MasonNo estoy nervioso por la ceremonia, pero mis padres han sido un gran apoyo y Adara una gran distracción.Cumplí con lo que me pidió Alaric, igual lo iba hacer. Así él no me lo pidiera.Cuidar de Adara era lo mejor para mí, podía platicar horas con ella y nunca aburrirme, acompañarla a sus paseos matutinos eran mi parte favorita, pero lo mejor de todo era que despertara a mi lado.Ya casi no le decía nada sobre que debía elegir, pero el miedo atenazaba mi corazón con cada día que transcurría.—Tu madre quiere salir hoy de compras —comenta Adara.La vi salir del baño con una toalla alrededor de su esbelto cuerpo y mi polla se puso dura. No me juzguen, mi mate es hermosa.—Ve con ella —respondí luego de que mi mirada vagara por su delicioso y provocativo cuerpo.—No tengo muchos ahorros —se mordió el labio y mi polla estuvo de acuerdo con mi lobo para que la tomara en el suelo.—No te preocupes por eso, no hace falta —le respondí.Estaba esforzándome mucho por entablar una conversa
Narrador omnipresenteTodos se reunían a las afueras de la casa grande para ver cómo le cedían el mando a su nuevo alfa.Había mucha expectativa en el ambiente, todos esperaban que apareciera la mujer con la que habían visto a su señor, los rumores corrían como el río, rápido y llevándose a más de uno en el proceso.En una de las habitaciones estaba un nervioso Mason con su madre.—Todo saldrá bien, ahora baja y espera a Adara allí. En un rato terminaran de arreglarla —le decía la madre de Mason, arreglando la bata para la ceremonia de su hijo.La reina estaba contenta de que su hijo al fin asumiera su papel que le otorgaba en la manada.—Estoy nervioso, tal vez me precipité —le responde a su madre, viendo a la luz de la luna entrar por la ventana.Ya había pasado la luna llena, pero igual la mitad de esta brillaba con intensidad en una noche como hoy.—Tú querías esto desde que eras un bebé, recuérdalo —habló la Luna Eva, con la misma paciencia y dulzura de siempre.Amaba a su hijo p
ADARAEstaba nerviosa cuando Mason me tuvo que dejar sola, sabía que Alaric no había podido venir mientras no se arreglaran los problemas en su manada, pero el que viniera a verme después de lo que pasó con mi madre era aire fresco para mis pulmones.—Estas hermosa —dijo alguien posicionándose a mi lado.Cuando giré mi cara para ver quién era, vi a Eva, la actual luna de la manada.—Todo esto fue idea suya, le estaré eternamente agradecida —le respondí bajando la cabeza en señal de respeto hacia mi Luna.—Lo hago con gusto, también —miró a ambos lados antes de hablar— también pude averiguar sobre tu madre, la vi con mis propios ojos.—¿Ella está bien? —pregunté de inmediato.La ceremonia dio inicio, dejándome con ganas de saber más, pero esto era algo de suma importancia para nuestra manada y se consideraba una falta de respeto no presenciar el exacto momento que el poder del alfa pase a su hijo con el ritual que tienen que hacer a continuación.Podía ver desde donde estaba a la línea
Narrador OmnipresenteLos lobos estaban sorprendidos de que los vampiros estuvieran allí presentes, la reina de los vampiros sonreía sabiendo que todos, aunque sea un poco le temía, y deberían.—Alfa Ulises —saluda la mujer con exquisitos modales.—Me temo que no soy el alfa ahora. Llegaste cuando estábamos culminando la ceremonia de sucesión —le responde Ulises de modo resuelto y tranquilo.—¿Quién es el nuevo alfa? —pregunta la mujer interesada—Soy yo —se adelanta Mason aun aturdido por el poder que recibía.—¿Y quién eres tú, hermosura? —pregunta Ekaterina.El gruñido detrás de Mason le advierte a la elegante vampira, que el lobito tiene dueño. Ella sonríe más ampliamente.«Me gusta» piensa ella saboreando la sangre del lobo, su olor era exquisito.—Mason Wolfington —responde el nuevo alfa de manera fría.—Un placer, Ekaterina Tepes —respondió ella con floritura.—¿Qué haces en mi manada, Ekaterina Tepes? —indaga Mason.—Quería hablar de la creciente ola de vampiros fuera de mi ju
