Creció con la bonita idea de que el día más feliz de una mujer es el día de su boda pero para esa joven ilusionada ese día se había convertido en una completa pesadilla. Se encontraba en la segunda planta de la casa de sus futuros suegros,la ansiedad se apretaba en su interior haciéndola sentir que el aire desaparecía de vez en cuando de sus pulmones,su vida había cambiado en tan solo un parpadeo que la asustaba de sobremanera,su precioso futuro se venía cuesta abajo y la vida perfecta que tanto se había esforzado en planear se hacía añicos justo frente a sus ojos.
Extrañaba a sus padres,si ellos aún estuvieran a su lado jamás permitirían que fuese utilizada de esa forma,como una herramienta,una bolsa que al abrirla pueden obtener lo que sea. Ahora se encontraba en esa situación gracias a sus abuelos,la estaban obligando a contraer matrimonio con un completo desconocido y ella no tenía más remedio que obedecer,no podía creer la forma en la que todo había sucedido pero ya no había vuelta atrás.—Si tan sólo mamá y papá estuvieran aquí,todo sería diferente—observó el anillo de compromiso en su dedo maldiciendo por lo bajo—Solo piensa en la libertad que tendrás después de esto,solo piensa en eso.La joven dejó ir un suspiro para volver su vista al enorme ventanal.Sus perfectos planes de vida se habían arruinado con ese compromiso que sacaron de la noche a la mañana, y odiaba no poder hacer nada al respecto,todo se estaba yendo por la borda justo a nada de su tan esperada graduación.—Dos meses para graduarme y en lugar de estar planeando un grandioso viaje a las islas estoy aquí por casarme con sabe Dios quién—susurra casi llorando de rabia.Por la puerta entra una bella mujer que no aparenta para nada sus sesenta y seis años de edad,se sienta junto a la novia y le habla de manera fría.—Tienes que obedecer todo lo que tu esposo diga y no seas irrespetuosa con tus suegros—Layla asintió sin decir palabra.Después de la muerte de sus padres nadie le prestó atención en su familia,eran un montón de adultos que gastaban dinero sin pensar por lo cual no le extrañaba a la chica que estuvieran en banca rota y como hasta el día de hoy cuando Layla era pequeña no existía en aquella casa,había crecido sola,sin ningún apoyo que la guiara lo que la llevó a hundirse en libros y a estudiar día y noche.Pero gracias a ello tenía doble titulación y un posgrado de lo que estaba más que orgullosa,aunque su familia pensara que ella era una simple y ordinaria chica en realidad Layla era mucho más lista de lo que imaginaban.—Recuerda la razón por la que estás haciendo esto—los ojos oscuros de su abuela la miraban fijamente.—sí señora—la muchacha no levantaba la mirada,Layla no podía creer que estuviera pasando por tales cosas.—Coloca bien tu velo y ve bajando que ya es hora—la mujer cubrió el bello rostro de la hermosa mujer y sonrió de oreja a oreja.—Aquí vamos—pensó mientras bajaba los escalones directo a su nueva vida.Era la primera vez que lo veía pero su rostro le parecía familiar,creía haberlo visto en alguna parte antes,tal vez en alguna cena o banquete que preparaba su abuelo cuando ella era más joven,pero no estaba segura,lo que sí le llamó la atención fueron esos ojos brillantes mirándola con frialdad,jamás en su vida había visto ojos más fríos que esos.—¿Tal vez es solo ese frío color azul?—tratando de convencerse a si misma que el problema no era con ella,pues no se conocían.Su atención fue llamada por el sacerdote que aguardaba respuestas de ambos jóvenes,Henry parecía estar algo distraído y ella no dejaba de temblar,admitía morir de miedo por el futuro que la espera después del "Sí,acepto".Era la primera vez que ambos se encontraban,la primera vez en verse y era en el altar a punto de ser esposos,compartir toda una vida con un ser desconocido los hacia a ambos querer correr dejando todo atrás.Ambos se pusieron uno frente a otro y siguieron las instrucciones del señor cura,tomaron sus manos y repitieron las palabras que el hombre decía.Henry comenzó.