14 AdaraSería una tonta decirle que no a la Luna de la manada, además también tengo la misma curiosidad que ella de saber porque la Diosa Selene me concedió tal regalo o maldición, aun no sé cómo verlo.—Sí, Luna le doy el permiso que necesite para descubrir porque nos sucede esto —le concedí haciendo una reverencia.Aun me parecía increíble que la Luna viniera en persona a pedirme permiso, ella tiene permiso para hacer lo que sea.—Gracias, Adara eres una buena muchacha. Ya encontraremos la manera de que puedas estar con tus compañeros destinados sin que nadie sufra —sus palabras parecían muy sinceras y eso me puso sensible.Quise llorar y parpadeé para controlarme en frente de mi Luna.—Gracias, Luna Eva —le contesté con otra reverencia.—Déjate ya de reverencias, puedes llamarme Eva cuando estemos a solas para quitarnos este protocolo que me persigue desde que me convertí en Luna —se ríe de su propio chiste y yo con ella. —De todas maneras, gracias por querer ayudarnos —repetí mi
15. Adara—¿Qué? ¿Por qué? —cuestioné lo que me habían dicho. Tal vez no había oído bien.Todos me veían raro ahora, podía sentir todas las miradas encima de mí, como si hubiera hecho algo malo o como si no mereciera servir a la realeza, ellos veían a los alfas como los máximos regentes de nuestra manada y así era, pero no por eso nosotros éramos menos o más. Son el resto de la manda ellos no serian quienes son.—Niña, deja de preguntar necedades, cumplo órdenes y tú también —me deja claro— ahora, vamos ¡Manos a la obra!—Claro que sí, Beta —bajé la mirada al suelo como demanda mi rango.Enseguida me puse a ello, cociné lo necesario para ellos pensando en todo lo que había aprendido de mi madre y el chef e hice mi propia receta a mi manera esperando que les gustaran mis recetas.La dieta de los lobos y sobre todo de los alfas estaba basada en la carne, así que hice mi mejor esfuerzo para que les gustara.—Apúrate, Adara los señores no tienen todo el día —me suelta Lissette ent
16 Alaric—Alfa, tenemos un problema —llega mi beta en la sala donde estoy con Eva, la madre de Mason— podemos hablar en privado.—Bueno, caballeros, yo los dejo —dijo la Luna levantándose de su lugar.—Gracias, Eva —en cuanto la dulce loba atravesó el lugar y se perdió por uno de sus muchos pasillos me giré para ver a mi segundo al mando— ¿Qué sucede? —mi corazón se acelera al pensar en que algo le puso pasar a mí compañera verdadera.—Recibimos una misiva de nuestra manada, están preocupados —Jason Benson, mi Beta me responde.—Cuéntame todo —lo invité a sentarse frente a mí.—Varios lobos patrullando captaron el olor de sola lupi —me dijo el nombre que usábamos a los lobos solitarios.Eran lobos que decidían dejar sus manadas o ser desterrados, se vuelven más huraños e irracionales así que había una sola cosa que quisieran en mi manada y no los iba a dejar que jodieran a mi gente.Debía irme.***No puedo creer que tuve que dejar a mi compañera sola… y con el idiota de Mason nada m
17. Adara«Odio la presión que causa toda esta situación» le dije a mi loba mientras salía de la casa grande.«Pensé que el alfa reaccionaria diferente» contesta mi loba incrédula.—Debo irme a casa a prepararme, esta noche es luna llena y mi madre debe encerrarme —hable en voz alta y Aroa gimió.«Odio esto, Adara» me responde dolida.—Yo también lo odio, Aroa, yo también —dije resignada.«No dejes que nos haga esto, ya no quiero» me suplicó.—Yo tampoco lo quiero —dije en acuerdo.—¿Qué es lo que no quieres? —preguntan detrás de mí.Era el chico rubio que me había atajado en las escaleras cuando salía del cuarto de Mason.—Nada, hablaba con mi loba —respondí algo evasiva.—No temas, no pienso hacerle daño a la mate de mi futuro alfa.—¿Mate? ¡Lo sabes! —salió de forma acusativa.Y culpaba a Mason por eso.«Le pedimos que no dijera nada» gruñó mi loba molesta por la osadía de nuestro compañero.—Soy su futuro Beta, debería saberlo ¿No? —se encogió de hombros— además no l
