Justo como la noche anterior, ella intentó acercarse a mí para atacarme, pero una fuerza sobrenatural la detuvo en seco en el aire. Es que, si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, ni yo mismo lo creería. Esa loca había quedado congelada, totalmente rígida mientras sus ojos pasaban de ser rojos a unos negros. Parecía una marioneta que colgaba de alguna cuerda y que era manipulada por alguien. De repente, cayó al suelo con mucha fuerza y se hizo un ovillo en el suelo, sujetándose la cabeza mientras gruñía.
—Lo siento, mi señora, pero estas fueron las ordenes que dejó mi Lord.
—¡Maldita sea, acaba con esto!
—Pasará en un momento, en cuanto se tranquilice.
Me quedé en completo silencio, tratando de asimilar lo que acababa de pasar. No sé qué sean estas personas, pero normales, está muy en claro que no lo son.
La hada que, en efecto terminó siendo bruja, se acercó a ella y le lanzó varias palabras en un idioma que desconocía por completo, mientras ella se retorcía y su cuerpo se distorsionaba tal cual lo hacía Emily Rose.
Así mismo como empezó a manipularla, la dejó tranquila, asegurándose de que no volviera a hacer ningún movimiento. Luego de que acomodó y desacomodó cada uno de sus huesos, ¿cómo creía que era capaz de ella moverse? Su respiración era agitada y temblaba como una hoja al viento. Incluso su mirada se encontraba perdida. Se veía muy frágil e indefensa.
—¿Qué le hizo? — quise saber, sin poder explicarme por qué sentía una opresión en el pecho.
—Reprimí sus deseos antes de que volviera a atacarte.
—¿Qué tipo de deseos?
—Estás revelando información de nuestro mundo, Lirio — una voz fría e imponente se escuchó, pero no más que la sombra que, poco a poco, fue tomando forma de un cuerpo—. Has servido para nosotros toda una vida. ¿Acaso quieres morir en la hoguera?
—No, mi señor — negó ella rápidamente, bajando la cabeza ante ese chico que no parecía mayor que yo—. Perdón, no volverá a pasar.
—¿Ya trabaste en el encantamiento que te pido padre?
—Estoy en eso, mi señor.
—Entonces, en lugar de hablar con este humano, ve a hacer tu tus trucos de magia.
—Sí, mi señor — desapareció de repente, dejando en el aire una espesa niebla negra.
Me froté los ojos, sorprendido y sin creer lo que había visto. ¡Debo seguir dormido! ¡Nada de esto es verdad! Sí, eso es lo que está sucediendo, sigo nadando en el mar infinito de los sueños. Ya es hora de despertar. Está bien soñar y tener sueños locos de elefantes morados, rosados y de cientos de colores voladores, pero ¡esto ya no es divertido!
Me di varias palmaditas en las mejillas y cerré los ojos, repitiéndome una y otra vez que ya era hora de despertar, pero en lugar de eso, sentí un frío golpear mi rostro. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, por lo que, con mucho miedo, abrí los ojos con lentitud, encontrándome con un chico de mi edad viéndome con curiosidad.
—Los humanos son aburridos y estúpidos — fue lo que dijo, haciendo una mueca de disgusto—. Y apestan.
Sus ojos eran igual de negros que los de la loca, pero estos se veían aun más profundos y terroríficos. Su piel era blanca en exceso y sus labios rosados. Tenía el cabello largo y de color blanco. Tenía una marca junto a uno de sus ojos, más bien parecido a un símbolo de esos que hacen parte del satanismo, pero no podía decir a ciencia cierta si lo era o no, pues nunca lo había visto en mi vida. Llevaba una gargantilla doble, una se sujetaba a su cuello y la otra caía hasta la altura de su pecho, donde un dije igual al que estaba marcado en su piel resplandecía. Su aura era muy oscura. De esa mujer a él, la prefería a ella. Su mirada me estaba poniendo muy nervioso y no podía gesticular palabra alguna.
—¿Dónde estoy? — pregunté con cautela, queriendo desaparecer allí mismo por la mirada que me dedicó.
—No es de tu incumbencia — ladeó la cabeza, viendo con atención la sangre que caía de la bolsa por el gotero y se filtraba por la sonda que estaba puesta en mi brazo y que hasta ahora me daba cuenta que tenía—. Que desperdicio y que fastidio tener que compartir la sangre con un simple humano.
—¿Acaso ustedes no son humanos?
Me miró con aburrimiento y fastidio, antes de prestar atención de nuevo al gotero y relamer sus labios. Un par colmillos filosos y puntiagudos empezaron a sobresalir de sus labios y me arrepentí de haberle preguntado.