—Yo,Henry Harper,te recibo a ti,Layla Miller, como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida—el anillo dorado es colocado en el dedo anular de la rubia.Tragando con dificultad Layla habló.—Yo,Layla Miller, te recibo a ti, Henry Harper, como esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.—ahora el otro anillo fue colocado en el dedo del contrario.—Por el poder que se me a otorgado,los declaro marido y mujer—el sacerdote sonrió.—Pueden besarse—Layla quedó helada en su lugar.Henry se acercó a ella con lentitud levantando el velo que la cubría,el chico aceptó la belleza de la mujer frente a él,piel pálida que conbinan a la perfección con sus ojos negros,cabello color oro y mejillas rosas.Henry se acercó más al rostro contrario sintiendo el suave aliento de la joven que ahora era su esposa,tomó a la chica de ambas mejillas y sus labios se unieron en un beso suave.Layla pareció volver al pasado, allá cuando sus rosados labios fueron besados por primera vez una tarde de otoño y el tono rojizo de sus mejillas no era debido al frío,ahora recordaba porque ese rostro se le hacía tan familiar.Después de diez largos años,se volvían a encontrar y Layla creía que el destino era el que estaba uniendo sus caminos nuevamente.Creyó que al abrir los ojos después de ese beso Henry también recordaría quien era ella,lo que habían vívido juntos,pero no podía estar más equivocada.—No olvides tu lugar,no eres más que una muñeca,una simple herramienta para tener a mi hijo—susurra y Layla con tristeza comprendió que no quedaba nada de ese niño que alguna vez conoció.Para él solo soy un objeto que le hace más fácil lidiar con su familia.La castaña deja ir un suspiro y observa como su esposo se aleja en cuanto los demás invitados creyentes de un amor inexistente comienzan a ir hacia la recepción,la gran fiesta recién comenzaba y todos con elegancia bebían de sus copas con tranquilidad.En cuanto a Layla,su esposo la había dejado para irse sabe quién a donde y tenía que lidiar con las personas que se acercaban a ella para preguntar tonterias que la joven preferiría ignorar,pero no tenía otra opción más que sonreír.Se sentó en la mesa,sola.Bebió champagne,sola.Y juraba por lo bajo vengarse de su esposo en algún momento.—Maldito idiota—susurra.Layla estaba cansada y eso que recién comenzaba todo,la hora de bailar los novios estaba cerca y Henry no tenía pensado aparecer,a veces la castaña creía que él mundo estaba en su contra,que en su vida pasada luchó contra un Ángel o hizo el mal directo,su vida estaba dando un giro completamente diferente a lo que tanto deseaba.Nerviosa frotó sus manos en su blanco vestido,temerosa de lo que fuera a pasar en solo unos minutos,quedaría en ridículo cuando los llamen a bailar el vals y solamente ella se presente en la pista de baile.¿O su esposo aparecería dando una sorpresa planeada por su familia para hacer la boda más interesante?Layla no sabía pero deseaba que el hombre apareciera de alguna forma,estaba asustada de estar ahí sola.—Y aunque no seas la mejor de las opciones,aunque a partir de hoy nos odiemos él uno al otro,no quiero estar haciendo el ridículo sola.Pero nada pasó,Henry no estaba a su lado.Las temidas palabras se oyeron por el micrófono,la joven se paró de su lugar por instinto,en un principio pensó en ocultarse debajo de la mesa,tal vez nadie se daría cuenta de su desaparición,pero le fue imposible,no podía hacer eso.—Ahora es momento del baile de los novios.Suspira caminando hasta la pista de baile,sola.—Dios ¿qué mal hice para merecer esto?Todo se encontraba en silencio,solo se escuchaba el sonido de sus tacones en el suelo,su vestido blanco arrastraba en su parte trasera y sus mejillas eran de un tono carmesí que llamaban la atención de todos a su alrededor.Layla deseaba estar lejos de ese lugar,solo quería volver el tiempo atrás y abrazar a sus padres,sentir el calor de unos brazos rodear su cuerpo con cariño y sentarse a leer un libro debajo de un árbol en el jardín de su casa.Miraba el suelo perdida en su pensamiento cuando escuchó la voz de alguien llamando por su atención,un desconocido se paró frente a ella ofreciéndole su mano.