Tomaron sus manos con fuerza, sus cuerpos cubiertos por sus grandes abrigos, la lluvia se había detenido pero ellos aún cubrían su cabeza y parte de su rostro, aún estaban en la mira, hasta que este asunto no estuviera arreglado al cien por ciento, aún tenían que caminar cuidando sus espaldas. —Tomemos un taxi. —sugirió Henry levantando la mano para dar la señal de que el taxista los recogiera. —Cuando lleguemos a la casa ¿me contaras que sucedió? —preguntó Layla. Henry se volvió a verla por unos segundos, sus ojos negros preocupados en cierta forma lo hicieron algo feliz, su mirada bajo a sus manos aún entrelazadas. Sonrió de manera tierna, la castaña se apoyó en su hombro cerrando los ojos un momento, tenía frío debido a su ropa que aún se encontraba mojada, pero estaba bien, la mano de Henry era cálida en verdad. Un auto negro se estacionó justo frente a ellos, por instinto Henry ocultó a la bonita mujer detrás de él, tomando una posición de alerta total. La ventana de el lado
Esa noche salieron de la casa de los padres de Henry con sobre en manos, las evidencias necesarias para darles cadena perpetúa a cada uno de los involucrados en toda esa monstruosidad, demostrar su inocencia y recuperar cada centavo que le pertenece a su esposa e hijos. Una camioneta negra frenó de la nada frente a ellos, Lorenzo tuvo que frenar de golpe haciendo que el auto se arrastrara varios metros sobre la calle, quedando a nada de ese otro vehículo. Un hombre grande bajó del mismo, con un arma en su dirección, Lorenzo maldijo por lo bajo, Henry ocultó el sobre debajo de su asiento sin apartar la vista de aquellos hombres, susurró a Lorenzo que no se moviera hasta que él se lo dijera. —Esto se va a poner bueno. —Lorenzo bajó su mano a un lado de su asiento, tocando el arma que ahí aguardaba a ser usada. —No hagas nada estúpido. —Lorenzo se volvió a verlo con una sonrisa. —Por favor, estás hablando con el gran Lorenzo Williams, con varios premios y mucho pero mucho dinero. —He
Henry cubrió los ojos de Layla con una venda roja, guiando sus pasos hasta el jardín, el hombre sonrió observando lo nerviosa que su novia se encontraba, la risita de sus hijos se oyó y Layla no pudo evitar sonreír ampliamente. La venda fue retirada de sus ojos con mucho cuidado y lentitud, ante ellos una vista espléndida del atardecer, el sol escondiendo sus rayos detrás del mar infinito, la arena casi blanca bajo sus pies le daba una sensación de paz inexplicable, pero esa vista hermosa que se alzaba con orgullo ante los ojos de todos no se comparaba en lo más mínimo a lo que Layla tenía enfrente. Los tres niños vestían fresco pero formal, la pequeña niña se encontraba parada en medio de sus hermanos, en sus manos sostenía una cajita roja de terciopelo mientras que sus hermanos sostenían un ramo de flores y un cartel, Gean sostenía las flores con una sola mano mientras que con la otra trataba de aflojar el moño en su cuello. Johnny sonreía de forma hermosa con cartel en mano, esper
Creció con la bonita idea de que el día más feliz de una mujer es el día de su boda pero para esa joven ilusionada ese día se había convertido en una completa pesadilla. Se encontraba en la segunda planta de la casa de sus futuros suegros,la ansiedad se apretaba en su interior haciéndola sentir que el aire desaparecía de vez en cuando de sus pulmones,su vida había cambiado en tan solo un parpadeo que la asustaba de sobremanera,su precioso futuro se venía cuesta abajo y la vida perfecta que tanto se había esforzado en planear se hacía añicos justo frente a sus ojos.Extrañaba a sus padres,si ellos aún estuvieran a su lado jamás permitirían que fuese utilizada de esa forma,como una herramienta,una bolsa que al abrirla pueden obtener lo que sea. Ahora se encontraba en esa situación gracias a sus abuelos,la estaban obligando a contraer matrimonio con un completo desconocido y ella no tenía más remedio que obedecer,no podía creer la forma en la que todo había sucedido pero ya no había vuel
