Nadie habló en todo el camino.En cuanto bajamos del auto llamé a mi hermano pero me envió directo al buzón.Vi de reojo a la abuela y al Alfa Linden dar algunas órdenes para informar a la manada que había sido una falsa alarma y que todos fueran a comer o descansar.Enojada y frustrada, le dejé un mensaje de voz llamándole de todos los adjetivos que se me ocurrieron por todo lo que acababa de pasar. Después llamé a mi padre, pero tampoco contestó.-Hey, tranquila. - Dijo Duncan acariciando lentamente mis brazos de arriba hacia abajo. - ¿Qué es lo que pasa? Suspiré y me recargué en su pecho sin importarme que estuviéramos a mitad de camino de la casa de la manada de los pumas y que un montón de were gatos nos miraran con curiosidad.-Pasa que no tenemos el dinero para pagar nuestra deuda con los otros pumas. - Dije suavemente en su pecho. - Estaba tratando de conseguir un préstamo de los tigres prometiéndole que tendrían una celebración organizado por nosotros en nuestro jardín de ev
Llevávamos unos buenos cinco minutos dentro del auto y, para este punto, me había vuelto a acobardar. Menos mal que él fue quien sacó el tema.-Entonces, ¿Todo está bien?-¿Eh? - Pregunté saliendo de mis pensamientos.Bueno, todo estaba mal. Tenía náuseas y no sabía si eran por los nervios o por los bebés. Y luego estaba el asunto de que los pumas vendrían por mí.- Ah, si, todo está bien. - Dije con sarcasmo.-De acuerdo. - Dijo lentamente. - ¿Qué es lo que querías preguntar?Me reacomodé en el asiento de tal forma que pudiera ver las expresiones en su rostro antes de hablar.-Quizá no hemos hablado a profundidad sobre el tema pero... ¿Qué es lo que piensas de las parejas? Ya sabes, la vida en la manada.-Bueno, creo que el concepto de "felices para siempre" y "viva la monogamia" están muy bien. - Dijo encogiéndose de hombros.Yo asentí.-¿Alguna vez has pensado en eso? Digo, ¿Algo serio?-Si. - Dijo después de pensarlo un poco. - Soy un chico tradicional, una sola mujer a la que lle
Duncan.Dejé a Lilian en su casa con una última mirada de anhelo antes de arrancar de nuevo el auto y regresar a la manada de los pumas.Era curioso que ya ni siquiera pestañeara al pensar en volver con la abuela y ver a un montón de gatos enormes deambulando cerca de mi madre.Ella se lo había tomado con calma cuando le expliqué que había todo un mundo que se mantenía oculto de los humanos, pero que yo solo había conocido a cambia formas "buenos".Obviamente omitiría la parte en la que había comprado un par de ballestas por seguridad de mis amigas, así que ella solo se encogió de hombros.-Para ser honesta, pensé que los que vivían entre nosotros eran extraterrestres. Es un poco decepcionante.Y eso fue todo. La abuela le dijo a la manada que podían ser "ellos mismos" delante de ella y al día siguiente su doctor llegó en forma de puma. Mamá lo miró con curiosidad, pero lo trató con la misma cortesía de antes. Quizá podría hablarle entonces del esposo/pareja de Stella... y de lo que
Lilian.No fui muy coherente después de que comenzaran las lágrimas así que mi familia no entendió del todo qué era lo que estaba pasando. Tuve que tomar un par de pastillas para dormir esa noche.Mi hermano y mi padre estaban preocupados, pero me dieron mi espacio porque no querían molestarme más. No fue hasta la mañana siguiente que se atrevieron a hablar conmigo.-Entonces... ¿Qué fue lo que pasó? - Preguntó mi hermano entrando de puntillas a mi habitación.Yo solo lo miré.-Me rechazaron.Mi hermano gruñó antes de recomponerse y acercarse a mi cama para tomar mi mano.-Eso es terrible, hermanita. ¿Necesitas que vaya a morderle el trasero?-No, creo que ya has hecho suficiente. No creas que olvidaré que fuiste por Duncan y luego éste pensó un montón de tonterías.-Pensé que ambos necesitaban un empujoncito en la dirección adecuada. - Dijo suavemente. - Ese humano te quiere y tú lo quieres, era solo cuestión de quién daba el paso primero.Yo fruncí el ceño. -Lo único que hiciste f
