Henry observaba a Jackson reír de un lado a otro,odiaba a ese hombre,su forma de ser lo ponía de los nervios,el que paseara de un lado a otro con la copa de vino en la mano lo hacían querer saltar directo a su garganta. Y su bella esposa que no dejaba de entablar conversaciones con él y no hacían más que elevar su rabia,cansado de extender la mano en dirección a la rubia sin recibir respuesta alguna la tomó de la cintura haciéndola parar,Layla maldijo por lo bajo,estaba cansada y su cuerpo dolía.—No quiero bailar—la mujer se negaba una y otra vez pero su esposo hacía caso omiso a su petición.Los ojos oscuros se encontraban chiquitos,su cabeza dolía y ni hablar de sus heridas,los ojos contrarios la miraban fríos como siempre,tenía esa sensación fría en el pecho y Henry con su forma de tratarla no ayudaba a que la mujer se sintiera mejor.Layla no había un solo día en el que no deseara ver al Henry del que se había enamorado de niña,que aquellos lindos ojos brillantes la volvieran a v
Cuando Henry llevaba en brazos a su esposa no era el hombre más cuidadoso del planeta tierra,Layla sintió como la herida en su pierna se abrió aún más,sabía que ahora estaba peor que antes,todo en general había empeorado.Lo que en un momento había creído sería un problema menor que podría solucionar sin ayuda alguna,se convirtió en toda esa pesadilla que por curiosa se había ganado.—¿Qué me costaba quedarme en aquella maldita habitación?—piensa haciendo puchero.—¿Como te hiciste eso?—pregunta Henry,la mujer se queda en silencio.Digamos que el hombre de fríos ojos no tenía mucha paciencia,y menos cuando se trataba de la persona a su lado,esa mujer le ponía los nervios de punta con solo respirar.Dejó ir un suspiro volviendo a preguntar para nuevamente no recibir respuesta,una simple mirada era lo que Layla le dedicó.La rubia no sabía con exactitud que contestar,si le decía la verdad de que él la había lastimado de aquella horrible forma las cosas se pondrían peor. Sabía que al engr
Detuvo el auto nuevamente en silencio,abrió la boca para decir algo,pero el sonido de su celular sonando a todo volúmen en el bolsillo de su saco lo hizo cerrarla sin soltar palabra,mira una vez más en dirección a Layla y deja ir un suspiro sacando su celular.Al ver la pantalla sus ojos fríos se llenaron de calor,un cálido brillo los iluminó junto a una pequeña sonrisa que se formó en su rostro al leer el nombre que brillaba en la pantalla,y con prisas contesto sin dejar esperar un solo segundo más a la persona que llamaba.—¿Que sucede?—el tono en su voz hizo que Layla parara una oreja tratando de oír mejor,ella podía estar agonizando pero el chisme le podía más.Su voz era suave,un tono que jamás había escuchado que su esposo usara con ella,bueno con nadie en realidad,Henry era bastante grosero hasta para dar los buenos días cuando se trataba de Layla o personas no importantes para él que se situaban a su alrededor,el recuerdo de cuando trató como basura al pobre de su asistente go
Layla se sorprendió y recuperó la sobriedad en un instante preguntando que hacia ese hombre ahí,como había llegado hasta ella si no le había dado información alguna sobre su paradero.¿El castaño acaso la estaba siguiendo?—Tú me llamaste ¿no lo recuerdas?—la joven negó pero un flashback pasó por su mente.Layla se dió cuenta que en lugar de llamar a Matías había marcado el último número que llamó su celular,recordó cuando Jackson marcó a su propio teléfono para tener el de ella,no se había dado cuenta debido al dolor de cabeza y gran mareo de haber llamado a la persona equivocada,era una total tonteria el equivocarse de aquella forma.Layla ahora se sentía culpable por molestar a un extraño,bueno,casi extraño.—Gracias,ya no es necesario que estés aquí—le sonríe de mala forma tomando su celular para,ahora sí,marcar a su primo.Lo qué más quería Layla era mantener la distancia con la familia de su esposo y más aún con el hombre en su habitación de hospital,ese hombre tenía una sonrisa
