasamos ahí y debo admitir que se siente raro. Si, que no somos una familia normal llena de amor y felicidad, pero ellos son lo único que tuve luego de perderlo todo. Pero, luego de lo que ha pasado en los últimos años: su actitud de mierda hacia nosotros, mi adicción a las drogas, el sentimiento de culpa de ambas partes… todo. Creo que lo mejor es darnos un espacio, tal como Jayden lo dijo. Y es por eso que este año estaremos pasando la navidad con la familia de mi cuñada.Sinceramente no me siento demasiado entusiasmado por la idea. Hace menos de diez días que he salido de la clínica y sé que al verme llegar todas las miradas van a estar puestas en el hermano que nadie conocía, pero que sabían que estaba “enfermo” y entonces van a venir las miradas curiosas y susurros poco disimulados. Jayde
JulsTomo eso como mi señal para irme y sin mirar atrás me encamino hacia las escaleras, de lejos alcanzo a escuchar la voz de mi hermano gritando un “No lo arruines” que decido ignorar, mientras que me dedico a seguir las indicaciones hasta que llego a la penúltima habitación del pasillo. No se escucha nada desde adentro del lugar y empiezo a dudar si la mocosa me dijo la verdad, sin embargo ya he llegado hasta aquí y no pienso irme sin averiguarlo, así que lo mínimo que puedo hacer es tocar. Levanto mis nudillos y toco tres veces la puerta pero nada se escucha, repito la acción y ahí si consigo oír como una puerta es cerrada desde dentro de la alcoba y luego llega a mis oídos la voz suave y apagada de la niña buena.—Margi, te prometo que en un momento voy a bajar— Su voz se oye nasal, como si hubiese estado llorando y me jode. Dios me jode mucho saber que algo la ha lastimado— Solo… solo dame unos minutos más. Por favor.Es una suerte que yo no sea Margot, porque no pienso darle
MalcomJuls sigue pegada a mi torso y puedo jurar que nunca me he sentido tan impotente en mi vida como ahora. No sé qué hacer o decir para que ella se sienta mejor. Dios, aún estoy tratando de asimilar que ha sido su madre quien le ha dejado el rostro marcado de tal manera y de solo recordarlo la ira y las ganas de buscarla se apoderan de mi. Lo único que he hecho en los últimos minutos ha sido sostenerla contra mi cuerpo mientras ella deja salir todo lo que tiene dentro. Puedo sentir como poco a poco la niña buena se va calmando hasta que su cuerpo deja de sacudirse y ahora simplemente somos dos personas que se abrazan. Mi mano lentamente empieza a moverse de arriba a abajo de su espalda y ella no muestra ninguna intención de alejarse, por el contrario se aferra un poco más a mi, lo que me lleva a querer ser un poco más osado. Así que afianzo mi agarre en su cintura y empiezo a moverme lentamente hacia atrás, dando pasos muy pequeños para evitar caernos, hasta que siento que toc
Mi voz es un gruñido bajo y no le doy tiempo para pensar cuando estrello mis labios sobre los suyos, esta vez en un beso real y apasionado. Mi boca se apodera de la suya y me sorprende la rapidez con que la niña buena abre sus labios para mí, respondiendo con la misma necesidad que estoy sintiendo yo. Ella lleva sus manos de mis brazos hasta mi cuello, para finalmente enredarlas en mi cabello.Cuando siento como tira de las hebras con fuerza, cualquier resquicio de cordura sale de mi mente y termino por darnos vuelta sobre la cama, dejándola a ella acostada sobre su espalda, con mi cuerpo cubriendo el suyo.Mis labios no se han separado ni un segundo de los suyos, mientras muerdo, chupo y beso cada parte de ellos. Y cuando Juls empieza a hacer pequeños sonidos de placer, Dios juro que la piel se me calienta como si estuviera puesto en candela y mi miembro salta dentro de mis pantalones mientras siento crecer una erección en ellos. Ella, sin darse cuenta, me abre espacio entre sus pi
JulsAcabo de tener un orgasmo. Dios amado, acabo de tener mi primer orgasmo con Malcom Fairchield y él ni siquiera me ha quitado la ropa, es que ni siquiera ha llevado sus manos… ahí. Y aún así consiguió hacerme enloquecer y disfrutar como nunca. Veo mi rostro sonrojado en el espejo frente a mi y llevo mis manos a mis mejillas para sentirlas calientes. Nunca antes me había pasado algo así. Con Sebastian, aunque él me hacía hacer algunas cosas y me hacía otras cuantas a mí, nunca fue así. Está vez no hubo sentimiento de incomodidad, ni presión. Fue como si lo único que importara fuera yo y eso me hizo sentir mejor de lo que quiero admitir.Después de arreglar mi cabello y poner un poco de compacto sobre el cardenal en mi mejilla, abro la gaveta del closet donde se que hay algunas prendas de ropa que he dejado aquí con el paso de los años y rezo por encontrar algún panty que me sirva para reemplazar el que llevo puesto y que ahora mismo es totalmente inservible. Para mi buena, o mal