Layla suspiró al cerrar la puerta de la habitación,estaba algo asustada por la reacción que tendrían los invitados al verla,el majestuoso vestido que su esposo le había regalado le quedaba a la perfección,parecía hecho para ella pero se sentía algo inquieta.
Bajó las escaleras y caminó hasta la enorme puerta donde su esposo la esperaba para abrir y entrar juntos,de seguro para demostrar a los invitados la grandiosa pareja que ambos formaban,Layla había practicado su sonrisa en el espejo durante un buen par de horas en la tarde,también la manera correcta de hablar con un socio de su esposo,practicó respiración para pasar por momentos incómodos si su esposo se ponía modo idiota.—No te alejes demasiado de mí y recuerda las reglas del contrato.Las reglas del contrato eran claras y casi todas en su contra,Layla varias veces se había negado a firmarlo pero cuando vió que las opciones para su familia se habían acabado no le quedó otra más que poner su firma sobre el papel.—Lo sé,no tienes que estar repitiendo las reglas o el dinero que le das a mí familia una y otra vez.La mujer cruzó los brazos por debajo de su busto y Henry apartó la mirada.—No cruces los brazos y ten cuidado al sentarte—hizo que la mujer dejara de cruzar los brazos y recibió una mirada seria.—Tu me dijiste que me pusiera este vestido—la esposa estaba mirando al hombre con el ceño fruncido.—Ya lo sé—susurra.—¿Entonces por qué te quejas?—susurra de igual manera mirándolo con el ceño fruncido.—No creí que te quedaría tan vulgar—la chica abre la boca ofendida.—Tengo con que rellenar esta pieza de arte,no como otros—la chica aún susurrando mira de arriba a abajo a su esposo.Henry cubre sus partes mientras voltea hacia otra dirección.Layla no era tan fácil de callar cuando algo no le gustaba.Era algo más que el mayor había aprendido de su esposa,la primer cosa había sido que dormida hablaba en un idioma, para él, extraterrestre.Caminó juntó a su esposo,saludando de forma cortés a los desconocidos que sé acercaban a ellos,fue en ese momento que Henry quedó embelesado al verla,ese vestido que había escogido al azar se veía tan perfecto en ella,resaltaba cada hermosa curvatura de ese esbelto cuerpo.El hombre volvió en sí y tomó la mano de su esposa con una sonrisa mientras susurraba:—Comportate y no dejes mi apellido en ridículo—Dejaron ir una risita los dos y Henry alzó su mano en saludo a uno de sus socios.—No tienes que decírmelo,infeliz—Layla comenzaba a perder la paciencia con ese hombre.Un señor regordete con cara de "yo no rompo un plato" se acercó a ellos,felicitando a Henry por tan bella mujer a su lado,Layla alzó las cejas en dirección a su esposo que la miraba serio.La chica prácticamente sé reía en su cara cada que elogiaban lo bella y perfecta que era.Henry la presentó con dulzura a una bella mujer de mediana edad que enseguida elogió a los recién casados con la bella pareja que formaban. Layla en su interior deseaba que todo eso fuera real,pero era más lista y no se dejaba engañar por su corazón con facilidad.Nada en este matrimonio es real.—Es una verdadera belleza—Layla agradece algo asqueada,la mirada del hombre era pervertida en su totalidad.—Un verdadero tesoro—Henry besó la suave mano de la mujer y se despidió del hombre.Alejando a la rubia de ahí,Henry era frío pero no podía dejar que pusieran sus manos sobre lo que era suyo,aunque fuera mediante un contrato Layla era SU esposa y debía cuidarla de ancianos asquerosos como ese.—Me miraba de forma morbosa—le susurra a su esposo,él la mira como si estuviera loca.—Es tu imaginación mujer—Layla negó,era estúpido de su parte creer que alguién como Henry la defendería o la haría sentir cómoda y segura a su lado.Por su parte Henry buscaba un lugar alejado de esos invitados para poder estar tranquilo un rato.—¿Donde están tus padres?—preguntó Layla al ver que sus suegros no se encontraban por ninguna parte.—Negocios—dijo distraído sin darle mucha importancia.—¿Qué negocios?—volvió a preguntar.