Narrador OmnipresenteLa fiesta de la ceremonia continuaba, pero los lobos sentían cierto recelo, a los vampiros no se les ofrecía nada, no había sangre que darles y aparte de eso no sabían que otras cosas podían consumir, así que era mejor mantenerse alejados.—Ekaterina se irá pronto —respondió Eva de manera resuelta y elegante a la pregunta de Nicolasa.Nicolasa siempre había envidiado a Eva, no solo en su hermosura, sino también en lo siempre perfecta que se veía. Cuando ella era joven estaba destinada a ser la esposa de Ulises, así lo había dictaminado su padre y alfa en ese momento.Pero Eva apareció y daño todo, el viejo alfa estaba contento de que su hijo se uniera con un linaje tan poderoso como lo era la manada de Jersey y nada menos que la hija del alfa. Esa mujer vuelve a dañar sus planes, cuando acepta a esa estúpida limpia pisos por sobre su perfecta hija.—Igual, Eva. Es un peligro que estén entre los nuestros ¿Qué tal si uno de esos animales muertos no se controla? —pr
32. AdaraHabían pasado tantas cosas en tan poco tiempo, que aún no lo asimilaba del todo.Mason me dejó de pie en su costoso y pulcro baño para llenar la bañera.No me atreví a moverme de donde me dejó ni un músculo, me sentía rara y mareada.Demasiado estrés.En estos momentos, me hacía falta mi madre y me dolía tenerla tan lejos.—Estas muy pensativa —dijo Mason rodeándome.—Esta noche hubo demasiada información —le conté un poco lo que hacía pasado.—Ekaterina solo quería hacer acto de aparición, aún no me como ese cuento de que no sabía de la ceremonia —responde Mason luego de estar callado un momento— esa mujer me dio mala espina.—Lamento que tengas que lidiar con ella —me disculpé.No me gustaba verlo consternado y preocupado, pude ver que casi pierde su humanidad y allí si habría sido una calamidad.—No te lamentes, no es tu culpa —me contesta con afecto— ella volverá, quiere hacer una ronda por las noches con sus zombis chupasangre.No me gustaba para nada esa ide
AdaraAun en la tina de su cuarto de baño, Mason me veía como si quisiera comerme. Casi me ve como si yo fuera un filete exquisito.—¿Cruel? —pregunta burlonamente —¿Por qué soy cruel?—Porque quiero más y no me lo das —me quejé.—Porque no me lo has dicho aun, quiero escuchar tu voz diciendo donde me necesitas —le recuerda él— quiero escucharte decirlo.—Yo… quiero que me toques, que metas… ¡No soy así! —le recordé.—Lo serás conmigo, soy tu compañero… debes confiarme tu placer con ojos cerrados, decir lo que te gusta y lo que no, yo estaré encantado de dártelo —me informa.Mi corazón se derritió por eso, había escuchado de malos lobos que no atendía a sus mujeres y estás a veces decidían irse rompiendo el vínculo, pero Mason no quiere que me vaya en ningún momento.—Quiero que me hagas tuya, te necesito dentro de mí —dejé salir de mis labios las palabras que tanto quería.En este punto haría cualquier cosa que él quisiera.—Ven acá —me llama sentándose en la bañera.Sin perder el ti
34 AlaricCuando fui a ver a Adara, el día después de que su madre la atara en su sótano, los vampiros regresaron, eran diferentes a lo que se había visto con anterioridad. No estaba seguro de que siguieran las ordenes de Ekaterina II Tepes.Estos vampiros eran erráticos, su sincronización no era buena lo que me decía que no estaban coordinados. Su olor, que normalmente era desagradable, era aún peor.—¡Atacan por el este, mi señor! —me grita desesperado por llegar en el punto donde me encontraba haciendo guardia.—¿Quién está por esos lados? —pregunto tratando de idear un plan, quería que esto terminara y volver con mi compañera cuanto antes.—El escuadrón del delta Cedric —me informa otro de mis guardias.—No se muevan de aquí, manda a los guardias que estaban descansando —les ordeno— pero que nadie se mueva de su lugar.—¿Algo va a pasar, rey Alaric? —pregunta uno de mis hombres.Un tinte de miedo tiñe su rostro y me gustaría decirle que no, que todo iría bien, pero lamentablemente