MarianaEl tiempo se ha vuelto mi peor enemigo, pero trato de mantenerme serena durante los días y las noches. Extraño dormir, quizás porque es una manera de desconectarse de la realidad y de todos los malos pensamientos que me perturban a cada segundo del día. Mi tormento es un demonio de ojos tan negros como lo misma oscuridad y sonrisa mortal. Se ha vuelto mi sombra, es como si no pudiese vivir sin él. Lo necesito de una manera que no logro explicarme ni tampoco entiendo.Suspiré, dejando de lado el computador y tomé del coctel que Trinidad me trajo hace unos cuantos minutos atrás. Es entre dulce y amargo, pero no me brinda la saciedad que mi interior tanto aclama. Mi sed es terrible y empieza a desesperarme esa necesidad, como también un fuego arde en mi interior y no puedo mermarlo por más que me acaricie. Pensar en ese demonio acrecienta esa sed y ese calor en mis entrañas.—Maldito demonio —siseé, caminando hacia la ventana y recostando mi cuerpo del marco de esta—. ¿Cuánto más
Todo ha sido tan perfecto que a veces pienso que estoy viviendo un sueño. Mi relación con Ambrose se ha fortalecido con el paso de los días, la comunicación que manejamos es indispensable. He descubierto a su lado sentimientos muy bonitos y que cada instante se hacen más grandes. Aunque suele ser callado y no hablar lo suficiente, conmigo es totalmente diferente. Siempre tiene palabras hermosas para mí, en especial cuando me hace el amor con esa pasión tan única que me hace estremecer. Me enamora su frialdad, pero cuando tiene detalles simples hace que lo ame todavía más. Él es tan tierno, aunque se niegue a aceptarlo.¿Quién diría que ese odio se transformaría en este sentimiento tan fuerte, latente y bonito? Pensar en ese sentimiento tan malo y que me hizo enloquecer me causa gracia, pues al final Ronan está vivo y siendo muy feliz junto a Adrianne.Pienso en mis padres y sentimientos encontrados me atacan. Los extraño, pero contactarme con ellos ahora que mi muerte ha sido pública
El silencio que se había formado entre Demetrius y yo era interrumpido por el golpe de mis uñas en el cristal de mi escritorio. El hombre que me había servido por más de dos siglos mantenía la cabeza gacha, la mirada fija en sus zapatos como si fuera la mejor de las entretenciones y sus manos entrelazadas hacia delante, quizás tratando de encontrar en su cabeza una explicación más razonable que la que me había acabado de dar.¿Renunciar? ¿Acaso me estaba jodiendo o solo trataba de gastarme una broma? ¿Desde cuándo el vampiro que había nacido para servirme tenía el poder para renunciar?—Espero que no estés olvidando con quién estás hablando — dije, mirándolo fijamente—. El contrato está hecho desde mucho antes de que nacieras y no hay nadie en este mundo que pueda romperlo. —Su padre lo ha cancelado. Fruncí el ceño, desconcertada por lo que acababa de decir. Mi padre era el líder del clan de Londres, el más antiguo vampiro de todos los tiempos y uno de los tres más poderosos de todo
Mi padre era descarado y solía hacer su voluntad, pasando por encima de quien quisiera y sin importarle nada, lo que lo había llevado a tener muchos problemas con los otros Lords. Era el mejor de los líderes, sabía escuchar, mantenía la armonía entre todos y era tan estricto como protector, pero eso no le quitaba el hecho de que le gustaba ser arriesgado y llevarle la contraria a todos. Era precavido, astuto y sabía identificar a todo aquel que tuviera un buen potencial para hacerlo parte de su guardia. Por supuesto que estaba orgullosa de Demetrius, después de todo, yo misma le había enseñado. Es un vampiro con grandes capacidades, que capta todo a la perfección. Para que haya llamado la atención de mi padre, tuvo que haberse dado cuenta de su gran velocidad y de su excelente técnica de pelea. Demetrius era obediente, la mayor parte del tiempo era un vampiro retraído, silencioso y podía pasar desapercibido para cualquiera, pero tenía un gran instinto de guerrero, algo que me sorpren
