Capítulo 29.

Lilian, un par de horas antes.

Pasaron un par de días en los que Duncan no me llamó o escribió un mensaje.

Ni siquiera tenía la excusa de necesitarlo en el salón para verlo porque el evento era dos días después. Me estaba muriendo de anticipación por verlo.

-Simplemente llámale tú y termina con la totura. - Dijo mi hermano con un suspiro mientras se llevaba mi bandeja de "cosas nutritivas". - ¿Tengo que escuchar día y noche tus lamentos? Mejor aun, puedo traerlo del cuello por ti. Apuesto a que estará asustado al ser arrastrado por el bosque por mi forma peluda.

-No somos lo suficientemente grandes como para arrastrar a nadie. - Dije rodando los ojos. - Agradezco la intención de todas formas.

Un suspiro de anhelo salió de mi pecho. Quizá fue más como un lamento.

Mi hermano se sentó sobre la cama (en donde había acampado y de la que no pensaba salir hasta que dejara de marearme con solo respirar) y me miró compasivamente.

-Si no quieres llamarlo, ¿Que te impide ir por él? Sabes
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