Adara—Llegas temprano —me dice mi madre cuando dejó las llaves detrás de la puerta.—Mientras antes venga, antes terminará esto —contesté con voz apagada.—Sabes que lo hago por tu bien, bebe agua y vamos abajo.Mi columna vertebral tembló de miedo, pero acate la orden. Hace mucho tiempo aprendí que no se puede ir en contra de la corriente.—Ya, madre —dije luego de beberme dos vasos grandes de agua.—Vamos, vamos, hay que bajar y lo sabes —me insta a ir abajo. Al sótano.Odio el sótano, desarrollé miedo a la oscuridad gracias a ese sótano y todo empezó hace unos años cuando mi madre me pidió que ya no me convirtiera, que era muy peligroso si alguien nos veía.Y le creí.Es mi madre ¿Por qué me mentiría?Mi primera transformación no fue como la de otros lobos, en el día de nuestro cumpleaños nuestro lobo se da. En nuestra manada nos convertimos en lobos en nuestra mayoría de edad bajo el manto de la noche, conmigo no sucedió así.—Pon las manos en alto —demanda mi madre con voz seren
AdaraUn gruñido se escuchó en mi cabeza fuerte y claro que me aturdió, sacudiendo mi cuerpo entero.«Adara, ¿Dónde estás?» era Malaquías quien me conectaba mentalmente, se escuchaba desesperado y enfurecido a partes iguales.«Ayúdame» dijo en un murmullo.«Ya voy por ti, compañera» y cerró el enlacé, que en un principio no sé cómo logro, el veneno debilitaba todo en mí, sería imposible que pudiera comunicarse conmigo.La única explicación es que me estaba imaginando todo.Escuché mucho ruido arriba y eso hizo que intentara abrir los ojos, pero los volví a cerrar sintiéndome drenada de mi fuerza; pensé que mi madre había regresado, pero me equivoqué.Un estruendo espantoso, acompañado de muchos gruñidos me despertó del todo, un lobo negro grande y fuerte de ojos rojos acompañado de otros dos lobos, uno marrón más pequeño y uno con manchas negras y marrón, de patas blancas a su lado.El lobo negro fue el primero en convertirse en humano, aunque ya sabía quién era.Mason.Me miró con un
20 Mason Sentirla sufriendo fue lo peor que me pudo pasar, comencé a sudar y sentir dolor en mis manos, quería matar a quien osaba ponerle las manos encima a mi compañera, pero jamás pensé que fuera su madre la culpable de este suceso. —Doctor —llamé en cuanto me la quitaron del lomo y pude convertirme en humano una vez la vi a salvo en mi recámara. —Alfa —bajó su cabeza en respeto—, necesito espacio, déjenos hacer nuestro trabajo, sino no podrá quedarse en la habitación. Nadie me sacaría de aquí. —Quiero ver que intente sacarme de aquí, solo haga algo —le dije acompañándolo de un gruñido. Me fui a vestir una vez estuve en mi habitación Adara no muy lejos de mí. Una de las muchas veces que el doctor vino a esta casa siempre fue por mí, de cachorro era un niño inquieto y curioso y siempre me metía en problemas, pero verla en ese estado y otro hombre tocándola no era para nada placentero. Gruñía cada tanto y las enfermeras se veían aterrorizadas trabajando lo más rápido posible,
21 AlaricA la mañana siguiente manejé tan rápido como pude, necesitaba ver con mis propios ojos que está bien, que tiene todos los cabellos en su lugar.A pesar de que estaba a kilómetros de distancia pude sentir su sufrimiento en carne propia, experimenté cada dolor y angustia que ella sintió, era tanto así que tenía ganas de vomitar solo de volver a recordarlo.—No necesitabas venir, hijo —me recibe el alfa Ulises afuera de la casa grande— ya la atendimos y está respondiendo bien.—Sí, eso es bueno. Pero quiero verla por mis propios ojos, esta noche me voy de nuevo —le comenté mientras pasábamos.—Alaric, hola —me saluda la Luna, Eva.—Eva, ¿Cómo has estado? —le pregunté tratando de ser cordial, pero queriendo subir de una vez a ver a Adara.—Estoy bien. Tampoco te fuiste mucho tiempo y sé que solo quieres subir, está en el cuarto de Mason, no nos deja acercarnos a ella —me explica Eva.—Lo siento, solo quiero verla por mis propios ojos —me excusé.—Me recuerdas a mí, cuando conseg