Layla sé dió cuenta de que no sólo su brazo y mano estaban heridos,al mirar hacia abajo pudo notar la herida abierta en su pierna y parte de su pie derecho,por su cabeza pasó el llamar a Henry pero se negó a hacerlo debido a la situación que hace nada vivieron,Layla estaba segura de que el hombre no prestaría atención alguna a sus heridaa y la dejaría ahí sola,además de que no tenía el número de teléfono de su engreído esposo.
Finalmente después de unos cinco minutos pensando lo que era o no buena idea decidió llamar a un número privado que se sabía de memoria.—¿Hola?—contestó una voz masculina al otro lado.—¿Puedes venir? Por favor—la chica se sentó en la solitaria silla de la habitación en la que se encontraba.—¿Layla?—la voz del otro lado pasó de un tono despreocupado por su entorno a exaltación total.—Te necesito—y con solo esas dos simples palabras hizo al chico correr en busca de las llaves de su auto.—Pásame la ubicación de donde estás,estaré ahí en dos segundos—Layla le agradece y cuelga para enviar la ubicación al chico.Matías era su psicólogo desde hacía bastante tiempo,un hombre de casi treinta y cinco años que la escuchaba con atención cuando quería y necesitaba,era su única salvación en esos momentos y Matías era en la única persona de su familia en la que Layla confiaba con totalidad.Luego de aproximadamente unos diez o quince minutos el hombre llegó hasta ella,sin decir palabra alguna buscó el botiquín de primeros auxilios para desinfectar y vendar sus heridas,la rubia lo miraba con tristeza en sus ojos,Matías sabía lo que la chica pensaba y le sonrió.Layla se negó a ir al hospital,a penas llevaba unos días de casada y no quería llamar la atención o armar un alboroto por algo como eso,ni dar explicaciones de como se había lastimado de esa forma.Matías estaba preocupado de que su prima estuviera sufriendo violencia doméstica,no estaba para nada de acuerdo con todo el desastre que se había formado gracias a los ancianos,pero sabía que Layla tampoco tenía demasiadas opciones.—¿Estás segura de no querer ver a un médico?—la castaña asintió con una sonrisa.—Estoy bien,solo son pequeñas heridas—su primo negó.—No son heridas superficiales que se curan solas,deberías ir al hospital tu brazo y pierna necesitan suturas—Layla negó con rapidez.Era algo imposible según ella,no quería hacer todo un alboroto por algo tan pequeño y sin importancia,el hombre negó.—Fue él ¿cierto?—la mujer lo mira sin decir una palabra.—¿El se atrevió a tanto?Matías había comenzado a entrar en pánico,Layla negó con rapidez tratando de explicar lo que había sucedido.Lo que menos necesitaba ahora era que todo se convirtiera en un lío con la familia de su esposo y con éste mismo.Lo que la chica necesitaba era seguir con tranquilidad el plan de mantener todo en completa tranquilidad hasta que pueda encontrar la forma de acabar con todo eso del maldito contrato.—Te llevaré hasta la habitación para que descanses un poco.—Gracias,en verdad no sé que sería de mí sin tí.—No tienes que agradecer por nada,somos familia—un beso en su frente y una sonrisa dulce fueron lo que la muchacha recibió por parte del mayor.—Mi infancia tuvo algo de color gracias a tu ayuda,siempre estás ahí para mí—el hombre acarició el largo cabello color oro y Layla sonrió.—Ya basta de cursilería—Guardó el botiquín y sé volvió hacia su prima.Matías la tomó de la mano con cuidado para guiar a la joven hasta la habitación que compartía con su esposo,la ayudó a acostarse y se despidió de ella luego de darle un analgésico para que el dolor se le pasara,insistió en que fuera a ver un médico pero la joven se negaba rotundamente.Cuando el hombre se disponía a salir de la casa por casualidad se tropezó con Henry,el protagonista lo mira por encima del hombro pensando en que hacía ese desconocido en su propiedad.Mira al hombre con el ceño fruncido y Matías habla.—Estás casado con Layla hace a penas unos días y ya la tratas como si fuera una muñeca de cartón—Henry se paró frente al hombre un poco más bajo que él—No tienes derecho alguno a tratarla así.