Me divertí como cada segundo se ponía más nervioso y temblaba como un dulce conejito asustado. No solo sus ojos son muy atractivos, también tiene un rostro bello y unos labios muy apetecibles, rosados y muy carnosos. E incluso su cuerpo a pesar de ser un poco delgado. Es alto, tanto como Ambrose y mi padre, pero no necesita contar con músculos en extravagancia para llamar la atención si sus ojos por sí solos la roban por completo. Su cabello oscuro cae en su frente y acentúa sus ojos de una manera que no logro explicarme. Es muy joven, demasiado, pero me incita a permanecer cerca y aspirar todo su aroma. Me relamí los labios, un poco ansiosa de enterrar mis colmillos en ese cuello que se aprecia tan tentador y esa vena que palpita sin cesar. Su piel se ve muy suave y su aroma me está provocando en demasía. Por esta razón es que mi padre no permite que nos relacionemos con los humanos, pues nuestro instinto siempre estaría en la cuerda floja.―No tenía ni la menor idea de que el post
Wyatt ¿Por qué todo me tiene que salir mal? ¿Por qué tengo que tener tan mala suerte en mi vida? ¿Acaso fui cagado por un mono o qué?Cuando me postulé a esa oferta de empleo lo hice con la esperanza de al fin tener una oportunidad de demostrar todo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera, pero no tenía ni la menor idea de que este mundo estaba plagado de locos. Bueno, al menos esa fue la primera impresión que me dio aquel hombre extraño, de gafas grandes, piel tan pálida como la leche y vestimenta de entierro. ¿Acaso iba a algún funeral o qué? Pero eso no fue lo más extraño, sino todo lo siguiente que sucedió. Ese hombre no tuvo ningún problema en levantarme por los aires y cargarme como si me tratara de un saco de papas. De por más extraño, me asusté mucho y creí que me iba a hacer algo malo. Pero hubiera preferido que ese hombre extraño me hiciera algo malo en lugar de dejarme a solas con esa mujer que todavía es más rara que él. Creí que me estaban gastando una broma, per
No podía mover un solo musculo de mi cuerpo para alejarla de mí, era como si su mirada carmesí y brillante me tuviera paralizado. Por más que me dijera a mí mismo que debía apartarla, mi cuerpo no respondía a mis mandatos. Sentía que mis brazos, mis piernas y en sí todo mi cuerpo estuviera sujeto por alguna fuerza sobrehumana. Sus largas y puntiagudas uñas sujetando mi cuello con tanta firmeza me tenía preso. No tenía escapatoria alguna. ¿Qué es lo que está pasando? Dios mío, esto no creo que se trate de trucos baratos sacados de la manga. Aquí hay algo más, algo oscuro y de por sí terrorífico. Su rostro cada vez se aproximaba más al mío y tenía la impresión de que sus colmillos crecían más y más. No podía moverme ni hablar, era como si me hubiera congelado y todo pasara a mi alrededor en cámara lenta. Sentí sus fríos colmillos en mi piel, rozando y pinchando breve la altura de mi clavícula y los latidos de mi corazón se dispararon a una velocidad inaudita. El miedo me tenía en un e
Justo como la noche anterior, ella intentó acercarse a mí para atacarme, pero una fuerza sobrenatural la detuvo en seco en el aire. Es que, si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, ni yo mismo lo creería. Esa loca había quedado congelada, totalmente rígida mientras sus ojos pasaban de ser rojos a unos negros. Parecía una marioneta que colgaba de alguna cuerda y que era manipulada por alguien. De repente, cayó al suelo con mucha fuerza y se hizo un ovillo en el suelo, sujetándose la cabeza mientras gruñía. —Lo siento, mi señora, pero estas fueron las ordenes que dejó mi Lord. —¡Maldita sea, acaba con esto! —Pasará en un momento, en cuanto se tranquilice. Me quedé en completo silencio, tratando de asimilar lo que acababa de pasar. No sé qué sean estas personas, pero normales, está muy en claro que no lo son.La hada que, en efecto terminó siendo bruja, se acercó a ella y le lanzó varias palabras en un idioma que desconocía por completo, mientras ella se retorcía y su cuerpo s