—Simples negocios,Layla—el corazón de la joven mujer se detuvo por una milésima de segundo para después bombear con fuerza.El hombre que amaba desde hacía diez años había dicho su nombre de forma distraída,e incluso para la protagonista había sido hasta un poco tierno,sonrió pero borró su sonrisa al instante en cuando se dió cuenta de que el mayor la observaba con una ceja alzada.—¿No extrañas a tus padres cuando no están?—No,soy un adulto,puedo vivir sin ellos—contestó aburrido.La mirada de la joven cambió y Henry pudo notar el pequeño cambio en sus ojos,pero no le prestó demasiada atención.Henry se comportó bien con ella él resto de la noche,conversaciones tranquilas y preguntas que eran contestadas directas y sin muchas vueltas,hasta que el desconocido que bailó con Layla la noche de su boda,apareció.La mujer había ido al baño cuando el chico de la noche anterior se paró junto a Henry,el protagonista rodo los ojos.—La nueva esposa es bella pero no tan bella—Henry simplemente lo ignoró acostumbrado a sus idioteces.—Hay chicas más dignas de Henry Williams ¿por qué escoger a alguién como ella?—¿Qué quieres decir?—preguntó con el ceño fruncido,sin mirar al hombre a su lado.—No lo sé,tal vez una mujer que éste más—hizo una pausa mirando de arriba a abajo al hombre—a tu altura,sería lo ideal—sabía a lo que el chico se refería.—Pudrete—dijo Henry con una sonrisa bebiendo de su copa de vino.Layla observaba al desconocido,lo había reconocido como el hombre con el que bailó la noche de su boda.Era un tipo alto y ojos hermosamente negros,vestía un traje negro de Armani que hacia resaltar su blanca piel.Un tiempo después aquel desconocido se acercó a Layla en cuanto Henry la dejó sola en la mesa para ir a hablar con uno de sus socios,que lo estaba llamando desde hacía un buen rato.—¿Quieres bailar?—preguntó con una radiante sonrisa.Layla lo dudo por un momento,no estaba segura de hacerlo,ya su esposo había malinterpretado lo del baile en su noche de bodas y no sabía si al verla bailar nuevamente con este desconocido la gente comenzaría a hablar,pero el rubio sonrió mientras susurraba cerca de su oído.—Ésta no sería nuestra primera vez—y la mujer se alejó del hombre al notar la gran cercanía.Pero aceptó tomando la mano que seguía extendida en su dirección al ver que no se rendiría.Al desconocido le resultó algo extraño lo familiarizada que Layla se encontraba con su ser,la mujer bailaba de una forma única y excelente,impresionando a todos los invitados con sus pasos de baile.El vestido era demasiado revelador,dejaba ver con excelencia cada parte exquisita de aquel bello ser que meneaba las caderas con delicadeza e hipnótizaba con sus piernas a todo aquel que la viera.Henry maldecia por lo bajo el haber comprado ese vestido.—No debería haberlo elegido,habiendo tantos vengo a escoger el que mejor le queda—susurra para si mismo algo molesto.—Deja de hablar solo y ve a buscar a tu esposa si tanto te molesta el verla con otro—la voz de su padre a sus espaldas lo hizo dar un pequeño y casi impredecible salto.—¿De qué hablas?—se hizo el tonto mirando en otra dirección.—¿Terminaron sus negocios?El hombre era bastante parecido a su hijo,bueno su hijo era bastante parecido a él,tenía él cabello oscuro y ojos azules,una mirada fría que se volvía cálida cuando entraba en contacto con los ojos verdes de su esposa,la mujer bailaba con el gato persa en brazos.—El trato se cerró,lo importante es que tu madre está feliz—sonrió en cuanto la rubia lo saludo.—No entiendo como pueden amarse,son tan diferentes—su padre se encogió de hombros.—Ni yo hijo,ella es fría como el mismo hielo—ahora su padre miraba a su nuera—¿cuando me darán nietos?—Henry casi deja salir el vino que estaba tomando por la nariz.—Padre eso lo tienen decidido ustedes.El hombre observó a su hijo y colocó una de sus manos en el hombro ajeno.—¿Acaso odias a esa mujer?—Henry negó.—No puedo odiar a alguién que a duras penas conozco—volvió su vista a los dos jóvenes que bailaban con elegancia.Había algo que sí odiaba y era que ese idiota pusiera sus manos sobre ella,sobre su pequeña cintura,que diera a sus manos el privilegio de tocar la piel de sus piernas gracias al maldito vestido que había escogido.