—¿Y tu quién m****a eres?—preguntó mirándolo de arriba a abajo.Layla al ver por la ventana a su esposo hablando con Matías se vistió con rapidez,lo primero que encontró fué un vestido largo que cubriría la notoria herida en su pierna y se cubrió con un saco para cubrir su brazo.Bajó las escaleras lo más rápido que sus heridas se lo permitieron antes de que las cosas se pusieran más complicadas.—Matías es mi primo—explicó con prisas.—Vino a verme después de mucho tiempo—sonrió nerviosa,Henry notó su comportamiento extraño pero lo ignoró.—Así és y lo que espero es que la trates como se merece—ambos se miraron directo a los ojos casi dejando salir chispas de ellos.Layla se colocó en medio de ambos hombres para evitar cualquier conflicto que los lleve a más que duras palabras,el mayor se despidió de la mujer al ver la cara suplicante de la joven.—Mantenme al tanto—dijo a la mujer el hombre que tanto se preocupaba por ella.Layla le sonrió,pero en cambio su esposo lo volvió a ver con esa expresión sería,una mirada que demostraba su descontento con su presencia.—No te metas en nuestros asuntos—fué lo único que dijo el guapo hombre antes de tomar a su esposa y cerrar la puerta en la cara del mayor.Layla siguió a Henry hasta la amplia e iluminada Sala de estar de la mansión,observó el frío rostro de su esposo y dejó ir un suspiro.—No considero y creo que jamás lo haré, ésta casa como mi hogar—Layla lo miraba con el ceño fruncido.Henry se volvió a verla y sonrió con frialdad,la joven dió un paso hacia atrás.—¿Para que llamaste a ese tipo a MI casa?Layla dudó un momento,no sabía que mentira inventar para que su esposo se creyera y no interrogara más a fondo de quién era su primo,pero antes de poder abrir siquiera la boca para decir cualquier cosa,el mayor habló.—Ésta es MI casa,soy el ÚNICO dueño de ésta propiedad y solamente YO tengo el derecho de invitar a quién se me antoje.Layla estaba por abrir la boca para decir su opinión pero nuevamente fue interrumpida por el hombre frente a ella.—Quiero que entiendas tu lugar y te comportes como la invitada temporal que eres—Soltó las palabras con desprecio en la cara de su esposa.A Layla le dolía escuchar todas esas palabras por parte de su esposo,eran como afilados cuchillos que atravesaban su piel y carne directos al corazón,estaba conciente que aquella persona de la que se encontraba enamorada desde hacía diez años se encontraba solo en sus recuerdos pero no podía evitar tener el deje de esperanza de que el hombre la recuerde y sea como cuando eran más jóvenes.Layla solo asintió y habló con suavidad.—Lo que ordene el señor—Henry fruncio el ceño aún más y Layla sonrió.—No me provoques mujer—se acercó amenazante hasta ella,la protagonista tragó en seco.No era que estuviera aterrada de Henry,pero sus heridas aún se encontraban abiertas y su pierna dolía en demasía,si el hombre volvía a empujarla no saldría lo que se llama completamente bien de esa situación.—No has olvidado el contrato ¿cierto?—la castaña choca contra la pared a sus espaldas y niega con rapidez.—Tu te encargas de repetir las reglas una y otra vez cada que nos vemos—habla bajo.—Bien,eso quiere decir que entonces recuerdas con total claridad que no puedes ligar con nadie mientras estemos casados—la mujer rueda los ojos. —¿verdad?—las manos del hombre chocan contra la pared haciendo a Layla dar un pequeño salto.—Sí,lo recuerdo bien—no se anima a ver el rostro de su esposo frente a ella.—pero Matías es solamente mí - —es interrumpida nuevamente.—Solo mantente lejos de los hombre o de las personas que quieran coquetear—sonríe de esa forma única y escalofriante que solo Henry puede hacer. —No hagas que mi apellido quede en ridículo o pagarás las consecuencias.Layla lo mira a los ojos después de aquella amenaza,aún no podía creer la clase de persona con la que se encontraba casada,no entendía como alguien podía ser tan frío,manipulador y calculador al mismo tiempo,en su pecho crecía esa pequeña mancha cada momento que pasaba junto a Henry,la decepción la inundaba con tristeza.