Simon se marchó y antes de que ella se retirara con Kit al centro del salón, Alessandro se remojó los labios, deseoso de volver a probar aquella boca de bruja. Sonrió y girando sobre sus talones se perdió entre todos los invitados.
Kit y Catherine comenzaron a bailar entre toda la gente y ella no tardó en llamar la atención de los hombres solteros, y de las miradas envidiosas de aquellas que la consideraban una amenaza por estar cerca de Kit, ya que en toda la velada no había aceptado bailar con nadie.
—Pareces estar sufriendo demasiado con mi presencia —Kit escudriña a Catherine con su mirada intencionada—. Pero no temas, sé que te inquieta la actitud de Andrew, por eso tengo la intención de que bailes la siguiente pieza con él. No sol
El juego de destreza estuvo más que reñido, y al haber sido Alessandro el ganador, reclamando una cita con lady Catherine, y tras discutir con Andrew argumentando este que le daba permiso de cortejarla, Alessandro no perdió oportunidad alguna y decidido a conquistarla, dejó de lado a su amigo.A la mañana siguiente...Después de haber salido al alba de su casa, Andrew subió por el sendero que llevaba al humilde hogar de lady Catherine, se había comportado como un imbécil con ella, no pudo dormir en toda la noche dando vueltas en la cama, manteniendo una lucha interna con lo que deseaba y con lo que le había inculcado su madre y la presión de la sociedad. Todos esperaban grandes proezas de él pero... ¿acaso alguien se preo
Andrew estaba más que agotado con todo lo ocurrido, nunca pensó que el trabajo del hogar, de una granja y un molino fuera tan pesado, en especial porque tuvo que darles de comer a las gallinas, recoger las hierbas dañadas, fresas para hacer mermelada y no solo eso, ahora recogía manzanos del enorme árbol situado frente a la casa de los Griftonn. Cuando terminó dejó de lado sus labores absurdas y sentándose en el suelo escuchaba de lejos las risas de Alessandro. Su buen amigo estaba con ella dentro de la pequeña granja, la actitud tan positiva y extraña que ambos presentaban en su presencia le hacía creer que tramaban algo pero... ¿que era?Cuando los vio salir; él como un crío emborrachado de amor por Catherine, y ella sonriendo como una promiscua, apretó los dientes hasta sentir dolo
Catherine sonrió y Alessandro se quedó sin aliento. Maldición. Era una preciosidad. Todo el hilo de su conversación se desintegró en su mente mientras seguía mirándola sin entender las decisiones de su amigo Andrew al abandonar aquel compromiso absurdo. Estaba claro que él estaba conociendo a la verdadera Catherine y no a la mojigata y sumisa dama que se mostraba ante la sociedad. Por fin su voz interior le devolvió la vida de golpe. «Deja de mirarla como un idiota y habla cabeza de chorlito y convéncela de dar un paseo»Se aclaró la garganta al ver como una mezcla de orgullo y tristeza se asomó en el rostro de lady Catherine.—Capitán, vayamos a dar un paseo, creo que es necesario conocer toda la verdad antes de intentar siquier
Catherine le comentó lo sucedido a Alessandro, detalle a detalle para que entendiera porque no podía aceptar su cortejo. Aquella noche en la casa de los Griftonn hubo una pequeña celebración por el cumpleaños de Adela, su hermana menor, solo asistieron algunos familiares entre los cuales estaba su primo Mario. Años atrás él ya había tenido intenciones poco amistosas, pero Catherine siempre lo rechazaba recordándole a cada momento que eran familia. Todos estaban bebiendo y bailando, ella logró escabullirse hasta el granero y prendiendo una vela con todas las precauciones se dispuso a leer. La noche estaba transcurriendo con normalidad, ella se había esforzado por parecer un fantasma hasta que llegó su primo y con la altanería que lo caracterizaba le apagó la vela.—¿Qu&eac
Alessandro siguió estudiando el rostro de Catherine durante algunos segundos más, intentando descifrar si se arrepentiría de haber accedido. Lo cierto es que ni él mismo podía imaginarse el alcance de su obsesión por protegerla de todo. Lo que sí sabía era que sin pensar se acercó a ella y rodeando su pequeña cintura la atrajo hacia él pero su intención no era besarla, no después de haberle confesado su más grande dolor, por el contrario, solo le dio un beso en la frente aspirando su dulce aroma y así se quedaron por unos cuantos segundos. Catherine se sentía extraña con aquel arrebato de sensaciones pero calló, sintiéndose protegida entre los brazos de aquel hombre fuerte.—Temo que es mejor que nos marchemos, aún tengo que darle una explicaci
La rabia contenida hacía que las mejillas de Kit se tornaron de un rojo intenso cuando Alessandro le comentó lo sucedido, detalle a detalle. A través de sus ojos entrecerrados su mirada se volvió claramente glacial. Sonaron campanadas de advertencia en su cabeza al ver el estado en el que se encontraba su mejor amiga Catherine. Aquella mujer había cometido un error y lo pagaría caro. Cuando el doctor terminó de curarle las heridas y de revisar su estado de salud, salió en compañía de Alessandro mientras él se quedaba a su lado.—Siento mucho las molestias... —dice Catherine con voz débil.Kit cerró los ojos un instante recordando lo que sintió cuando pensó que había muerto, pero no fue así, el doctor dijo qu
Alessandro solo podía mirarla. Catherine era el epítome de una perfecta dama, sosegada y de gentil crianza por parte de su padre, supuso. No era posible que un ser tan bueno estuviera sufriendo todo esto, ahora ningún hombre querría casarse con ella, era bien sabido que todos buscaban tener un heredero... incluso él.—¡Catherine! —Kit se gira y a grandes zancadas se acerca a ella—. ¿Qué haces aquí? tienes que estar reposando.—¿Eso es cierto, Kit? —Catherine sentía como moría poco a poco por dentro.—No, bueno...—¡Vamos, dejen de mentirle y de tratarla como si fuera una niña pequeña! —
Mario, el primo de Catherine apretó los labios al verla en aquel estado tan deplorable, pero lo que más lo enfureció, fue ver que en sus ojos ya no estaba aquel miedo que tanto le excitaba. Mientras que abajo, Kit y Alessandro discutían de manera civilizada los pasos a seguir, sin duda, discutir era lo último que deseaba Kit, sobre todo esa noche, pero al escuchar que se quería casar con ella, la sangre se le heló, ¿por qué carajo quería casarse con ella aun sabiendo lo que le había ocurrido? si la veía como un blanco fácil estaba equivocado, él la cuidaría de todo.—Querida Catherine... ¿acaso creías que ibas a ser feliz con aquel miserable? —su primo Mario recorre todo su cuerpo con detenimiento y se le antoja muy delgada.
Último capítulo