Holis mis preciosos fanseses n.n/ hoy es día de fanservice porque en sus comentarios vi que querían saber dónde andaba la abuela loca jajaja los amooooo mucho, millones, y ya saben, 100 corazoncitos para maratón xD
Alguna vez Oliver Gebs me había quitado mi lápiz favorito en tercer año. ¿Su justificación? Era demasiado "niña" así que él tenía que hacer algo al respecto. Me encantaba ese lápiz. Juntos pasamos por las más difíciles pruebas de la vida y me parecía injusto que me castigaran porque no me quedé sentada cuando lo rompió frente a mí.El tipo en sí no era lo importante en este pequeño recuerdo, tampoco lo que hizo con mi lápiz, sino la lección de vida que me trajo: Debes defender tu propiedad y patear en las bolas a los Olivers jodidos Gebs que te encuentres en tu camino aunque eso haga que te castiguen por tres meses sin una pizca de chocolate.Así fue como llegué a perfeccionar mirada de "no te metas conmigo o habrá problemas".Yo era intimidante cuando quería.Y aquí estaba yo dando mi mirada más amenazante a unas pequeñas crías de oso que pensaban que podían obtener una doble ración de pastelillos si descuidaba la bandeja por un segundo.-¿Tienen nombre? - Pregunté estrechando los oj
-Repite lo que acabas de decir. - Dije con un suspiro sufrido. -Lo que oíste. La flamante novia llamó para decir que necesitas ir con un acompañante porque moverás toda su m****a de tradiciones estúpidas sobre igualdad entre hombres y mujeres para tener una próspera vida y un montón de bebés. Si no llevas a alguien, olvídate de entrar a dejar ese pastel.- Dijo Megan con fastidio. - Juro que a esa mujer le falta algo en la cabeza.-No, eso lo escuché perfectamente. - Dije cerrando los ojos después de orillar el camión en la carretera. - Me refería a por qué Duncan no puede acompañarme.-Ah, bueno, porque nuestro amigo tomó el trozo de pastelito que habías escondido en el refrigerador y ahora está sacando hasta el corazón en mi baño de visitas. - Dijo divertida. - Te dije que no debías conservarlo.-No lo iba a tirar. - Dije a la defensiva. - Iba a comprar otro plato rosa para ponerlo fuera de la casa de la abuela. ¿Cómo iba a saber que Duncan tomaría el pastelillo que sobró de mi lote
Con un lindo vestido en el que se me congelaba el trasero, mi sonrisa profesional y unos zapatos bajos, me estacioné en la zona de proveedores del salón de lujo a dos pueblos de distancia.¿Y todo para qué?Para que el gorila que estaba de encargado de recibir el catering y otras tonterías me dijera que mi nombre no estaba en la lista.-¿Cómo que no está? - Pregunté con incredulidad. - ¡Me llamó hace unas horas la novia para confirmar mi asistencia!El tipo solo me miró y se encogió de hombros.-A mí me dió una lista con los nombres de sus proveedores hace media hora. No estás, así que amablemente te pediré que te vayas de aquí antes de que llame a seguridad. - Dijo cruzándose de brazos.-¿Crees que me iré de aquí con treinta kilos de pastel en mi camión solo porque tu estúpida lista me detiene? - Pregunté comenzando a enojarme.-Si. - Dijo y sentí cómo mi cara se volvía roja. Mi temperamento era muy malo cuando no dormía mucho. - Mira, ¿Por qué no le llamas y le pides que mande un me
-¿Qué haces? - Preguntó el chico pre pago dos.-Quizá la esposa fugitiva fue tragada por la tierra. - Murmuré arrancando las flores del siguiente arreglo.-Uh... de acuerdo, entonces, ¿La estás buscando dentro de los centros de mesa?-Ya busqué en todo el lugar. Ya le preguntamos a un montón de personas y nadie sabe nada. ¿Tienes alguna idea mejor?Por alguna razón, nadie del personal del salón había venido a detenerme. ¿Quizá era porque mi acompañante les gruñía cuando se acercaban? No, yo creo que era porque mi mirada de intimidación funcionaba bastante bien.-Bueno... si. No le hemos preguntado al camarógrafo. ¿No se supone que ellos siguen a la novia durante todo el evento? Debe de saber en dónde está.Dejé en paz el último arreglo destrozado y miré a mi acompañante. Su idea era buena. Traté de recordar si había visto cualquier tipo de cámara durante todo el evento. Un montón de tipos presumiendo sus millones de hectáreas de ganado, algunos negocios petroleros y mujeres con más