Madre de Dios, no permitas que este ser de otro mundo me muerda. Suficiente tengo con que la loca lo haya hecho.
—¿Qué diantres me pasó? — se quejó ella, poniéndose de pie y tocando su cabeza—. Esa bruja me las va a pagar.
—Esconde tus colmillos que sabes que papá te dejó la advertencia. No puedes estar cerca de él.
—No voy a perder el control de nuevo — me miró con el ceño endurecido—, siempre y cuando te grabes en la cabeza que somos vampiros y no esos malditos perros asquerosos.
¿Vampiros? ¿De qué diablos habla esta mujer? Pero con todo lo que he visto en cuestión de minutos, no creo estar más sorprendido. ¿Cómo demonios terminé metido en otro mundo, en uno muy diferente al mío y en el cual estoy corriendo un grave peligro?
BlakeHan pasado varios días luego de haber perdido todo control de mí y mi padre parece ya no tenerme la misma confianza. Pero ¿qué puedo esperar a cambio, si no solo ha sido una vez, sino dos veces las que no pude controlarme? Aunque la segunda todo fue gracias a Lirio que no terminé probando esa sangre tan dulce y adictiva de nuevo.—No estoy seguro de irme y dejarte a ti a cargo del clan mientras esté ausente. Rompiste la regla más importante, Blake. Te dejaste llevar por el deseo y ahora tenemos que lidiar con ese humano. Además de que, muy seguramente, los otros lideres ya deben estar enterados y es cuestión de tiempo para que soliciten una reunión para darte el castigo que mereces — suspiró—. Entre todos los vampiros, ¿por qué tuvo que ser mi hija la que se descontroló?—Lo lamento mucho, padre — bajé la cabeza, avergonzada de mis actos—. Sé que fallé. Recibiré mi castigo sin oponerme.—Eres la siguiente líder. ¿Crees que esto no va a perjudicar tu posesión? Nadie va a tomar en
Aunque quise acercarme muchas veces a ese humano y deleitarme con su exquisito olor y sabor, no podía hacerlo por su propio bien. El dulce sabor de su sangre me llamaba cada día con mayor intensidad a que bebiera con gusto de ella. Su olor permanecía oculto para todos, menos para mí, que podía sentirlo como si fuera parte de mí, atravesando cada partícula de mi ser de manera violenta y extraña.Mi padre se había marchado y con ello el trabajo me había envuelto por completo, pero siempre escapaba a verlo así fueran por unos cuantos instantes. Su mirada decaída, triste y esos bonitos ojos sin esperanza alguna era lo que veía cada que bajaba al calabozo y me mantenía a una distancia considerable de él. Me gusta observarlo de lejos, escucharlo hablar solo, reír por lo irónica que es su vida y llorar por su mala suerte.No podía soportar verlo allí y no lograba entender por qué un dolor agudo se instalaba en mi pecho. Me dolía ver su soledad y su tristeza. Me dolía más que nada poder acerc
WyattMi vida cambió sin que yo me diera cuenta. Pasé de tener una vida normal a estar encerrado en un calabozo, siendo custodiado por una bruja y una vampiresa extraña. Cada día pido para poder salir de este lugar e ir a casa con mi madre, pero parece que Dios se ha olvidado de mí.Mi madre debe estar muy preocupada por mí y no es para menos, pues han sido largos días en los que no he regresado a casa. No sé cuántos días han pasado con exactitud, ya que el día y la noche estando en completa oscuridad es irrelevante, pero han de haber pasado muchísimos. Por lo menos para mí se me ha hecho toda una eternidad.No pierdo la esperanza de salir de aquí, que me digan que solo se trató de una mala broma y que me he ganado un premio millonario por mi resistencia, pero estos trucos de magia son demasiado realistas y es casi imposible que la más alta tecnología sea capaz de simular estando en vivo.No sé en qué realidad paralela estoy viviendo. A veces pienso que todo esto se trata de un sueño,
—Eres tan dulce y exquisito, ratoncito —se relamió los labios, esbozando por último una sonrisa muy bonita.Desvié la mirada, avergonzado por todo lo que hizo el otro Wyatt, porque ese que se acercó a ella y se ofreció en bandeja de plata, claramente no era yo.«¿Cómo demonios fue que tuve un orgasmo con una mordida? ¿Qué hay de mal conmigo? ¿Desde cuándo una mordida es tan estimulante hasta el punto de hacerme venir en cuestión de segundos? Necesito irme de aquí antes de que la locura me consuma de lleno».No quería soltarla y, a decir verdad, ella tampoco pretendía alejarse de mí. Me miraba con un brillo descomunal y una sonrisa muy bonita mientras se acurrucaba cada vez más en mis brazos. Ahora sí puedo asegurar y dar fe de que la vampiresa es realmente preciosa. El mismo miedo que le tenía me hizo pasar por alto su gran belleza. Esos ojos rojos acentúan su piel blanca y toda su aura oscura y tenebrosa la hacen una criatura magnífica y exótica ante mis ojos. Sus labios, un poco man
