22 AdaraSaber que mi madre seguía viva era un alivio para mí, los chicos pedían que me relajara y lo intenté en serio que sí.Pero no podía hacerlo.Estaba de nuevo en el cuarto de Mason y me sentía un tanto incómoda.—¿Por qué no comes más? —preguntó Alaric siempre atento.—No tengo mucha hambre —respondí con voz pequeña.Me sentía pequeñita.—¿Por qué no te conviertes en lobo? Tus heridas sanaran más rápido —Mason me aconseja.—No, estoy bien así —le dije simplemente.No lo conocía también, pero creo que quería decir más. Es solo que no lo hizo.—Mejor bajemos a comer. Sino mi madre buscará la manera de ver si estás bien —ofreció Mason.—No sé si sea apropiado —comenté.—Cariño, te traje ayer en mi lomo —se acerca a mí y besa mi frente y luego mis labios, sin importarle que esté Alaric aquí— ya para esta hora, todos deben saber que conseguí a mi compañera.—Conseguimos —corrige Alaric con tranquilidad, como si la situación fuera de lo más normal.Y la verdad es, que de
23 Adara —No te creas la gran cosa, los verdaderos lobos no comparten a su pareja. Tú solo eres algo pasajero —me advierte haciendo señas del viento con sus manos.«Dile que se largué de una vez» gruñó mi loba en mi mente.—Solo lárgate, Lissette —le pedí señalando la puerta.—Tú ya te crees dueña, cuando solo eres la perrita de turno de los alfas. Ya veremos a quien lleva a la ceremonia el futuro alfa —se jacta— de seguro va con Daniela, de hecho creo que ya la invitó y ella dijo que sí.Luego de sus crueles palabras se largó de la habitación con un estruendoso ruido.—Él jamás la invitaría —dije para mí misma.Pero mis ánimos habían menguado un poco, aún no tenía esa confianza que me gustado tener.«Nuestros mates son afortunados de tenernos, que no te olvide» dijo Aroa.Siempre podía contar con ella para todo, me vi en el espejo y mis ojos se pusieron azules eléctricos, como si una corriente de electricidad pasará por mis ojos.«Escuchaste a Selene, somos importantes»«
24- Adara—¿Yo? —pregunté, señalándome— ¿Quieres que vaya contigo.—Eres nuestra pareja, deberías comenzar a acostumbrarte —dijo Alaric sonriendo y me sentí de lava.—Si no quieres ir, iré solo —se encogió de hombros— no te quiero presionar.—Sí, claro que quiero ir contigo —dije muy emocionada.Me sentía más halla de extasiada.Lo abracé por instinto y me recibió entre sus brazos y se sintió bien. Es solo que siempre faltaba algo.Giré mi rostro y miré a Alaric que nos veía con una pequeña sonrisa en la boca.«¿Estás contenta, pequeña? » preguntó Alaric abriendo un canal de comunicación para nosotros.«Lo estoy» admití y la sonrisa de Alaric se hizo más amplia.El paseo se sintió bien, tanto Alaric como Mason me distrajeron bastante de las miradas curiosas de todos y eso en sí, era un gran alivio para mí.—¿Cuándo quieres hablar con tu madre? —pregunta Mason cuando estamos acostados en la hierba viendo el cielo azul despejado.Hacia un día muy hermoso y me gustaba disfruta
25- Alaric. El almuerzo era algo incómodo para Adara, podía sentir ola tras ola de vergüenza saliendo de su cuerpo. —Creo que dije que eso se resolvería conforme pasara el tiempo, la buena noticia es que tenemos nueva Luna para este fin de semana— dijo la mamá de Eva. —¿Este fin de semana? —preguntó en un titubeo la hija del beta. Esa mujer nunca me ha dado mucha confianza, pero Adolfo siempre trató de meterla por los ojos del alfa para que casará a su hijo con su hija. —Así es —dijo esta vez Mason— invité a mi mate y ella aceptó —su sonrisa era enorme y eso me gustó, le daba otro propósito a Mason en vez de querer que nos separemos. Le di un apretón al muslo de Adara y ella se relajó un poco, la tal Daniela se quedó callada mirando con verdadero odio a mi compañera. Lainus no tolera esas falta de respeto con su mate y les gruñó a todos en la habitación dejándolos callados. —Tranquilo, alfa Alaric —dijo Eva con total naturalidad. La mujer sabía nadar entre un lago lleno de víb