Jeremiah.-¡Qué no, carajo! ¡El Alfa no está muerto!Alfa... ¿Estarían hablando de mí?Me esforcé por abrir los ojos y en cuanto lo hice me arrepentí profundamente. No estaba muerto pero mi cabeza dolía un montón.-¡Alfa!Siseé por el volumen. Tardé algunos segundos en identificar a uno de mis Omegas mirándome angustiado.Parpadeé y todo vino a mi cabeza de golpe. Mi cabello oliendo a tinte rubio barato para evitar que mis enemigos me reconocieran, un sombrero que picaba mi cabeza como si tuviera pulgas, un granero que había visto mejores días, una subasta y mi hermosa compañera mirándome con la boca abierta cuando la compré por algunos centavos de mi cuenta bancaria.Ella se arregló para el amor. Se veía preciosa y estaba entusiasmado por llevarla a casa... después de confesarle que era una pareja muy inútil y que su abuela estaba desaparecida.Ya había ido con las panteras (sin éxito) y después fui a gruñirle a los osos. Mi Beta Oscar decía que sería divertido ir con ellos y tomar a
-Al principio no le gustaba que la bañara... y tampoco al final, pero me dejó una valiosa lección. - Dije parando el auto en el semáforo. - Nunca adoptes una ardilla. -¿Y por qué necesitabas adoptarla? - Preguntó mi copiloto alias "chico pre pago dos". Su auto había muerto en algún punto de los últimos cinco kilómetros. Yo conocía él lugar, él al parecer no porque tuvo la absurda idea de llamar al taller más cercano.¿Por qué lo hizo a pesar de que le dije que no existía ningún mecánico a diez kilómetros a la redonda dispuesto a levantar su trasero borracho de sus talleres un domingo por la tarde? Estaba más allá de mí. Quizá era orgullo de hombre el creer que ellos saben más sobre cualquier cosa que se relacione con un vehículo de cuatro ruedas. ¿Sexista? Obvio. ¿Me ofendía? No. Ellos tenían sus complejos con sus autos y yo tenía mi complejo con las cosas peludas.Y me refiero a pequeños animales esponjosos, no a hombres cubiertos de pelo. Aunque sea difícil de creer, una de cad
La puerta comenzó a abrirse y entró Megan cargando un par de bolsas.Levantó la vista y nos vió a Duncan y a mí sosteniendo algunas cruces hechas con las cucharas de plata de su abuela.-¿Qué están haciendo? - Preguntó confundida.Ambos comenzamos a chillar.-¡Cierra la puerta! -¡Cierra! ¡Cierra!Nos miró como si estuviéramos locos, pero giró el cuerpo un poco para cerrar.-¡Auch! ¡¿Qué mierda?! ¡¿Por qué me arrojan una cuchara?!Yo miré a Duncan.-Bien pensado. Jamás se me hubiera ocurrido comprobar. - Dije con aprobación.Megan comenzó a caminar hacia Duncan y ambos le arrojamos el resto de las cucharas a la cabeza.Se cubrió la cara como pudo y nuestras armas terminaron en el suelo de la habitación.-No, creo que no se ha unido al reinado del terror. - Dije con un suspiro de alivio.-Bien. En la escuela de cocina no enseñan cómo convivir con un vampiro. - Dijo Duncan imitando mi suspiro.-¿Me van a decir qué es lo que está pasando o tengo que comenzar a patearlos en busca de respu
-¿Crees que esto se vuelva algo recurrente? - Preguntó Megan mientras miraba por la ventana hacia su patio la mañana siguiente. - Si es así, no me importaría alimentarlos yo misma.Teníamos acampando a algunos osos ahí afuera. Sospechaba que no estaban aquí para conducir de regreso el camión que me prestó su dueño.-No lo creo. - Dije amarrándome el pelo en una coleta alta. Megan gimió con decepción.Caminé hacia la puerta y la abrí. Los osos levantaron sus cabezas y empezaron a hacer ruiditos que obviamente no entendía pero suponía que eran algo así como:"Por fin, esclava. ¿Dónde están los pastelillos con miel?" -¿De qué mierda hablan? ¡Voy a llegar tarde al trabajo! ¿Acaso piensan que comienzo a hornear en cuanto me levanto? - Pregunté arqueando una ceja.Después de conocer a un vampiro, el hecho de que todas las cabezas de osos salvajes (medio domesticados, pero sonaba más cool con "salvajes) asintieran ni siquiera me hizo parpadear.El ruido de las sirenas del auto patrulla del