—Me cuesta creer que seas así de cruel,que de quién me enamoré no queda absolutamente nada—piensa la rubia sin dejar de ver los fríos ojos azules.Layla mira a su esposo en completo silencio,harta de su mal carácter propuso estar el menor tiempo posible juntos,el mayor se sienta en el gran sillón blanco de la Sala y la mira de arriba a abajo.—Me voy a mudar a la habitación de invitados,es lo mejor para continuar con esto en paz—el mayor negó riendo.—¿Olvidaste las reglas del contrato?—la chica se queda en silencio—Layla no finjas demencia,no te quieras hacer la tonta que no te queda—La mujer dejó ir un suspiro,maldiciendo al mayor en sus adentros.Layla no entendía mucho sobre las reglas del contrato,terminos y condiciones,ella fue obligada por su familia a firmar dicho documento sin tener la oportunidad de leer un solo párrafo de aquel papel en el que había escrito su firma,le leyeron las reglas básicas y eso fue todo.Layla se sentó en el sillón frente a su esposo,no podía continuar de pie sin que su pierna herida le comenzara a temblar o se notara la leve hinchazón en su brazo.—¿Puedes explicarme que tiene el mudarme a otr
—Al fin llega la parejita feliz—Una ya conocida voz les da la bienvenida.Henry rueda los ojos mirando al hombre frente a ellos,los ojos de su esposa se abren en sorpresa y el castaño hace una mueca de molestia mirando a aquel chico nuevamente.Layla se sorprende al ver a Jackson en esa casa,se veía relajado y de uno de sus brazos se aferraba una mujer,se suponía que era una cena familiar y hasta donde Layla sabía Jackson y su esposo no eran familia.De todas formas la mujer no tuvo mucho tiempo de pensar en ello,Jackson fue interrumpido por la hermosa mujer que tenía a su lado que al ver a Layla saltó alegre preguntando si la mujer estaba ya esperando un hijo.—¿Estas embarazada?—Layla se sorprendía cada día más con las personas que rodeaban a su esposo.—¿Es que no hay nadie siquiera cercano a lo normal en esta familia?—Pensó la rubia.Layla observó cada pequeño rasgo del rostro ajeno,nariz pequeña junto a unos ojos azules brillantes que miraban a todas partes curiosa,tenía un cutis
Se encontraba sentada sola en uno de sillones,al fin Henry la había dejado descansar después de dar tanta vuelta saludando a puro desconocido para ella,se quedó mirando a lo lejos a su esposo hablar con varias mujeres de su familia,reía sin mucha gracia,Layla se preguntaba si su esposo en algún momento dejaba salir su verdadera risa,o al menos una sonrisa que no fuera tan falsa como él.Su atención fue llamada por Jackson que se sentó a su lado sin decir mucho,en su mano llevaba una copa de vino tinto que Layla deseaba que derramara sobre su impecable traje blanco,pero la rubia también se encontraba muy curiosa por saber más sobre la familia de su esposo,que le sonrió de oreja a oreja.—¿Puedo preguntar que te une a esta familia?—el rubio asintió mirando a la bonita mujer sentada a su lado.—Tiana es prima de Henry,estamos comprometidos por lo tanto me hace ser parte del núcleo familiar.—Layla lo mira confundida,recordando no haber visto a la hermosa azabache en su boda.Se supone que
Henry observaba a Jackson reír de un lado a otro,odiaba a ese hombre,su forma de ser lo ponía de los nervios,el que paseara de un lado a otro con la copa de vino en la mano lo hacían querer saltar directo a su garganta. Y su bella esposa que no dejaba de entablar conversaciones con él y no hacían más que elevar su rabia,cansado de extender la mano en dirección a la rubia sin recibir respuesta alguna la tomó de la cintura haciéndola parar,Layla maldijo por lo bajo,estaba cansada y su cuerpo dolía.—No quiero bailar—la mujer se negaba una y otra vez pero su esposo hacía caso omiso a su petición.Los ojos oscuros se encontraban chiquitos,su cabeza dolía y ni hablar de sus heridas,los ojos contrarios la miraban fríos como siempre,tenía esa sensación fría en el pecho y Henry con su forma de tratarla no ayudaba a que la mujer se sintiera mejor.Layla no había un solo día en el que no deseara ver al Henry del que se había enamorado de niña,que aquellos lindos ojos brillantes la volvieran a v