—Gracias—La novia agradece al desconocido en cuanto el vals se acaba.Suspira alejándose de todos cuando la pista de baile comenzó a llenarse con los invitados,se sentó en su mesa y volvió a llenar su copa vacía con champagne.Unos ojos la observaban de lejos,la mujer no tenía ni idea.Un par de horas después,cansada de aguantar y algo adolorida gracias a los incómodos tacones,subió a la habitación que compartiría con su esposo esa noche,se quitó el molesto vestido como pudo y los zapatos,entró al baño con total tranquilidad sin prestar demasiada atención a sus alrededores como para notar la ropa tirada en el suelo,gritó cuando se encontró de frente con su esposo y tomó la toalla que envolvía la cintura del hombre para cubrir su cuerpo pero no fue un buen movimiento.Ambas personas caen al suelo gracias a que la chica pierde el equilibrio llevando consigo al hombre.El tiempo parece detenerse para ambos,se pierden en los ojos del contrario que con frialdad se clavan cual puñales trata
Layla suspiró al cerrar la puerta de la habitación,estaba algo asustada por la reacción que tendrían los invitados al verla,el majestuoso vestido que su esposo le había regalado le quedaba a la perfección,parecía hecho para ella pero se sentía algo inquieta.Bajó las escaleras y caminó hasta la enorme puerta donde su esposo la esperaba para abrir y entrar juntos,de seguro para demostrar a los invitados la grandiosa pareja que ambos formaban,Layla había practicado su sonrisa en el espejo durante un buen par de horas en la tarde,también la manera correcta de hablar con un socio de su esposo,practicó respiración para pasar por momentos incómodos si su esposo se ponía modo idiota.—No te alejes demasiado de mí y recuerda las reglas del contrato.Las reglas del contrato eran claras y casi todas en su contra,Layla varias veces se había negado a firmarlo pero cuando vió que las opciones para su familia se habían acabado no le quedó otra más que poner su firma sobre el papel.—Lo sé,no tienes
El que los miraba desde fuera creería que se llevaban bien y que se conocían de toda la vida,o que se dedicaban a bailabar como profesionales,pero la realidad de esos dos era muy diferente.—Bailas bien,pero creo que no eres suficiente para Henry—se burlaba una vez más aquél guapo desconocido.—¿No te callas nunca?—preguntó con una sonrisa la joven rubia ya harta de que la rebajara un tipo como él.—Es que la familia Harper nada en dinero y sin embargo tú...—hizo una mueca mientras acariciaba los brazos de Layla.—¿Yo qué?—alejó sus brazos enfadada sin dejar de bailar.—No pareces ser de una gran familia como de la que proviene Henry—la sonrisa burlona en su rostro hacía que Layla perdiera la cordura.La mujer ya deseaba que terminará la canción de una buena vez para buscar a su esposo y alejarse de ese desconocido que al parecer era bastante cercano a Henry.—No deberías meter tus narices en los asuntos de los demás—susurra con una sonrisa.—Supongo que ya viste la fotografía que pos
Layla despertó sola en su nueva casa esa mañana,se habían mudado de la casa de los abuelos de Henry el día anterior,su esposo tenía una reunión muy importante en la empresa y se había marchado temprano,la mujer bastante curiosa,quería saber más sobre el pasado de su esposo y aquella mujer,entonces después del desayuno paseó descalza por la habitación principal,desde que había llegado no prestó demasiada atención a su alrededor,la habitación era grande,espaciosa,tenía un enorme armario que si te metes dentro de seguro pasas a Narnia,pero nada más que aquella fotografía llamaba su atención en ese cuarto,esta fotografía era diferente a la que tenía su esposo en la casa de sus abuelos,pero en ella posaba la misma hermosa mujer.Pasó a otra habitación,esta era casi tan grande como la que compartía con Henry pero la ventana daba al jardín,justo a la bonita fuente con forma de Ángel que llamaba mucho la atención puesto que parecía que el angelito orinaba,continuando con su paseo se dirigió h