26 DanielaEsto no me podía estar pasando, ni siquiera sabía que era posible que una cosa como esta pasara, salimos del comedor de la casa grande aturdida.«¿Qué diablos pasó?» me pregunté a mí misma.—Vamos a la casa, no podemos tener esta conversación aquí —dijo mi padre.—Tu padre tiene razón, vámonos de aquí —dijo mi madre en un susurro.Nos montamos en el auto y mi padre manejo en silencio.—Adolfo, dime que es mentira —dijo mi madre apenas cruzamos la puerta.—¿Qué quieres que te diga? No sabía que esto era posible y el alfa ha estado misterioso estos días —se queja mi padre lanzando su abrigo de malas maneras en los muebles de la sala.—Tienes que arreglar esto, papá —exigí con rabia, golpeando el piso con mi tacón— fue tu idea que fuera la Luna de esta manada y por eso rechacé a mi mate.—Tu mate era una muerto de hambre. En un año regresarías porque no te daría los lujos a los que estás acostumbrada —me reprocha mi padre, dándome una cachetada.Lo que me hace quedarm
MasonNo estoy nervioso por la ceremonia, pero mis padres han sido un gran apoyo y Adara una gran distracción.Cumplí con lo que me pidió Alaric, igual lo iba hacer. Así él no me lo pidiera.Cuidar de Adara era lo mejor para mí, podía platicar horas con ella y nunca aburrirme, acompañarla a sus paseos matutinos eran mi parte favorita, pero lo mejor de todo era que despertara a mi lado.Ya casi no le decía nada sobre que debía elegir, pero el miedo atenazaba mi corazón con cada día que transcurría.—Tu madre quiere salir hoy de compras —comenta Adara.La vi salir del baño con una toalla alrededor de su esbelto cuerpo y mi polla se puso dura. No me juzguen, mi mate es hermosa.—Ve con ella —respondí luego de que mi mirada vagara por su delicioso y provocativo cuerpo.—No tengo muchos ahorros —se mordió el labio y mi polla estuvo de acuerdo con mi lobo para que la tomara en el suelo.—No te preocupes por eso, no hace falta —le respondí.Estaba esforzándome mucho por entablar una conversa
Narrador omnipresenteTodos se reunían a las afueras de la casa grande para ver cómo le cedían el mando a su nuevo alfa.Había mucha expectativa en el ambiente, todos esperaban que apareciera la mujer con la que habían visto a su señor, los rumores corrían como el río, rápido y llevándose a más de uno en el proceso.En una de las habitaciones estaba un nervioso Mason con su madre.—Todo saldrá bien, ahora baja y espera a Adara allí. En un rato terminaran de arreglarla —le decía la madre de Mason, arreglando la bata para la ceremonia de su hijo.La reina estaba contenta de que su hijo al fin asumiera su papel que le otorgaba en la manada.—Estoy nervioso, tal vez me precipité —le responde a su madre, viendo a la luz de la luna entrar por la ventana.Ya había pasado la luna llena, pero igual la mitad de esta brillaba con intensidad en una noche como hoy.—Tú querías esto desde que eras un bebé, recuérdalo —habló la Luna Eva, con la misma paciencia y dulzura de siempre.Amaba a su hijo p
ADARAEstaba nerviosa cuando Mason me tuvo que dejar sola, sabía que Alaric no había podido venir mientras no se arreglaran los problemas en su manada, pero el que viniera a verme después de lo que pasó con mi madre era aire fresco para mis pulmones.—Estas hermosa —dijo alguien posicionándose a mi lado.Cuando giré mi cara para ver quién era, vi a Eva, la actual luna de la manada.—Todo esto fue idea suya, le estaré eternamente agradecida —le respondí bajando la cabeza en señal de respeto hacia mi Luna.—Lo hago con gusto, también —miró a ambos lados antes de hablar— también pude averiguar sobre tu madre, la vi con mis propios ojos.—¿Ella está bien? —pregunté de inmediato.La ceremonia dio inicio, dejándome con ganas de saber más, pero esto era algo de suma importancia para nuestra manada y se consideraba una falta de respeto no presenciar el exacto momento que el poder del alfa pase a su hijo con el ritual que tienen que hacer a continuación.Podía ver desde donde estaba a la línea