—¿Aceptas bailar conmigo?—y aceptó,se había casado con un desconocido que más daba bailar con otro.—Gracias—La novia agradece al desconocido en cuanto el vals se acaba.Suspira alejándose de todos cuando la pista de baile comenzó a llenarse con los invitados,se sentó en su mesa y volvió a llenar su copa vacía con champagne.Unos ojos la observaban de lejos,la mujer no tenía ni idea.Un par de horas después,cansada de aguantar y algo adolorida gracias a los incómodos tacones,subió a la habitación que compartiría con su esposo esa noche,se quitó el molesto vestido como pudo y los zapatos,entró al baño con total tranquilidad sin prestar demasiada atención a sus alrededores como para notar la ropa tirada en el suelo,gritó cuando se encontró de frente con su esposo y tomó la toalla que envolvía la cintura del hombre para cubrir su cuerpo pero no fue un buen movimiento.Ambas personas caen al suelo gracias a que la chica pierde el equilibrio llevando consigo al hombre.El tiempo parece detenerse para ambos,se pierden en los ojos del contrario que con frialdad se clavan cual puñales trata
Layla suspiró al cerrar la puerta de la habitación,estaba algo asustada por la reacción que tendrían los invitados al verla,el majestuoso vestido que su esposo le había regalado le quedaba a la perfección,parecía hecho para ella pero se sentía algo inquieta.Bajó las escaleras y caminó hasta la enorme puerta donde su esposo la esperaba para abrir y entrar juntos,de seguro para demostrar a los invitados la grandiosa pareja que ambos formaban,Layla había practicado su sonrisa en el espejo durante un buen par de horas en la tarde,también la manera correcta de hablar con un socio de su esposo,practicó respiración para pasar por momentos incómodos si su esposo se ponía modo idiota.—No te alejes demasiado de mí y recuerda las reglas del contrato.Las reglas del contrato eran claras y casi todas en su contra,Layla varias veces se había negado a firmarlo pero cuando vió que las opciones para su familia se habían acabado no le quedó otra más que poner su firma sobre el papel.—Lo sé,no tienes
El que los miraba desde fuera creería que se llevaban bien y que se conocían de toda la vida,o que se dedicaban a bailabar como profesionales,pero la realidad de esos dos era muy diferente.—Bailas bien,pero creo que no eres suficiente para Henry—se burlaba una vez más aquél guapo desconocido.—¿No te callas nunca?—preguntó con una sonrisa la joven rubia ya harta de que la rebajara un tipo como él.—Es que la familia Harper nada en dinero y sin embargo tú...—hizo una mueca mientras acariciaba los brazos de Layla.—¿Yo qué?—alejó sus brazos enfadada sin dejar de bailar.—No pareces ser de una gran familia como de la que proviene Henry—la sonrisa burlona en su rostro hacía que Layla perdiera la cordura.La mujer ya deseaba que terminará la canción de una buena vez para buscar a su esposo y alejarse de ese desconocido que al parecer era bastante cercano a Henry.—No deberías meter tus narices en los asuntos de los demás—susurra con una sonrisa.—Supongo que ya viste la fotografía que pos
Layla despertó sola en su nueva casa esa mañana,se habían mudado de la casa de los abuelos de Henry el día anterior,su esposo tenía una reunión muy importante en la empresa y se había marchado temprano,la mujer bastante curiosa,quería saber más sobre el pasado de su esposo y aquella mujer,entonces después del desayuno paseó descalza por la habitación principal,desde que había llegado no prestó demasiada atención a su alrededor,la habitación era grande,espaciosa,tenía un enorme armario que si te metes dentro de seguro pasas a Narnia,pero nada más que aquella fotografía llamaba su atención en ese cuarto,esta fotografía era diferente a la que tenía su esposo en la casa de sus abuelos,pero en ella posaba la misma hermosa mujer.Pasó a otra habitación,esta era casi tan grande como la que compartía con Henry pero la ventana daba al jardín,justo a la bonita fuente con forma de Ángel que llamaba mucho la atención puesto que parecía que el angelito orinaba,continuando con su paseo se dirigió h