Blake—No saliste a cazar —Ambrose no me preguntó, lo aseguró, más bien, me tiró una indirecta.—Si sabes que no lo hice, ¿por qué me tiras la indirecta?—Papá se pondrá furioso. Te lo advirtió, Blake —resopló—. No quiero intervenir. Eres mi hermana y lo menos que quiero es pelear contigo.—Esta vez no fui yo la que perdió el control, fue ese dulce ratoncito el que me brindó su sangre. Y es que es tan rica que no pude negarme.—No quiero pelear, Blake, por lo que te pido que no te acerques más a ese humano.—Lo he intentado, pero no puedo, Ambrose. Él tiene algo que me llama, que me incita a permanecer cerca, a inhalar su aroma y protegerlo —sacudí la cabeza con fuerza—. Siempre está en mis pensamientos.—Lirio me lo advirtió y por eso me insistió tanto de no dejarte sola.—¿Qué te advirtió esa bruja?—¿Acaso no lo sientes? No puedo corroborar nada porque aún no encuentro a mi otra mitad, pero Lirio cree que ese humano es la tuya. ¿No te das cuenta la magnitud de ese problema? Es huma
Después de contarle todo lo que la hermana de Lirio me mostró, Ambrose se sumió en su usual silencio mientras yo trataba de entender lo que debía hacer. He pasado toda una eternidad esperando a mi pareja destinada, como para dejarla ir ahora que llegó a mí. No es normal que sea un humano y no sé si el vínculo sea igual de fuerte que el de dos vampiros. —Es la primera vez que no tengo ni la menor idea de lo que debo hacer, Ambrose. Él es un humano y mi padre se opondrá. Es más, ni siquiera sé si siente algo por mí o no. ¿Cómo saber si los humanos también están destinados a amar de esta forma en que lo hacemos nosotros?—Me gustaría poder ayudarte, pero no entiendo nada de los humanos. Es la primera vez que entramos en contacto con uno, Blake. Papá lo matará y a ti te va a castigar hasta la eternidad.Tan solo de pensar que algo malo le pueda suceder un dolor muy agudo se instala en mi pecho. Si mi dulce ratoncito se muere, yo también lo haría.—Ayúdame a sacarlo de aquí. —¿Estás loc
WyattBaco se ha vuelto mi única compañía en este lugar tan frío y oscuro. Puede que suene loco, pero he empezado a considerarlo como un amigo, alguien a quien puedo contarle cómo me siento con toda esta situación. Lo sé, estoy muy mal de la cabeza y nadie me creería que una víbora gigante y que además habla, me da muy buenos consejos y hace que las horas en este encierro sean más llevaderos. No sé por cuánto tiempo me han tenido retenido aquí, pero para mí ha sido como una eternidad.No he sabido nada de la vampiresa en días, ni siquiera Baco me ha dado razón de ella, es como si la tierra se la hubiera tragado. No sé por qué me siento de esta manera y no es normal que desee verla una vez más. No he podido sacar de mi mente lo que experimenté tras la mordida que dejó en mi cuello,la piel se me eriza nada más con recordar el filo de sus colmillos y todas esas corrientes que me invadieron.«¿Hay algo mal conmigo? ¿Por qué me excito tanto con la sola idea de imaginar sus colmillos enterr
Baco me hizo compañía como de costumbre por largas horas, pero en mi mente solo se encontraba Blake y esos ojos rojos carmesí que son todo un misterio. No sé por qué razón ha tardado tanto en volver. ¿Será que la descubrieron? Aunque no entiendo cómo funciona este mundo y quién es ese Lord del que tanto habla la bruja, ella y ese otro vampiro se arriesgaron para sacarme de ese lugar tan oscuro y tenebroso.Luego de tomar un baño tibio y refrescante, me puse la misma ropa que traía y me dediqué a observar a las personas detrás de esas cortinas gruesas y rojas de mi habitación. Me siento un poco más libre, pero tengo mucho miedo de que me descubran y puedan hacerme daño. Blake ya me mostró lo que un vampiro es capaz de hacer y no quiero volver a sentirme de esa manera tan horrible. No poder respirar y sentir cómo segundo a segundo se drenan las energías del cuerpo es desesperante.Contemplé las calles plagadas de personas y todo parecía ser muy normal. Las mujeres, los hombres e incluso