En cuanto estuvimos solos, él comenzó a hablar.-Me quedé pensando en cómo podría ayudarte. - Comenzó suavemente. - No tengo ni el dinero ni las conexiones para hacerlo pero... pero sé usar internet y de vez en cuando mi cerebro funciona.Él hizo una pausa. No sé si para ordenar sus pensamientos o para esperar una respuesta de mi parte.Me miró unos segundos antes de continuar.-Se me ocurrió que podría marcar a unos cuantos lugares en nombre del salón de eventos y yo... bueno, tuve algo de ayuda ya que tenía prisa por juntar el dinero. - Dijo viéndose incómodo. - Lo que trato de decir es que ahora el salón tiene muchos eventos.-Si, eso ya lo dijiste.Él se encogió un poco ante mi tono frío, pero... ¿Qué esperaba? ¿Que me arrojara a sus brazos? -Bueno, supongo que, por la actitud de tu hermano estoy despedido. - Dijo con una sonrisa tensa. - Así que te daré las anotaciones y me iré.Con eso metió su mano en su bolsillo trasero y me entregó una libreta pequeña. Yo la miré un par de s
Duncan. -Ocho. -Si. -Dije con calma. La cara de mis dos amigas era un poema. -Espera, ¿Ocho? -Si. Megan y Stella se miraron con incredulidad. Habían pasado un par de semanas desde que mi vida había cambiado (nuevamente) y esta vez para mejor. Vivía con mi pareja, mi madre estaba feliz de integrarse a la manada (sobre todo cuando supo de esos ocho) y mi familia política me gruñía una vez al día solo por diversión. Yo no podía ser más feliz. Había esperado a que Stella regresara por fin de su Luna de miel para poder reunir a mis amigas y hablarles de lo que había estado pasando conmigo. Quería sorprenderlas. -Y dices que eres un Alfa. - Dijo Stella despacio. -No sé por qué es tan difícil de creer. - Dije divertido. - Megan también es un Alfa. -Bueno, Megan tiene pinta de una. - Dijo Stella y Megan asíntió. -Eso es discriminación. -Esto es la verdad pura y dura, querido Duncan. - Dijo Stella agitando una mano para restarle importancia. - Más allá de eso, cr
Ema. (Día de la boda) Vi desde una distancia segura a la compañera de mi hermano. Era una chica bonita, así que sonreí al imaginarme a mis pequeños sobrinos corriendo entre mis piernas cuando les enseñara sobre su primer transformación. Este era un papel que tomaba alguien de la familia ya que los padres solían ser demasiado sobreprotectores como para dejar que descubran su transformación por ellos mismos. Así que era mejor que algún adulto los supervisara y los guiara. Mamá había muerto cuando yo era muy joven y a papá no le importaba lo suficiente, así que fue mi hermano mayor quien me guió para el cambio. Yo haría los mismo por mis sobrinos. Un escalofrío recorrió mi piel y aparté la mirada de mi hermano y su pareja. Esto del celo no eran tonterías. Observé al resto de los invitados y rápidamente me di cuenta de en dónde estaban ubicadas las diferentes especies del lugar. A un costado de la mesa de los novios se encontraban los osos. A los humanos debían parecerles un grupo d
Miré conmocionada el lugar por el que había llegado ese auto volador. Un grupo de lobos se encontraba bailando, riendo y tomando el siguiente auto. ¿Qué demonios le habían puesto a las bebidas? Ese comportamiento no era normal. Giré para correr y largarme del sitio, pero no me moví. Miré hacia abajo para ver al grandote caído. Me mordí un labio mientras pensaba en mis opciones. Él me había ayudado; quizá porque quería algo de mí ya que había querido reclamar enseguida ese favor, pero no importaba. Tenía una deuda con él y no podía dejarlo aquí afuera a su suerte con todos esos lobos jugando a lanzar autos. Las punzadas en mi vientre eran cada vez peores por lo que debía tomar una decisión rápido. Suspiré y me agaché para levantar un poco al tipo. Justo como parecía, pesaba un montón y ni toda mi sangre de pantera podían con el peso extra. Gruñí molesta mientras pasaba otro auto volador. Cayó a pocos metros de nosotros, por lo que intenté de nuevo sostener aunque sea la