Layla sé dió cuenta de que no sólo su brazo y mano estaban heridos,al mirar hacia abajo pudo notar la herida abierta en su pierna y parte de su pie derecho,por su cabeza pasó el llamar a Henry pero se negó a hacerlo debido a la situación que hace nada vivieron,Layla estaba segura de que el hombre no prestaría atención alguna a sus heridaa y la dejaría ahí sola,además de que no tenía el número de teléfono de su engreído esposo.Finalmente después de unos cinco minutos pensando lo que era o no buena idea decidió llamar a un número privado que se sabía de memoria.—¿Hola?—contestó una voz masculina al otro lado.—¿Puedes venir? Por favor—la chica se sentó en la solitaria silla de la habitación en la que se encontraba.—¿Layla?—la voz del otro lado pasó de un tono despreocupado por su entorno a exaltación total.—Te necesito—y con solo esas dos simples palabras hizo al chico correr en busca de las llaves de su auto.—Pásame la ubicación de donde estás,estaré ahí en dos segundos—Layla le a
Layla mira a su esposo en completo silencio,harta de su mal carácter propuso estar el menor tiempo posible juntos,el mayor se sienta en el gran sillón blanco de la Sala y la mira de arriba a abajo.—Me voy a mudar a la habitación de invitados,es lo mejor para continuar con esto en paz—el mayor negó riendo.—¿Olvidaste las reglas del contrato?—la chica se queda en silencio—Layla no finjas demencia,no te quieras hacer la tonta que no te queda—La mujer dejó ir un suspiro,maldiciendo al mayor en sus adentros.Layla no entendía mucho sobre las reglas del contrato,terminos y condiciones,ella fue obligada por su familia a firmar dicho documento sin tener la oportunidad de leer un solo párrafo de aquel papel en el que había escrito su firma,le leyeron las reglas básicas y eso fue todo.Layla se sentó en el sillón frente a su esposo,no podía continuar de pie sin que su pierna herida le comenzara a temblar o se notara la leve hinchazón en su brazo.—¿Puedes explicarme que tiene el mudarme a otr
—Al fin llega la parejita feliz—Una ya conocida voz les da la bienvenida.Henry rueda los ojos mirando al hombre frente a ellos,los ojos de su esposa se abren en sorpresa y el castaño hace una mueca de molestia mirando a aquel chico nuevamente.Layla se sorprende al ver a Jackson en esa casa,se veía relajado y de uno de sus brazos se aferraba una mujer,se suponía que era una cena familiar y hasta donde Layla sabía Jackson y su esposo no eran familia.De todas formas la mujer no tuvo mucho tiempo de pensar en ello,Jackson fue interrumpido por la hermosa mujer que tenía a su lado que al ver a Layla saltó alegre preguntando si la mujer estaba ya esperando un hijo.—¿Estas embarazada?—Layla se sorprendía cada día más con las personas que rodeaban a su esposo.—¿Es que no hay nadie siquiera cercano a lo normal en esta familia?—Pensó la rubia.Layla observó cada pequeño rasgo del rostro ajeno,nariz pequeña junto a unos ojos azules brillantes que miraban a todas partes curiosa,tenía un cutis
Se encontraba sentada sola en uno de sillones,al fin Henry la había dejado descansar después de dar tanta vuelta saludando a puro desconocido para ella,se quedó mirando a lo lejos a su esposo hablar con varias mujeres de su familia,reía sin mucha gracia,Layla se preguntaba si su esposo en algún momento dejaba salir su verdadera risa,o al menos una sonrisa que no fuera tan falsa como él.Su atención fue llamada por Jackson que se sentó a su lado sin decir mucho,en su mano llevaba una copa de vino tinto que Layla deseaba que derramara sobre su impecable traje blanco,pero la rubia también se encontraba muy curiosa por saber más sobre la familia de su esposo,que le sonrió de oreja a oreja.—¿Puedo preguntar que te une a esta familia?—el rubio asintió mirando a la bonita mujer sentada a su lado.—Tiana es prima de Henry,estamos comprometidos por lo tanto me hace ser parte del núcleo familiar.—Layla lo mira confundida,recordando no haber visto a la hermosa azabache en su boda.Se supone que