Cuando Henry llevaba en brazos a su esposa no era el hombre más cuidadoso del planeta tierra,Layla sintió como la herida en su pierna se abrió aún más,sabía que ahora estaba peor que antes,todo en general había empeorado.Lo que en un momento había creído sería un problema menor que podría solucionar sin ayuda alguna,se convirtió en toda esa pesadilla que por curiosa se había ganado.—¿Qué me costaba quedarme en aquella maldita habitación?—piensa haciendo puchero.—¿Como te hiciste eso?—pregunta Henry,la mujer se queda en silencio.Digamos que el hombre de fríos ojos no tenía mucha paciencia,y menos cuando se trataba de la persona a su lado,esa mujer le ponía los nervios de punta con solo respirar.Dejó ir un suspiro volviendo a preguntar para nuevamente no recibir respuesta,una simple mirada era lo que Layla le dedicó.La rubia no sabía con exactitud que contestar,si le decía la verdad de que él la había lastimado de aquella horrible forma las cosas se pondrían peor. Sabía que al engr
Detuvo el auto nuevamente en silencio,abrió la boca para decir algo,pero el sonido de su celular sonando a todo volúmen en el bolsillo de su saco lo hizo cerrarla sin soltar palabra,mira una vez más en dirección a Layla y deja ir un suspiro sacando su celular.Al ver la pantalla sus ojos fríos se llenaron de calor,un cálido brillo los iluminó junto a una pequeña sonrisa que se formó en su rostro al leer el nombre que brillaba en la pantalla,y con prisas contesto sin dejar esperar un solo segundo más a la persona que llamaba.—¿Que sucede?—el tono en su voz hizo que Layla parara una oreja tratando de oír mejor,ella podía estar agonizando pero el chisme le podía más.Su voz era suave,un tono que jamás había escuchado que su esposo usara con ella,bueno con nadie en realidad,Henry era bastante grosero hasta para dar los buenos días cuando se trataba de Layla o personas no importantes para él que se situaban a su alrededor,el recuerdo de cuando trató como basura al pobre de su asistente go
Layla se sorprendió y recuperó la sobriedad en un instante preguntando que hacia ese hombre ahí,como había llegado hasta ella si no le había dado información alguna sobre su paradero.¿El castaño acaso la estaba siguiendo?—Tú me llamaste ¿no lo recuerdas?—la joven negó pero un flashback pasó por su mente.Layla se dió cuenta que en lugar de llamar a Matías había marcado el último número que llamó su celular,recordó cuando Jackson marcó a su propio teléfono para tener el de ella,no se había dado cuenta debido al dolor de cabeza y gran mareo de haber llamado a la persona equivocada,era una total tonteria el equivocarse de aquella forma.Layla ahora se sentía culpable por molestar a un extraño,bueno,casi extraño.—Gracias,ya no es necesario que estés aquí—le sonríe de mala forma tomando su celular para,ahora sí,marcar a su primo.Lo qué más quería Layla era mantener la distancia con la familia de su esposo y más aún con el hombre en su habitación de hospital,ese hombre tenía una sonrisa
—Mejor,ya no duele tanto—una sonrisa cuadrada adornando su rostro.—El médico dijo que tendras que quedarte un par de días aquí,lo mejor será internarse para estar seguros de que tus heridas sanen como se debe,además perdiste demasiada sangre,lo mejor es que no te sobresfuerces—la joven asiente de acuerdo.Layla recordó las palabras de su esposo,claúsulas que no recordaba haberlas escuchado antes y le causaba terror el no saber que otras cosas había en ese contrato de las que ella no estaba enterada.Tomó la decisión de pedir la ayuda de su única persona de confianza.—Necesito que me ayudes con algo de información—pidió,casi suplicante.Matías no estaba muy convencido,ya no quería que la joven se metiera en más problemas.—Tengo que saber que es lo que escribieron con exactitud en esos contratos y hasta donde me mintieron en realidad.Matías deja ir un suspiro,pensó en negarse,pero los ojos oscuros que lo miraban fijamente no se lo permitieron.—De acuerdo,pero no se cuanto pueda tar