—Mejor,ya no duele tanto—una sonrisa cuadrada adornando su rostro.—El médico dijo que tendras que quedarte un par de días aquí,lo mejor será internarse para estar seguros de que tus heridas sanen como se debe,además perdiste demasiada sangre,lo mejor es que no te sobresfuerces—la joven asiente de acuerdo.Layla recordó las palabras de su esposo,claúsulas que no recordaba haberlas escuchado antes y le causaba terror el no saber que otras cosas había en ese contrato de las que ella no estaba enterada.Tomó la decisión de pedir la ayuda de su única persona de confianza.—Necesito que me ayudes con algo de información—pidió,casi suplicante.Matías no estaba muy convencido,ya no quería que la joven se metiera en más problemas.—Tengo que saber que es lo que escribieron con exactitud en esos contratos y hasta donde me mintieron en realidad.Matías deja ir un suspiro,pensó en negarse,pero los ojos oscuros que lo miraban fijamente no se lo permitieron.—De acuerdo,pero no se cuanto pueda tar
Eran cerca de las cuatro treinta de la tarde cuando Henry volvió al hospital,observó a su esposa desde la puerta con su acostumbrado semblante serio,la hermosa joven parecía estar muy centrada en su celular como para notar la presencia del hombre,hasta que éste habló.—¿Qué haces? llevo parado aquí hace diez minutos y ni cuenta—Layla se vuelve a verlo con una sonrisa,fastidiando a su esposo.Esa sonrisa cuadrada era tan molesta para Henry,le provocaba un sentimiento de familiaridad bastante extraño,cosa que odiaba,y ese calor que subia hasta sus orejas era algo que deseaba hacer desaparecer.Se sentó en el sillón con el ceño fruncido mientras sus ojos miraban fijamente a la rubia que habia vuelto su atención a aquel aparato en sus manos.—Tu madre dejó dicho que pasaras por su casa antes de que caiga la noche—la mujer dejó a un lado su celular para mirar a su esposo.—Pasaré mañana,ahora tengo algo importante que discutir contigo.—Layla frunce el entrecejo,tenía el presentimiento de q
—Con respecto a eso...no tengo información alguna—la rubia rueda los ojos haciendo una mueca en dirección a su primo.—Ya debería de estar volviendo a casa,tengo turno en un par de horas—la joven asintió entregando al hombre la bandeja vacia.El hombre se paró a unos pasos de la cama llamando la atención de Layla,el hombre no estaba muy convencido y volvió a formular aquella repetida pregunta.—¿Tan rápido te enamoraste de él?—la joven mujer lo mira de forma tranquila pero Matías sabía lo que aquellos lindos ojos ocultaban.—está bien si no me lo quieres contar—Layla bajó la mirada,no sabía que decirle a su primo.Después de varíos segundos en silencio se decidió a hablar.—Nos conocimos hace diez años,es mi primer amor y aunque es cierto que en el presente solo nos vimos unas pocas veces,tenemos un pasado que al parecer solo yo recuerdo—susurra la última frase con voz apagada,Matías solo niega con la cabeza.En ese contrato se supone que son esposos,que Henry debe
Llevaba cerca de una semana en el hospital,Matías la visitaba todos los días después de terminar con su turno,le traía regalos y hablaban por las tardes antes de que su esposo llegara.Su primo tocó la puerta entrando a la habitación como ya se había hecho costumbre y le sonrió de oreja a oreja a la joven rubia que ansiosa se sentó en la cama,dejando de lado el libro que atentamente leía segundos antes.—Dime que traes información—fué lo primero que soltó la joven emocionada.—Hola,me encuentro perfectamente ¿y tu?—preguntó sarcástico el mayor.Layla frunce el entrecejo al notar que la sonrisa del mayor no era debido a información sobre el contrato.—No es mucho lo que tengo—la cara de la hermosa joven se ilumina—Hay un nuevo acuerdo,no sé en que los beneficia o perjudica a ustedes pero no parece ser nada bueno si lo agregaron después de casarlos—dice sentándose a su lado,la joven hace una mueca.—Tendré que indagar más a fondo,no quería llegar a esto pero no