—Para la próxima fiesta que sea de disfraces y le compraré un disfraz de momia—susurra sin apartar la vista de esos dos.El que los miraba desde fuera creería que se llevaban bien y que se conocían de toda la vida,o que se dedicaban a bailabar como profesionales,pero la realidad de esos dos era muy diferente.—Bailas bien,pero creo que no eres suficiente para Henry—se burlaba una vez más aquél guapo desconocido.—¿No te callas nunca?—preguntó con una sonrisa la joven rubia ya harta de que la rebajara un tipo como él.—Es que la familia Harper nada en dinero y sin embargo tú...—hizo una mueca mientras acariciaba los brazos de Layla.—¿Yo qué?—alejó sus brazos enfadada sin dejar de bailar.—No pareces ser de una gran familia como de la que proviene Henry—la sonrisa burlona en su rostro hacía que Layla perdiera la cordura.La mujer ya deseaba que terminará la canción de una buena vez para buscar a su esposo y alejarse de ese desconocido que al parecer era bastante cercano a Henry.—No deberías meter tus narices en los asuntos de los demás—susurra con una sonrisa.—Supongo que ya viste la fotografía que pos
Layla despertó sola en su nueva casa esa mañana,se habían mudado de la casa de los abuelos de Henry el día anterior,su esposo tenía una reunión muy importante en la empresa y se había marchado temprano,la mujer bastante curiosa,quería saber más sobre el pasado de su esposo y aquella mujer,entonces después del desayuno paseó descalza por la habitación principal,desde que había llegado no prestó demasiada atención a su alrededor,la habitación era grande,espaciosa,tenía un enorme armario que si te metes dentro de seguro pasas a Narnia,pero nada más que aquella fotografía llamaba su atención en ese cuarto,esta fotografía era diferente a la que tenía su esposo en la casa de sus abuelos,pero en ella posaba la misma hermosa mujer.Pasó a otra habitación,esta era casi tan grande como la que compartía con Henry pero la ventana daba al jardín,justo a la bonita fuente con forma de Ángel que llamaba mucho la atención puesto que parecía que el angelito orinaba,continuando con su paseo se dirigió h
Layla sé dió cuenta de que no sólo su brazo y mano estaban heridos,al mirar hacia abajo pudo notar la herida abierta en su pierna y parte de su pie derecho,por su cabeza pasó el llamar a Henry pero se negó a hacerlo debido a la situación que hace nada vivieron,Layla estaba segura de que el hombre no prestaría atención alguna a sus heridaa y la dejaría ahí sola,además de que no tenía el número de teléfono de su engreído esposo.Finalmente después de unos cinco minutos pensando lo que era o no buena idea decidió llamar a un número privado que se sabía de memoria.—¿Hola?—contestó una voz masculina al otro lado.—¿Puedes venir? Por favor—la chica se sentó en la solitaria silla de la habitación en la que se encontraba.—¿Layla?—la voz del otro lado pasó de un tono despreocupado por su entorno a exaltación total.—Te necesito—y con solo esas dos simples palabras hizo al chico correr en busca de las llaves de su auto.—Pásame la ubicación de donde estás,estaré ahí en dos segundos—Layla le a
Layla mira a su esposo en completo silencio,harta de su mal carácter propuso estar el menor tiempo posible juntos,el mayor se sienta en el gran sillón blanco de la Sala y la mira de arriba a abajo.—Me voy a mudar a la habitación de invitados,es lo mejor para continuar con esto en paz—el mayor negó riendo.—¿Olvidaste las reglas del contrato?—la chica se queda en silencio—Layla no finjas demencia,no te quieras hacer la tonta que no te queda—La mujer dejó ir un suspiro,maldiciendo al mayor en sus adentros.Layla no entendía mucho sobre las reglas del contrato,terminos y condiciones,ella fue obligada por su familia a firmar dicho documento sin tener la oportunidad de leer un solo párrafo de aquel papel en el que había escrito su firma,le leyeron las reglas básicas y eso fue todo.Layla se sentó en el sillón frente a su esposo,no podía continuar de pie sin que su pierna herida le comenzara a temblar o se notara la leve hinchazón en su brazo.—¿Puedes explicarme que tiene el mudarme a otr
—Al fin llega la parejita feliz—Una ya conocida voz les da la bienvenida.Henry rueda los ojos mirando al hombre frente a ellos,los ojos de su esposa se abren en sorpresa y el castaño hace una mueca de molestia mirando a aquel chico nuevamente.Layla se sorprende al ver a Jackson en esa casa,se veía relajado y de uno de sus brazos se aferraba una mujer,se suponía que era una cena familiar y hasta donde Layla sabía Jackson y su esposo no eran familia.De todas formas la mujer no tuvo mucho tiempo de pensar en ello,Jackson fue interrumpido por la hermosa mujer que tenía a su lado que al ver a Layla saltó alegre preguntando si la mujer estaba ya esperando un hijo.—¿Estas embarazada?—Layla se sorprendía cada día más con las personas que rodeaban a su esposo.—¿Es que no hay nadie siquiera cercano a lo normal en esta familia?—Pensó la rubia.Layla observó cada pequeño rasgo del rostro ajeno,nariz pequeña junto a unos ojos azules brillantes que miraban a todas partes curiosa,tenía un cutis
Se encontraba sentada sola en uno de sillones,al fin Henry la había dejado descansar después de dar tanta vuelta saludando a puro desconocido para ella,se quedó mirando a lo lejos a su esposo hablar con varias mujeres de su familia,reía sin mucha gracia,Layla se preguntaba si su esposo en algún momento dejaba salir su verdadera risa,o al menos una sonrisa que no fuera tan falsa como él.Su atención fue llamada por Jackson que se sentó a su lado sin decir mucho,en su mano llevaba una copa de vino tinto que Layla deseaba que derramara sobre su impecable traje blanco,pero la rubia también se encontraba muy curiosa por saber más sobre la familia de su esposo,que le sonrió de oreja a oreja.—¿Puedo preguntar que te une a esta familia?—el rubio asintió mirando a la bonita mujer sentada a su lado.—Tiana es prima de Henry,estamos comprometidos por lo tanto me hace ser parte del núcleo familiar.—Layla lo mira confundida,recordando no haber visto a la hermosa azabache en su boda.Se supone que
Henry observaba a Jackson reír de un lado a otro,odiaba a ese hombre,su forma de ser lo ponía de los nervios,el que paseara de un lado a otro con la copa de vino en la mano lo hacían querer saltar directo a su garganta. Y su bella esposa que no dejaba de entablar conversaciones con él y no hacían más que elevar su rabia,cansado de extender la mano en dirección a la rubia sin recibir respuesta alguna la tomó de la cintura haciéndola parar,Layla maldijo por lo bajo,estaba cansada y su cuerpo dolía.—No quiero bailar—la mujer se negaba una y otra vez pero su esposo hacía caso omiso a su petición.Los ojos oscuros se encontraban chiquitos,su cabeza dolía y ni hablar de sus heridas,los ojos contrarios la miraban fríos como siempre,tenía esa sensación fría en el pecho y Henry con su forma de tratarla no ayudaba a que la mujer se sintiera mejor.Layla no había un solo día en el que no deseara ver al Henry del que se había enamorado de niña,que aquellos lindos ojos brillantes la volvieran a v
Cuando Henry llevaba en brazos a su esposa no era el hombre más cuidadoso del planeta tierra,Layla sintió como la herida en su pierna se abrió aún más,sabía que ahora estaba peor que antes,todo en general había empeorado.Lo que en un momento había creído sería un problema menor que podría solucionar sin ayuda alguna,se convirtió en toda esa pesadilla que por curiosa se había ganado.—¿Qué me costaba quedarme en aquella maldita habitación?—piensa haciendo puchero.—¿Como te hiciste eso?—pregunta Henry,la mujer se queda en silencio.Digamos que el hombre de fríos ojos no tenía mucha paciencia,y menos cuando se trataba de la persona a su lado,esa mujer le ponía los nervios de punta con solo respirar.Dejó ir un suspiro volviendo a preguntar para nuevamente no recibir respuesta,una simple mirada era lo que Layla le dedicó.La rubia no sabía con exactitud que contestar,si le decía la verdad de que él la había lastimado de aquella horrible forma las cosas se pondrían peor. Sabía que al engr